La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) desarrollará en 2010 un proceso de reempadronamiento para digitalizar todos los datos de los contribuyentes inscriptos con clave única de identificación tributaria (CUIT).
Se trata de unos 7 millones de personas físicas y empresas que, desde enero, deberán volver a inscribirse ante el fisco para «brindarles una mayor seguridad jurídica» y evitar que terceros utilicen sus claves.
El jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, sostuvo en un encuentro con periodistas que en primer término la obligación regirá para quienes se den de alta en el régimen impositivo. Luego, el cambio regirá para todos aquellos que ya están inscriptos y tienen esta clave.
A todos, el fisco les escaneará el documento nacional de identidad (DNI), huella digital, fotografía y firma, tanto en las agencias como en puestos que la AFIP promete colocar en grandes centros comerciales. Las personas físicas deberán hacer el trámite en forma personal, mientras que en el caso de las personas jurídicas la responsabilidad recaerá en los presidentes de directorio y los apoderados.
Quienes tengan deudas con el fisco podrán cumplir con este trámite al igual que los que están al día. En ningún caso cambiará el número del CUIT. El funcionario dijo que, una vez que la AFIP confirme el domicilio de las personas que se reempadronen, les entregará una tarjeta de identificación que permitiría cumplir en el futuro con pagos impositivos en cajeros automáticos.
Para evitar complicaciones a contribuyentes y contadores, aclaró que habrá fechas específicas para los diferentes números de CUIT, y que si no se llega a realizar el cambio de todo el padrón el año próximo, se utilizará parte de 2011. «La intención es completar este proceso de digitalización para que esté disponible en el próximo gobierno», indicó.
Agregó que, una vez que se cierre el plazo, quienes no hayan cumplido con la reinscripción posiblemente sean dados de baja del sistema.
Para animarse a dar este paso, este año la AFIP realizó una prueba piloto entre los operadores de comercio exterior. Por esta depuración, se pasó de 91.500 a 56.288 inscriptos y no hubo ningún conflicto, según señaló orgulloso Echegaray.
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