Aikido, la danza del universo

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La competencia es con uno mismo. Su fundador tuvo como objetivo formar promotores de paz, por eso no se busca destruir al adversario, sino neutralizarlo. Gustavo Romero es un instructor que practica esta disciplina desde 1992 y, desde hace un año, da clases en el Club Tigre Juniors (Av. Cazón 646, Tigre).

“Herir a un oponente es herirte a ti mismo. El arte de la paz es controlar la agresión sin producir daños”. Esta es una de las enseñanzas de Morihei Ueshiba, fundador del aikido, un arte marcial japonés.

Unir esta frase a un arte marcial puede parecer una contradicción, por eso Gustavo Romero – 2° dan de aikido – explicó: “La finalidad del aikido es la defensa para poder controlar un conflicto. En aikido no hay ataques, como forma de entrenamiento se aprende a manejar el conflicto, el cuerpo es lo último que se utiliza”. Y sintetizó: “Es un arte marcial 100×100 defensivo”.

Evolución constante

Tanto hombres como mujeres pueden practicar aikido; Gustavo recomienda los 6 años para iniciarse y dado que “no se requiere destreza técnica, ya que cada uno alcanza el desarrollo que su cuerpo puede darle”, no hay límite de edad para la práctica. “En base a ataques predeterminados se aprende a manejar el propio cuerpo; se aprende a neutralizar los distintos ataques. No es devolver, sino neutralizar el ataque”, especificó.

¿Y los saltos? – “Aikido es evolución constante. Cuando yo empecé, en el 92, solamente teníamos 3 formas de caer, actualmente hay 8 caídas distintas que permiten que el cuerpo llegue al piso sin exposición al golpe. De cualquier manera, en el momento de ejecutar la técnica, se tiene en cuenta la edad de la persona”.

¿Se practica con armas? – “Sí, pero tienen un sentido pedagógico porque a través de ellas uno aprende a manejar su cuerpo, a coordinarlo. El uso del arma no es su fin, como en el kendo. No existe el combate con armas dentro de esta práctica”.

El aikido tiene una plasticidad muy atractiva – “Sí, aikido es una danza. O sensei decía que es la danza del universo. Quizás es más fácil para la mujer ver esa danza y ejecutarla. Al hombre quizás le lleva un poquito más de tiempo captarla. Todas las artes marciales en general  tienen una parte masculina y otra femenina”.

El yin y yan – “Sí, incluso hasta en el protocolo mismo. Hay artes marciales que son rudas en combate, pero el ceremonial tiene que ser ejecutado con una fineza y delicadeza propias de la mujer. Recuerdo senseis que me han dicho que, en el momento de saludar, me tenía que sacar todo lo tosco del cuerpo y saludar con la finura de una mujer. Eso le da un sentido muy honorable a lo que se está haciendo”.

¿Hay mujeres practicando en tu grupo? – “Hay más hombres que mujeres, porque en general se tiene la idea de que las artes marciales son de combate, sin embargo para las mujeres es fácil entrenar aikido porque no requiere de fuerza”.

¿Participan de torneos? – “En aikido no existe la competencia. Como el único fin es el autoconocimiento, no se puede enfrentar a otra persona, por eso no hay torneos, porque no hay nada que mostrar. La única competencia es con uno mismo. Una de las frases de O sensei era ‘la única victoria sobre uno mismo’. Sí compartimos clases con otros dojos en sentido de camaradería”.

“No busques el camino en los otros / en un lugar lejano / el camino está bajo nuestros pies” (Taisen Deshimaru).

El autoconocimiento está relacionado con una búsqueda filosófica – “Todas las artes marciales japonesas tienen un profundo sentimiento filosófico, porque todas tienen su raíz en el budismo zen. La pintura, música, poesía, escritura, ceremonia del té, están vinculadas al zen”.

“Una rama despojada de hojas / un cuervo posado en ella / este atardecer de otoño” (Basho).

Gustavo está convencido de que el aikido es el camino para el autoconocimiento. “A partir de la práctica y de las conversaciones que se tienen con el instructor a cargo, se va logrando la paciencia y la calma. El alumno dedicado lo logra. Cuando uno se encuentra a sí mismo, automáticamente es capaz de definir sus limitaciones y la calma aparece; cuando no se tiene ese conocimiento, estamos nerviosos”.

“Aquel que conoce a otros es inteligente; aquel que se conoce a sí mismo, es sabio” (Lao Tsé).

El aikido es una disciplina que implica un gran desafío. “Un maestro mío decía que la perfección se logra en dos vidas”, comentó Gustavo.

Todos aquellos que quieran aceptar este desafío, están invitados a practicar martes y jueves de 21 a 22.30 hs. en el Club Tigre Juniors (Av. Cazón  646). “Recomiendo que vengan y hagan varias clases y después decidan si quieren quedarse. Venga y haga, venir a mirar no tiene sentido”. La invitación está hecha.

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