Social 21 La tendencia – II parte: Hacia la integración industrial de la Patria Grande

Proponen: Plan Naval Argentino y desarrollo de la industria tecnológica, lo que permitiría pleno empleo y, por lo tanto, abandono de planes sociales. Desmantelar el monopolio de producción de papel y de contenidos audiovisuales extranjerizantes.

        Para recuperar el Estado empresario, una de las propuestas de Social 21 La Tendencia es el Plan Naval Argentino. “Nosotros concebimos a Argentina como un país marítimo”, dijo Martín Ayerbe, “ya que el 95% de la producción nacional sale en buques. Entonces Argentina debe dominar el intercambio en el flete marítimo, si no, vamos a ser siempre una colonia agrícola conducida por los ingleses o por sus alumnos de la actualidad que son los chinos. Antes producíamos las razas del paladar inglés -Hereford, Angus- hoy es el paladar chino, o sea soja, chanchos y tamarindos”.

        Social 21 aboga por la flota mercante propia, construida en astilleros propios. “Con el Plan Naval Argentino nos alcanzaría para hacer toda la flota mercante, todas las dragas y mantener el servicio operativo del Paraná”. Proponen avanzar sobre la cadena de valor del transporte: del campo, las cosechas salen al silo con camión, de ahí se carga en tren y de ahí al puerto para despacharlo en barco. “Esta cadena de valor nos permite apoderarnos de la facturación a favor del Estado argentino y también permite darle al productor una salida directa al mar, sin intermediación de las multinacionales que los tienen de rehén y cada vez les pagan menos. Aunque sea gente que tiene su chacra y una buena camioneta, también están sometidos, porque el régimen colonial no es sólo para el que vive en la villa miseria. La clase media también está sometida, para la clase media profesional, mantener hoy el auto cuesta. Y ésta no es manera de vivir para nadie”.

        Asimismo, propugnan la industria nacional electrónica: “No es como dicen algunos políticos que Argentina necesita 30 años para desarrollarla, porque en la Comisión Nacional de Energía Atómica y en Invat hay patriotas que la impulsan”. Sin dudas, en el país hay todos los minerales, la tecnología necesaria y los profesionales capacitados para hacer microchips, lo que hace falta es decisión.

        “El imperio no permite que transformemos la industria de alto vuelo (Invat) en industria masiva, o sea 40 millones de celulares, tabletas, televisores, computadoras. Y eso para el mercado interno, luego hay que ir hacia los 600 millones de latinoamericanos. Es cierto que quizás todos no quieran comprarle a Argentina, pero con seguridad todos van a querer trabajar. Entonces nosotros podemos hacer lo más difícil y permitirles a los hermanos de la Patria Grande, que por el momento no pueden hacer lo más complejo, que hagan el gabinete, los teclados, el maus. De esta manera creamos una integración industrial de la Patria Grande que tiene mucha más fuerza que las reuniones de presidentes, las declaraciones del Parlasur y toda la sanata de la diplomacia”.

        Todas estas acciones permitirían ir hacia el pleno empleo y entonces terminar con los planes y subsidios: “Los pobres no quieren una vida de premio consuelo, quieren tener una vida plena y eso es tener un trabajo en blanco, en planta permanente, con salario familiar y vacaciones pagas”.

Basta de planes y subsidios

        El entrevistado no sólo puso el foco en la política nacional, también habló de las intendencias que “se convirtieron en espacio de poder y negocios, porque armaron un esquema para encaraginarle la vida al argentino: habilitación municipal, tasas municipales, inspecciones municipales, excepciones a los códigos de planeamiento y zonificación”.

        El festín de las excepciones recorre el país y sólo sirven para los constructores de edificios y para los bancos. “Al pueblo no lo beneficia, ¿quién va a querer vivir en una caja de zapatos?”.

        Ayerbe aseguró que, si hubiera pleno empleo, los trabajadores podrían acceder a créditos hipotecarios a 30 años, lo que no sólo beneficiaría a quienes compraran las viviendas, sino también a los obreros de la construcción. “Siempre la hora del albañil es la más barata; el que trabaja a la intemperie, se quema las manos con cal, se puede caer del andamio, es el que menos cobra. Pero si hay pleno empleo se puede aumentar el sueldo del albañil y, al mejorar el pago, mejoramos la vida en general. Ahora hay quejas por las malas terminaciones de los edificios, porque se labura corriendo para rajar de la obra que se convierte en un infierno del que hay que huir”.

        Como Martín Ayerbe es un trabajador manual, precisó: “El tornero siempre tiene una tiza y un trapito, porque hace cuentas. Transforma la materia con sus manos y trabaja con la cabeza. Aunque algunos no lo crean, cuando nosotros torneamos, hacemos cálculos. Somos matemáticos de manos percudidas”.

En comunicación: recuperar derechos

        ¿Qué pasa con un insumo tan estratégico como el papel? “Hacen campaña política denunciando el vínculo entre Papel Prensa y la dictadura y no atacan, amenazan y no dan nunca el golpe. Y el papel sigue en manos de un monopolio”.

        En relación a los medios audiovisuales también fue contundente: repartir frecuencias entre organizaciones populares y limitar la potencia de las radios hegemónicas. “Radio Mitre tapa las radios que están al lado. Si quieren llegar a todo el país, que contraten gente y monten estudios porque ahora, comerle la cabeza a la gente, les sale muy barato”.

        Para la producción de contenido tienen propuesta: 50% nacional, 25% latinoamericana, 25% resto del mundo y “no puede ser 24% USA y 1% todo el resto. El que diga que esto es una decisión arbitraria y autoritaria, le digo que lo es tanto como la norteamericana que nos inunda con su producción basura, de prepo y por la fuerza”. Y con la sinceridad que lo caracteriza, remató: “Que no vengan a chamuyar con la libertad de expresión, porque el argentino que filma una película no tiene quién se la distribuya, no tiene a dónde estrenarla. Si perdemos el cine Gaumont, nos quedamos sin nada”.

        A contrapelo de las focas aplaudidoras de todo lo que es extranjero, Ayerbe planteó: “Necesitamos recuperar el derecho a estar informados, el derecho a los bienes culturales nacionales. Esto tiene apoyo en las bases, porque el pueblo quiere que la TV sea menos grosera, menos putaniera, menos denigrante, menos superficial. Y esto lo demuestra el canal Encuentro y Paca Paca”.

        Social 21 La Tendencia está conformada por hombres y mujeres que sienten la responsabilidad política-histórica de crear un movimiento de liberación nacional. Y para esto se nutren en los filósofos y poetas que transitaron barrios y se codearon con el pueblo, y están atravesados, aseguró Ayerbe, por la convicción de que “naides es más que naides”.

Por Mónica Carinchi

Deja una respuesta