Hacia dónde va ahora

Un repaso por la política educativa y cultural de San Fernando a partir de 1995. El objetivo básico fue vincular educación con desarrollo local. La primera en llegar fue la actual Universidad Nacional del Arte (UNA). El Centro Universitario Municipal de Virreyes convocó a miles de estudiantes. Hubo muchos encuentros culturales que ya no se hacen.

        El Municipio de San Fernando supo construir una historia de políticas públicas culturales que lo destacó en todo el territorio bonaerense y aún más allá. Ese trabajo se inició en la década del 90, siendo intendente Osvaldo Amieiro. En los barrios más humildes se trabajó con clubes, con sociedades de fomento y, en general, organizaciones de la sociedad civil, que saben cómo llegar a los vecinos. Se invirtió en programas culturales y también educativos cuando llegó el FINES, abarcando a un amplísimo sector de jóvenes sanfernandinos.

        Asimismo, en el ámbito de la educación formal hicieron punta: estuvieron entre los primeros municipios que crearon centros universitarios y les dieron contenido firmando convenios con las universidades nacionales del conurbano. En este caso, la idea básica fue pensar proyectos educativos a largo plazo vinculados con el desarrollo local.

Vaciamiento educativo

        En el 2000, el IUNA (ahora UNA) llegó a San Fernando con dos licenciaturas: Arte Dramático y Artes Visuales. Su primera sede estuvo en el Sindicato La Fraternidad, en Victoria; luego funcionó en Libertador y Colón, hasta que, en 2012, se trasladó al Centro Universitario Municipal n° 2 donde Luis Andreotti dijo que quería que el IUNA se quedara para siempre en San Fernando, por lo cual estaban trabajando en una sede definitiva en el predio del antiguo corralón municipal, en San Ginés y Quirno Costa. Lamentablemente, ninguna de las dos cosas pasaron: no hay nuevas instalaciones en esa esquina y la UNA se mudó a Tigre, donde, desde luego, es muy bien recibida.

        Por aquel entonces también hicieron convenio con la Universidad de General Sarmiento. Posteriormente, dado que San Fernando es la capital nacional de la náutica, llegó la Universidad de Quilmes con su carrera de arquitectura naval y muchos cursos relacionados con la náutica, siempre apuntando a la capacitación de los vecinos para que pudieran desarrollarse laboralmente en la región. Para esta carrera se armó un astillero académico.

        El Instituto Nacional Aeronáutico empezó a dictar una diplomatura ya que en este Municipio hay un aeropuerto internacional. Tanto esta carrera como arquitectura naval son únicas en Latinoamérica, por lo que atraían estudiantes de otros países, posicionando al Municipio en el exterior. En este cuatrimestre, se dudaba por el comienzo de las clases y muchos están cruzando los dedos para que no pase lo mismo que con la UNA.

        La Universidad de La Plata dictaba una licenciatura en enfermería; se recibían casi 50 personas por año. Los recortes presupuestarios del gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal ahogaron tanto a las universidades que esta licenciatura se cerró un año antes de la pandemia. Se desconoce si el actual intendente de San Fernando está interesado en reabrirla.

        También se desarrollaron diplomaturas en inglés, portugués, ciencia y tecnología. Muchos docentes del distrito se pudieron capacitar a través de la Universidad Pedagógica de la Provincia de Buenos Aires.

        A través de un convenio con el Ministerio de Educación de la Nación implementaron la terminalidad educativa (FINES) en el Centro Universitario n° 1 y eso permitió que muchos estudiantes luego siguieran estudios superiores. Por allí circulaba muchísima gente lo que también daba un dinamismo económico a la zona, generando trabajo en librerías, fotocopiadoras, confiterías, quioscos. Por estadísticas, se sabe que gran cantidad de la población estudiantil era del sector comprendido entre las vías del tren Mitre y el Acceso Norte, es decir que sirvió para elevar el piso educativo y cultural del sector más postergado del Municipio.

        Como San Fernando tiene 3 centros comerciales a cielo abierto, se hicieron cursos especiales para ese sector, pues la idea constante fue vincular el sistema educativo con el mundo del trabajo y la producción.

        Las fuentes consultadas señalaron que esta política educativa unida al desarrollo local continuó durante la gestión de Andreotti padre, pero desbarrancó con la llegada de su hijo. “No se sabe hacia dónde va la política educativa”, fue la síntesis reiterada.

        Muchos vecinos señalan que hacer edificios es obra pública, pero que luego esos edificios se deben llenar de contenido y eso es lo que está faltando.

El pasado fue mejor

        Desde 1995 hasta 2010 hubo un trabajo cultural intenso: además de talleres en los centros culturales y organizaciones barriales, se hicieron los encuentros de teatro latinoamericano, los campamentos latinoamericanos de música, encuentro latinoamericano de títeres. Todos los años se festejaba el día del libro, el día de la patria; se armaba la fiesta de la primavera, fueron famosos los encuentros de artesanos.

        De toda la zona norte, San Fernando fue el Municipio que se destacó por su impronta cultural participativa, democrática, continua. En los últimos años, todos dicen que el Municipio se volcó únicamente al corso, donde pone mucho dinero, descuidando otras manifestaciones culturales y artísticas de mayor representatividad que las comparsas.

        Que espacios culturales como El Ombú y el Museo de la Ciudad permanezcan cerrados -no sólo en pandemia- malpredispone a muchos sanfernandinos que están ansiosos de reencontrarse con las manifestaciones artísticas y talleres que convocaban a toda la vecindad. “No se ve apoyo a los artistas locales”, dijo un viejo cultor del arte local, agregando que “si bien algo hacen, no es como antes”. Y una vecina también dio su opinión: “Tienen poco vuelo”.

        Recuperar la actividad cultural, que florecía en toda la ciudad y que siempre distinguió al distrito, es lo que teatristas, talleristas, músicos y todos los vecinos en general están esperando.

        Cultura y educación son dos áreas muy sensibles, se pueden desarrollar o se pueden subdesarrollar, igual que los países.

Por Mónica Carinchi

Deja una respuesta