Diseños impredecibles

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Técnicas tradicionales de teñido japonés. Materiales delicados y técnicas ancestrales para pintar y teñir caracterizan los trabajos de María de los Ángeles Zarantonello. Además de dar cursos, su obra puede verse en muestras de arte textil.

 

Hablar de seda es remontarse a la China, a los misterios de su elaboración guardados durante siglos y a las famosas rutas de la seda, recorridas por comerciantes y aventureros. También remite a facetas artísticas, como la poesía y la pintura, que los chinos utilizaban como método de meditación ya que el deslizarse de la pintura sobre la tela requiere mucha concentración.

“La pintura en seda es mágica, sobre todo porque es una pintura líquida que corre, los colores se entremezclan y hacen muchos efectos. Todo eso es visualmente muy atractivo. Además tiene colores muy intensos y brillantes”, dijo María de los Ángeles Zarantonello, especialista en esta técnica.

Conocedora de la técnica de acuarela y pintura oriental, a partir de un viaje a Francia, María de los Ángeles se contactó con la pintura sobre seda y la adoptó como niña mimada. “Los dibujos sobre seda pueden ser abstractos o figurativos porque el tinte, que es líquido, se puede espesar y así se pinta como si fuese un acrílico. También se puede utilizar un contorno dentro del cual se pone la pintura que corre hasta ese límite”.

En 1998 y 2000 participó en el Congreso Internacional de Pintura sobre Seda en Estados Unidos.

“Es una pintura costosa por los materiales, ya que tanto la seda como las pinturas son importadas”, explicó la artista. En Argentina se produce hilado de seda, pero no telas porque se necesitan máquinas especiales. “Ahora estoy usando el hilado para entremezclarlo con el vellón en el fieltro nuno”, señaló la diseñadora.

El fieltro nuno es una técnica de origen japonés que combina el fieltrado del vellón en un tejido que debe ser de fibra natural: algodón, seda, lino. “Como hace mucho que trabajo con seda, entonces hago la inclusión del vellón”. Así surgen bellas chalinas y bufandas.

Otra técnica japonesa utilizada por María de los Ángeles es el shibori: técnica de teñido que consiste en delimitar áreas, habitualmente llamadas reservas. Esas zonas se trabajan con amarras, es decir ataduras, cosido, doblado, fruncido. La reserva se realiza donde se quiere evitar que penetre el tinte.

“En 1999 asistí al Simposium de Shibori en Santiago de Chile y realicé un curso con Yoshiko Wada”, contó María de los Ángeles.

Además de accesorios, María de los Ángeles realiza paneles decorativos en los que combina distintas técnicas: serigrafía, batik, acuarela sobre seda.

Transformar la materia en telas de ángeles es la especialidad de esta diseñadora textil.

Yoshiko Wada es experta en prácticas tradicionales y sostenibles para la producción textil. Lleva 30 años enseñando shibori en todo el mundo. Es fundadora de Estudio Fibra Lenta, organización que promueve la práctica textil, social y culturalmente responsable. Es presidenta de la Red Mundial de Shibori, que organizó el 8° Simposio Internacional de Shibori entre el 28 de diciembre de 2011 y el 2 de enero de 2012 en Hong Kong.

 

También en la América Precolombina se utilizó el teñido por amarras. Incluso se dice que el teñido más antiguo de este tipo, del 700 a.C., es del Perú. Fueron las culturas de Chavin y Paracas las que utilizaron esta técnica; en general repetían un patrón constante de figuras geométricas.

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