Organizarse comunitariamente para mejorar el espacio público: “Es un mito que hay que podar los árboles”

Junto con sus vecinos, hace 30 años, el ingeniero Víctor Groppa plantó los árboles que hoy mejoran su barrio. Recordó que un árbol capta luz solar y la transforma en distintos tipos de energía. En Tigre están faltando más de 10.000 árboles. Hacer compost con los desechos hogareños, recuperar la biodiversidad que generan las plantas nativas y pensar cada decisión que se toma.

        Convencido de que las pequeñas acciones generan cambios, hace más de 30 años se organizó con vecinos para hacer una plantación de árboles. “Este lugar se estaba poblando y las calles no tenían árboles. Con algunos vecinos empezamos a criarlos de semilla y también a recolectar de los baldíos. Y organizamos plantadas por el barrio y por Panamericana”, contó el ingeniero agrónomo Víctor Groppa, vecino de Don Torcuato. Luego se organizaron para cuidarlos porque “el éxito de un árbol depende del cuidado del primer año, cuando hace las raíces”. Efectivamente, hay que regarlo, protegerlo de las hormigas y después, si los veranos son excesivamente secos, hay que reforzar el riego. Muchos de aquellos árboles “tenían un grosor que no superaba un centímetro y ahora no se pueden abrazar”. Así de generosa es la naturaleza.

        Entre los árboles plantados hay pecanes y “hoy la gente recoge sus frutos”. Éste es otro beneficio, por lo cual el entrevistado recomienda cultivar frutales en espacios públicos y da un ejemplo muy interesante: el ayuntamiento de Sevilla está aprovechando las naranjas urbanas para producir biogás. Es decir que lo que podría ser basura en las veredas se transforma en materia prima para generar energía.

        “¡Cuánto espacio desaprovechado!”, se lamenta Víctor.

Una cadena de relaciones

        Esas calles en las cuales las copas de los árboles forman túneles, hacen la vida de los citadinos más agradable. Por ello debemos cuidar a estos compañeros silenciosos: regarlos, agregarles compost, no podarlos. “Es un mito que hay que podar los árboles. No necesitan poda. Se hace puntualmente si hay riesgo de que se caiga una rama. Hay árboles a los que se les acorta el ciclo de vida por el mal manejo”.

        Lamentablemente, desde hace años vemos cómo se destruye el arbolado público, privando a los ciudadanos de los beneficios ecosistémicos que los árboles nos ofrecen y malgastando los impuestos. Lo que sí se debe hacer es un censo de árboles. “En Tigre faltan más de 10 mil árboles. Esto es verificable por fotografía aérea. Hoy la tecnología permite ver y contar los árboles por computadora y esa información ayuda a planificar. Es necesaria una política de plantación anual. No puede haber una campaña de plantación, sino un programa permanente que primero cubra el faltante y luego la reposición constante porque hay árboles que se pueden caer porque fueron mal plantados o por el viento o porque se mueren por vejez”.

        Por otro lado, el ingeniero Groppa también mencionó que se debe pensar constantemente en la biodiversidad, es decir que no se debe plantar una única especie. ¿Sabrán esto los amantes de las palmeras?

        La colonización cultural produjo un desplazamiento de las especies nativas y su biodiversidad asociada: insectos, aves, microorganismos. “Es necesario reponer las especies nativas y crear corredores biológicos para conectar el delta con los espacios verdes urbanos”.

        Cultivar árboles es imprescindible y económico. “En un metro cuadrado se pueden cultivar 100 árboles. La producción se hace a muy bajo costo, se necesitan las semillas, macetitas, tierra, agua. Y tiempo, por eso hay que empezar ya!”. Hace años que venimos diciendo que este Municipio es el único de zona norte que no tiene ni vivero ni reserva municipal. ¿Podrá incluirse en el presupuesto 2023 un vivero de plantas nativas?

        “Es necesario que haya políticas públicas enfocadas en la cultura del árbol. Todos los espacios libres tendrían que estar llenos de captadores y conversores de energía, que eso es un árbol”.

        Un árbol convierte la energía solar en madera, en frutos. “En este momento en que la energía empieza a faltar, se revaloriza el aprovechamiento de todos los espacios y todas las formas de captar energía”. Por esto, al cortar las ramas de un árbol, se está cortando algo parecido a un panel solar. ¡Qué estupidez, no?!

        Otra especialidad de Víctor Groppa son las huertas orgánicas que “se pueden hacer en espacios públicos, en balcones, en terrazas, no sólo para alimentarse, también porque ver crecer una planta llena de felicidad”.

        Los restos de frutas y verduras también son energía que “generalmente se tira, pero se puede recuperar a través del compostaje hogareño”. La mitad de la “basura” que va al relleno “sanitario” es materia orgánica.

        “Hay que cuidar los árboles, comer sano, reciclar. Hay que ser consciente de que cada decisión que tomamos, impacta sobre el resto”.

        El ingeniero Groppa dicta cursos de huerta orgánica por zoom a través de la UTN.

Por Mónica Carinchi

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