Nació en La Plata el 28 de enero de 1983, se llama Ángel Amado Aguirre apodado “El Torito”.

Es residente de nuestra ciudad tigrense y fue protagonista de la mejor pelea de los últimos tiempos, ganando por nocaut técnico en el 5° round a Oscar “El Salvaje” Pereyra, en el combate de semifondo del pasado viernes 23 de septiembre, en la Asociación Alemana de Villa Ballester, en la previa de la defensa del “Chino” Maidana.

Aguirre, que tiene como argumento principal una innegable fortaleza física, fiel a su costumbre de enfrentar a las figuras y de ser “visitante”, logró la victoria más importante de su vida y que hoy recorre los portales del mundo exhibida como una de las mejores de los últimos tiempos.

En los pronósticos previos nadie apostaba por un choque en el cual se leyera el veredicto de los jurados, y mucho menos que iba a ser de trámite cerrado. Pereyra, con una sola derrota en 30 presentaciones, era el favorito, sustentado por ser el sparring del “chino” Maidana y apoyado por la organización. Aguirre rompió todos los análisis previos, expuso su espíritu de lucha, factor decisivo de su resonante victoria.

Acumuló su tercer triunfo por la vía rápida en lo que va de la temporada, noqueó nada menos que al juninense Juan Bonanni e hizo lo propio con Alberto Sánchez. Seguidillas de nocaut que se vieron interrumpidas por su derrota por el título sudamericano por una herida ante Roberto Sánchez. Ahora definitivamente asentado en la categoría superligero, será muy difícil oponente para cualquiera y se le abren las puertas para pelear por un título con proyección internacional.

“La estrategia era caminar el ring y dejarlo pasar de largo para trabajar de contra. Pero lo que uno planifica arriba del ring suele llegar a cambiar. Lo había visto un par de veces y sabía que la estrategia era esa”. Así recuerda Aguirre su plan para vencer a Oscar Pereyra, pero el “palo por palo” fue el camino y asistido por el ya consagrado Claudio “Pachorra” Moreno, superó la adversidad de su caída en el cuarto asalto. Se levantó luego de escuchar la cuenta para derribar a su oponente y quedar de cara a un quinto round mucho más entero que su adversario. Un derechazo imponente, dos ganchos y un cross lo dejó a Pereyra escuchando la tercera cuenta y, en el medio de la misma, una toalla volaba sobre su cabeza. Acción tardía del rincón del santafecino que recibió un castigo innecesario. Con complicidad del árbitro Jorge Basile de pésima actuación, con actitudes totalmente localistas.

“Cuando subí al ring me di cuenta que el público estaba a favor de Pereyra. Pero cuando es así me agrando, recuerdo a mi hija, a mi familia, a todos lo que apoyan y eso me agranda”. “Tengo claro que para un boxeador el peor rival es uno mismo, hay que estar bien de la cabeza para sacar lo mejor de uno mismo”. “Me lo dice siempre mi entrenador” en clara alusión a Claudio Moreno quien siempre tiene un boxeador para presentar en sociedad al más alto nivel.

Ángel Amado Aguirre protagonista de un combate que ingresó a la galería de los imposible de olvidar, representando con orgullo a la ciudad de Tigre.

Foto Gentileza José Luis Valera