Una clase diferente en el playón

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Movimiento y destreza para festejar los 11 años del MGym. Después de dar clases en distintos clubes de Rincón, Myriam Arias abrió su propio gimnasio. El 16 de mayo festejó con alumnos y amigos en una clase al aire libre.

 

Como muchas profesoras de gimnasia, Myriam Arias comenzó dando clases en un club, el Juventud de Rincón. Sus alumnos fueron en aumento, sus propias clases le generaron una gran energía y salió en busca de otro club, fue así que sumó al Club Rincón. Por eso, durante un tiempo, los comerciantes de Santa María la veían pasar muy rapidito día a día, con un enorme bolso y una sonrisa de satisfacción: “Era muy divertido, ya que corría de un lado a otro”, contó Myriam, recordando sus clases en uno y otro club.

De esta manera, entre una y otra institución, a finales del 2010 hizo una muestra de cierre que reunió a más de 700 personas.

Con la seguridad que da la experiencia, el apoyo de su familia y las ganas de progresar que siempre la acompañaron, Myriam inició el 2010 con un sueño: el gimnasio propio. Además de lograrlo, ese año concluyó con un evento especial: “Debo agradecer el interés y la preocupación de Marcelo Marina, presidente del Club Rincón, que hizo posible que terminara el año haciendo una muestra en el teatro Nini Marshal”.

Ahora, con el sueño cumplido, concentra toda su actividad en la planta alta de Santa María y Milberg, donde los niños y sus madres encuentran un espacio de bienestar corporal.

A lo largo de los años, a la gimnasia tradicional, Myriam fue agregando clases de distintos ritmos, gimnasia recreativa, preparación deportiva y acrobacia. “Participamos de torneos y exhibiciones. Para mí es muy importante el bienestar de los alumnos y que se sientan cómodos”. Y sin duda lo ha logrado, porque todos destacan su esmero y creatividad.

Para festejar los 11 años de actividad, convocó a una jornada de movimiento y diversión en el playón de TBA el miércoles 16 de mayo. “Todos los amigos que nos acompañan a lo largo del año, estuvieron presentes y algunas familias que pasaban, se animaron a jugar con nosotros”, dijo Myriam, que aseguró que todavía tiene muchas metas por lograr.

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