El sueño de la casa propia tambaleando

Beneficiarios del Programa Procrear reclamaron ante las puertas del Banco Hipotecario. Con plazos de entrega vencidos y con el temor de modificaciones contractuales arbitrarias, representantes de 442 familias visibilizaron sus problemas ante las puertas del Banco Hipotecario. Hasta el momento han realizado acciones legales, ésta es la primera acción directa que emprenden. La misma movilización se realizó en varias ciudades de la provincia de Buenos Aires.

 

Como es sabido, el problema habitacional de los sectores medios y bajos es una constante que parece no tener solución. Con la implementación del Programa Procrear, estas franjas de la población encontraron una posibilidad para acceder a la vivienda propia sin tener que dejar jirones de vida en el camino.

Muchos vecinos de Tigre se inscribieron y salieron sorteados, en 2014, para la compra de viviendas que se encuentran en un complejo urbanístico ubicado en Rincón de Milberg. Firmaron determinadas condiciones y comenzaron a pagar la preventa con cuotas accesibles a los bolsillos de los trabajadores. Pero el cambio de gobierno hizo que las entregas de las viviendas se dilataran y, además, se encontraron con la sorpresa de modificaciones en las condiciones de venta. Por este motivo, el lunes 5 los beneficiarios marcharon por la avenida Cazón hasta la puerta del Banco Hipotecario y allí con bombos, cornetas y cánticos reclamaron por sus derechos.

 

La única posibilidad

“De cara al futuro, es la única posibilidad que puedo tener, en cuotas y con tasas razonables, porque las tasas de un banco privado son impagables”, expresó María de los Ángeles, vecina de Pacheco que quedó calificada para el segmento 1.

María de los Ángeles es una docente de 31 años que, en noviembre de 2014, tuvo la primera entrevista en el Banco Hipotecario. Fue con ilusión y con miedo. Si le otorgaban el préstamo, podría planificar un futuro distendido; caso contrario, seguiría privándose de pequeños placeres para juntar pesito tras pesito para algún día llegar… “Puedo continuar con el contrato que firmé en 2014, pero si duplican la cuota, ya se tornaría imposible”, aseguró María.

El segmento 1 son los beneficiarios de menores ingresos, firman por una hipoteca a 30 años; pagan una cuota de preventa de $300 y al momento de la entrega, pasan a pagar $2500.

“El programa ya contempla la inflación por eso de preventa se paga un monto y, cuando se entrega la vivienda, se paga un monto mucho más elevado”, explicó Sebastián, un joven abogado que trabaja por su cuenta, que calificó en el segmento 5 – el de mayores ingresos, pagando una preventa de $6000 y, a la entrega, una cuota de $15.000.

Obviamente, el programa también tiene en cuenta que, mientras se paga la preventa, el beneficiario paga un alquiler, de ahí que la cuota inicial sea lo suficientemente baja como para hacer frente a todas las exigencias del diario vivir.

“Cuando se creó el Programa Procrear, junto con mi mujer lo vimos como la única posibilidad de acceder a la vivienda propia digna, porque nunca jamás cumplimos los requisitos para acceder a un crédito hipotecario de banco privado”, comentó Sebastián.

Todos los hombres y mujeres que el martes estuvieron bajo la lluvia reclamando por un derecho firmado y sellado en el 2014, pueden contar las mismas historias.

“El problema que tenemos es que quieren llevarnos a todos al segmento 5 porque la recomposición salarial hace que suba el ingreso, pero no el poder adquisitivo. Entonces, al momento de revaluar, quieren resegmentarnos y eso no está establecido en ninguna cláusula, en ningún término y en ninguna condición. Lo quieren hacer de manera arbitraria y este es uno de nuestros reclamos”, especificó el abogado.

La resegmentación implica, por ejemplo, que la hipoteca de 30 años del segmento 1 pasa a 20 años y la diferencia la tienen que integrar al contado. “Es un gran problema, porque son más de 200 mil pesos. Por otro lado, el segmento 5, por tener los mayores ingresos, se cae del tope, nos quedaríamos afuera del programa”, amplió Sebastián.

Durante todo el año, la información que recibieron fue muy vaga; en mayo los convocaron para visitar el complejo. “Vimos un departamento modelo y esto es entusiasmante, pero fue el último contacto oficial. Nosotros seguimos pagando y necesitamos que nos entreguen las viviendas porque la mayoría alquilamos. A mí se me vence el contrato en diciembre, qué hago?”, se preguntaba María.

Aparentemente, el complejo habitacional está casi terminado; todo lo que compete a este Municipio, les han dicho funcionarios tigrenses, está concluido. “Ahora hay muy pocos obreros trabajando, parece que hubo problemas con las constructoras que son Farallón y Centro”.

Las 442 familias vienen realizando acciones legales tendientes a normalizar la situación; se reúnen para consensuar todas las medidas a tomar, contando para esto con el apoyo del Municipio que les presta el Museo de la Reconquista.

Como respuesta a la acción directa, recibieron un comunicado del Programa Procrear, diciendo: a la fecha, el Programa recibió 263 unidades del desarrollo urbanístico Tigre. Prevén continuar con la recepción de nuevas unidades. Todavía falta la finalización de la red eléctrica, debido a una obra externa al predio; una vez terminada, se dará inicio a la entrega de las viviendas. Reiniciarán la convocatoria a beneficiarios suplentes. Implementarán una mesa de diálogo, conformada por referentes del Programa y un grupo limitado de beneficiarios. Reiteran que las Bases y Condiciones del Programa que aplicaron al momento del sorteo se encuentran vigentes.

Por el bien de las 442 familias esperamos que, en este caso, no estén aprendiendo en la marcha.

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