Los vecinos de Berisso exigieron ante la justicia que se cumpla la Ley 12.276. La medida cautelar recuerda que hay una ley provincial específica para el tratamiento del patrimonio arbóreo de los municipios. Si la ley no se cumple, los municipios están en manifiesta ilegalidad.

        Algunas personas, cuando ven un espacio silvestre con sus plantas coexistiendo en el “desorden” propio de la naturaleza, piensan que deben poner orden. Así le pasó al intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, que, en un impulso limpiador, prácticamente arrasó “con la vegetación nativa y la fauna del canal Génova, que es un humedal urbano”, contó Julieta Kolac, vecina de Berisso que, junto con otros vecinos, viene accionando en temas ambientales, entre ellos el cuidado del arbolado y espacios públicos.

        Tanto la supuesta limpieza del canal como la poda de árboles de alineación -¡en plena pandemia y aislamiento obligatorio!- están realizadas por cooperativas que “no tienen ninguna formación específica”. Y éste es un grave problema, ya que la falta de capacitación en el tema conduce a la mutilación de los árboles.

        “Nosotros intentamos hablar con funcionarios, pero siempre tienen la misma respuesta: ‘A mí no me corresponde, tenés que hablar con…’. También pedimos audiencia con el intendente que nunca respondió”. Entonces lo único que les quedó, fue la acción judicial: presentaron un recurso de amparo, al cual el Juez Francisco Terrier hizo lugar, el 24 de julio pasado.

        El fundamento de la presentación judicial es la ley provincial 12.276. En la misma se establece que los Municipios tienen la obligación de presentar un plan de forestación y/o reforestación. Se especifica, además, que el área correspondiente debe “crear las condiciones normativas para facilitar y asegurar que el manejo del arbolado público se realice con todas las garantías técnicas aconsejables”.

        La ley es muy clara, privilegia la forestación, reforestación y conservación del arbolado público, por esto cuando los municipios se empeñan en la destrucción de los árboles, sólo queda la acción judicial. Y justamente el Juez Terrier destacó en su sentencia que “la ley 12.276 establece las normas sobre arbolado público de aplicación en todo el territorio provincial”.

Poner en práctica las leyes

        Cuando en etapa de aislamiento obligatorio, empezaron a cortar árboles, los vecinos – observando que cortaban ramas y también troncos gruesos – pensaron que estaban cortando leña. Y no se equivocaron, luego se enteraron que era para vender. 

        Ante tanta incompetencia (y algo más), los vecinos solicitaron, por escrito, el plan que exige la ley provincial y como nunca lo obtuvieron, interpusieron “un amparo con pedido de cese del daño ambiental y remediación, acompañado con solicitud de suspensión inmediata de la poda”, explicó la abogada Silvana Sosa, quien agregó: “La ilegalidad de la poda está dada por el incumplimiento de la ley 12.276 que es muy clara en cuanto a los recaudos que se deben tomar para hacer intervenciones en el arbolado público. Si faltan esos recaudos, el accionar de la Municipalidad es manifiestamente ilegal”.

        Se supone que un funcionario público debe ser muy cuidadoso cuando en su distrito existe una destilería de petróleo, sin embargo el intendente de Berisso permitió que se podaran las casuarinas de la Avenida del Petróleo. “Esos árboles forman parte de la cortina forestal que alivia un poco la contaminación provocada por la destilería de YPF que está pegada al camino”, explicó la letrada. ¡Qué raro que el intendente no tuviera en cuenta esto cuando autorizó la poda de las casuarinas!

        Es necesario que los ciudadanos adviertan el grave problema que está causando la poda indiscriminada de los árboles públicos en la ciudad de Buenos Aires y en todos los municipios de la provincia de Buenos Aires. Nuestra salud física y psíquica se ve impactada por la ausencia de espacios verdes. Por esto es necesario reaccionar y hacer uso de las leyes.

Falta sensibilidad

        La currícula universitaria es aún muy deficiente en la formación de ingenieros agrónomos, en relación a los temas que nos ocupan. Así lo confirmó Julieta Kolac, egresada de la Universidad Nacional de La Plata. “Yo no tengo formación en manejo del arbolado público urbano, pero empecé a hablar con varios vecinos y todos coincidíamos en que estaban haciendo las cosas mal. Nos fuimos capacitando de distintas maneras, por ejemplo, a través de las charlas organizadas por Basta de Mutilar Nuestros Árboles”.

        Sin dudas, no hace falta tener un máster para advertir los desastres que se hacen con las podas de nuestros árboles. Es necesario, eso sí, sensibilidad que, por lo que vemos, falta en los funcionarios y empleados públicos. Si bien todos hablan de compromiso ambiental, lo que se observa, es todo lo contrario. Por ahora son las ciudadanas y ciudadanos organizados quienes llevan adelante el cuidado del patrimonio arbóreo y de la naturaleza en general, por lo cual hay que tener presente lo que informó la abogada Silvina Sosa: el amparo presentado contra la poda de los árboles de Berisso puede hacerse extensivo a todos los municipios donde se esté actuando incorrectamente.

Por Mónica Carinchi