Exposición no autorizada de obras originales de Banksy: Un dardo a la emoción

La obra del más famoso grafitero inglés, Banksy, llegó a la Argentina. Hasta el 30 de noviembre, se puede ver en el pabellón Frers de La Rural (Av. Santa Fe 4363) la muestra Banksy, genius or vandal?  de martes a viernes a partir de las 14 y sábados, domingos y feriados desde las 10, siempre hasta las 21.30 horas.

        Más de 70 obras llevan casi 2 horas de recorrido: primeramente, una instalación audiovisual envolvente que cuenta los inicios del arte callejero en Nueva York y también los de Banksy. Luego, salas donde hay serigrafías, esténciles, óleos sobre lienzo, esculturas, instalaciones, videos y, por último, una experiencia de realidad virtual.

        Cada obra convoca a mirar, admirar y descubrir detalles, perfilados en la audioguía (se descarga gratuitamente) que, además, permite conocer características generales de la trayectoria e ideología de este artista callejero. ¿Cómo puede ser que el arte callejero esté encerrado en el pabellón Frers? Como todo humano, Banksy necesita comer, por lo cual también hace obra sobre soportes vendibles. Esta exposición se realiza gracias a que coleccionistas privados han prestado sus obras originales de edición limitada con sello de autenticidad. Porque Banksy reúne en sí el gusto por andar callejeando y la rigurosidad por evitar el plagio.

        Están sus obras más destacadas: El amor está en el aire, también conocida como El lanzador de flores, que atrae por su potente fondo rojo, en una de sus versiones, y también por el ramo de flores que está en lugar de lo que debería ser una bomba dado el gesto del joven; Niña con globo, un equilibrio perfecto entre el blanco profundo del lienzo, el dibujo en claro-oscuro de la niña y el rojo del globo en forma de corazón, porque un corazón no puede ser de otro color. ¿Será un homenaje a la película francesa El globo rojo? También está Napalm, una de sus obras más conmovedora, basada en la fotografía de Nick Ut que se hizo famosa como La niña del napalm. En relación a esta obra, Banksy dijo: “Los mayores crímenes del mundo no han sido cometidos por aquellos que han roto las reglas, sino por los que las siguen. Es la gente que sigue las normas la que lanza bombas y masacra ciudades enteras”.

        No faltan las famosas ratas, que, incluso durante la pandemia, pintó en el baño de su casa; ni los monos, que representan a muchos políticos; ni el billete de 10 liras con la cara de lady Di.

        La fotografía de Brexit, una gigantesca bandera de la Unión Europea pintada sobre una pared, con el detalle de un trabajador sobre el costado derecho que, subido a una altísima escalera, está despintando una de las estrellas, invita a la reflexión sobre el futuro de la Unión. Desde esa estrella despintada surgen resquebrajaduras que, quizás, estén preanunciando una posible desintegración del bloque europeo.

        Un video que es la contracara de Disneylandia, Dismaland, donde los visitantes se encuentran con horrores que no son divertidos, prepara para la última sala en la cual se participa de una experiencia de realidad virtual, 15 minutos que no son para contar, sino para vivirlos.

        La obra de Banksy apunta a la emoción y a la razón, de manera clara y sencilla, por eso sus muestras llevan más público que las de muchos artistas plásticos que prefieren estar entre ese grupo del cual el público pregunta “¿qué habrá querido decir?”.

        No se conoce la identidad de Banksy, aunque hay un dato: es inglés. Y como en Argentina también hay grafiteros, esta muestra se prolonga unos metros más allá del pabellón Frers, cuando cruzando la calle por la línea peatonal, en dirección a la ochava del ex jardín zoológico, encontramos un cartel grafiteado pegado sobre un poste que dice: Banksy, devolvé las Malvinas.

Por Mónica Carinchi

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