Delta Rowing, la alternativa del remo

Dan clases a niños y adultos, en  botes de remo y también kayak. Además organizan travesías de fin de semana, salidas diurnas y nocturnas – con cenas de camaradería – y escuchan todas las propuestas.  Trabajan de lunes a domingo, de 8 a 19 hs. Para contactarse con ellos info@escueladeremo.com.ar

“10 años atrás, en la capital del remo, una persona no podía alquilar un bote. Nosotros cambiamos esa situación, dijimos que si se puede alquilar una bicicleta o un auto, también se tiene que poder alquilar un bote si la persona sabe manejarse en el agua. Le dimos a la gente muchas alternativas, aquí se puede venir a remar un día o un año seguido, si un alumno quiere traer a un amigo, puede hacerlo. Cambiamos la forma de ver el remo en Tigre”, afirmó Fernando Martínez, quien – junto a Marcelo Barros – coordina Delta Rowing, Escuela de Remo y Kayakismo.

Un ejemplo de ese cambio “lo tuvimos la semana pasada”, dijo Fernando, “porque vinieron unos turistas de Inglaterra, nos mostraron sus medallas, manejaban los botes mejor que cualquiera porque viven remando y esas personas no hubieran podido salir a remar en un club de remo, gracias a nosotros pudieron hacerlo”.

Una atractiva actividad que es posible hacer en Delta Rowing es un paseo nocturno los días de luna llena, “algunas salidas incluyen una cena en la isla, otras veces remamos y después cenamos aquí en nuestra base. Suelen ir entre 70 y 90 personas”, contó Marcelo.

En la escuelita de remo de menores – de 8 a 16 años -, “hay un grupo de 35 a 40 chicos y chicas. En período de clases, salen los sábados de 9 a 11, en vacaciones agregamos 2 o 3 salidas más por semana. Aprenden a remar en bote y kayak. Es una escuelita recreativa, para empezar a tomar contacto con el agua. Salen con el chaleco salvavidas puesto y los acompaña una lancha. El profesor está abordo para dar una clase de calidad, con seguridad. Nada está librado al azar”, sostuvo Fernando.

En cuanto a los adultos, “el perfil de nuestros alumnos es fundamentalmente recreativo, buscan poner en movimiento el cuerpo” y Fernando enumeró los beneficios del remo: no hay límites de edad, no es un deporte de impacto que pueda lesionar, por eso se puede practicar toda la vida y se puede empezar a cualquier edad; no es un deporte de verano; no está limitado a los hombres, “hay muchísimas mujeres que reman”; no es necesario saber nadar porque “se sale con chaleco salvavidas sí o sí”. En este sentido, aclaró que “los botes son inhundibles, son botes de fibra 100 por 100 seguros, livianos; si una persona cae al agua, flota y el bote también flota y a las partes del bote que no flotan, por ejemplo el carrito, les pusimos planchas de telgopor para que floten. Hemos buscado todas las formas para dar seguridad a las personas y que el equipo esté a salvo”.

Como tienen varios turnos de salidas, cuentan con un grupo de instructores nutrido; en los botes de remo, hay un profesor para cada alumno, por eso todas las actividades son pautadas con anticipación, “todo funciona como un relojito”.

En relación a los kayak, “la actividad es más grupal, los profesores están al costado en otras embarcaciones, siempre van acompañados por una embarcación a motor porque la gente se puede cansar, por eso el apoyo de la lancha es muy importante”.

Como institución, participan en las regatas de travesía que se hacen una vez al mes, “tenemos un bote de competición que hicimos construir especialmente, le pusimos Juan Pedro en honor a nuestro entrenador de la adolescencia. Él (Juan Pedro Cremer) nos formó en el remo y también en valores, fue un segundo padre para todos los que tuvimos la suerte de conocerlo. Nos inculcó el respeto y el cariño a las embarcaciones, el amor al deporte”, señaló Fernando.

Para los turistas organizan salidas grupales, pero fundamentalmente “armamos lo que nos pidan. Si llama una señora y quiere ir a tomar el té con sus amigas a la isla, la llevamos. También damos hospedaje y guarda a remeros del interior. Hacemos salidas a Martín García y actividades para los que quieren pasear por el Delta, todos los días de la semana, aquí no es necesario esperar al sábado o domingo”.

Entonces ya sabe, si quiere recorrer los arroyitos del delta tigrense, deleitarse con el vaivén del agua, admirar los cañaverales, acérquese a Lavalle 945 y salga en un bote empujado por paletas celestes y  verdes, los colores que distinguen a Delta Rowing.