Allí se reúnen o se alternan todos los jubilados de los alrededores. Algunos van a leer los diarios o revistas, a comentar exhaustivamente los partidos, a enterarse de las novedades y a recordar sus años dorados.
José sabe todo: es una agencia de informaciones confiable, una agencia de colocaciones eficiente, una fuente de buenas ondas, un hombro para buscar consuelo de una pena. No solamente es una buena persona, sino que también un hombre bueno.
El día 31 de diciembre a media mañana, yo hacía mis compras de último momento. El club de José estaba muy concurrido. Paré brevemente para desear felicidades a los muchachos. Como un duque, José produjo una botella de sidra, me sirvió una copa y todos brindamos con él. A pesar de mis 80 años me ruboricé, yo era la única chica.
Inge S. de Luque
DNI 3.432.968
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