José Luciano y la construcción del buque “Ciudad de San Fernando”

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Historia del Partido de Tigre – Parte LXXX

Los aires eran de bonanza y en 1921, Navegación Isleña envía a José Luciano a Europa para encargar la construcción de un nuevo buque de pasajeros que se llamará “Ciudad de San Fernando”. Bajo la supervisión de Luciano, el barco se construyó en el astillero “Hugo Stiness” de Hamburgo con la incorporación de tecnología que Alemania había desarrollado y puesto en práctica recientemente en la Primera Guerra Mundial.

 

        En 1921, Navegación Isleña se transformó en Sociedad Anónima quedando como Presidente José Luciano y Vicepresidente, Nicolás Ambrosoni, y se fueron rotando los distintos miembros en el Directorio, todos ellos personalidades de la industria y el comercio de San Fernando.

        En un contexto de crecimiento de la navegación y de un importante desarrollo de la empresa, el nuevo Directorio toma la decisión de encargar la construcción de un nuevo buque de pasajeros. Para ello se le encomendó a José Luciano que viajara a Europa para buscar un astillero que pudiera llevar adelante dicha obra. Fue así que Luciano recorrió distintos astilleros en Italia, Holanda, Alemania y finalmente firmó contrato en este último país, con el astillero “Hugo Stiness” de Hamburgo.

        Casualmente en esa misma época, el embajador argentino en Alemania era Ernesto Restelli, oriundo de San Fernando y amigo de José Luciano, quien colaboró activamente en la relación con la empresa alemana, poniendo incluso un intérprete a disposición.

        Con una modesta formación como técnico naval, Luciano había adquirido experiencia como capataz de diseño en el Dique Seco de Carena de San Fernando y en la construcción del “Principio V” y del “Bernardino Rivadavia”, los otros barcos de pasajeros de Navegación Isleña. De esta manera, se inicia la construcción del buque con el control de José Luciano que había llevado unos diseños de embarcaciones que habían demostrado ser muy eficientes en la navegación del Delta del Paraná. Sin embargo, a Luciano le resultó muy difícil ponerse de acuerdo con los ingenieros alemanes con quienes mantuvo largas discusiones, con el fin de convencerlos de que las líneas de la obra viva del buque, tenían que adaptarse a un tipo de navegación muy especial como es el de las aguas del estuario del Delta.

        El empeño y la dedicación de Luciano en la construcción no sólo se vieron compensados por el buen navegar que demostró, posteriormente, el barco que recibirá el nombre de “Ciudad de San Fernando”, sino también le valió el reconocimiento de sus pares alemanes. En una carta informal, los ingenieros alemanes lo nombraron “Técnico Naval Honorario del Astillero Hugo Stiness”, de Hamburgo, pero le aclaraban que si el casco no se comportaba bien, la culpa no era de ellos…

        Como datos complementarios que hacen a la particularidad del buque, las plateas cubiertas en que se armó la quilla del casco, eran parte del astillero donde se construyeron la mayoría de los submarinos que Alemania había utilizado exitosamente en la Primera Guerra Mundial. Asimismo se le colocó un motor diesel Koerting, que era una novedad de la mecánica alemana, similar al que llevaban los submarinos de mayor porte.

 

Fuente:

-Luciano, Darío, “Navegación Isleña 1900-1967”, Instituto de Estudios Históricos de San Fernando de Buena Vista, Buenos Aires, 1999.

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