“No al tarifazo. No nos dejen aislados”

El sábado 18 de junio, el sol comenzó a calentar y las cercanías de la estación fluvial se fueron llenando de visitantes que se transformaron en testigos de una movilización que puso en evidencia uno de los tantos problemas que hay en el municipio de Tigre.

A las 10 horas, vecinos isleros fueron llegando a pie a la estación fluvial, mientras otros se acercaban con sus lanchas hasta la boca del río Tigre. A las 11 de la mañana comenzó el corte del río. La razón: luchar contra el tarifazo.

Las lanchas se extendieron a lo ancho del río y sus ocupantes desplegaron banderas y cánticos. Mientras, sobre Lavalle y Paseo Victorica, la gente también se iba concentrando. ¿Por qué  protestan?, preguntaban algunos y siempre alguien estaba allí para explicar que el boleto isleño pasó de $12,50 a $25, que el abono que costaba $260 por mes, se fue a $700. Con estas explicaciones, varias mujeres dijeron: “Está bien que protesten por todo lo que nos está pasando”.

El corte del río se extendió por dos horas y durante todo ese tiempo, a los remeros que llegaban de uno y otro lado del corte, los manifestantes se ocuparon de hacerlos pasar; en tanto, les explicaban la razón por la cual se vieron obligados a tomar esa medida. En ese intercambio, se pudo escuchar a remeras que explicaban a sus hijos “aumentó mucho el boleto de la lancha”. Sólo un remero viejo montó un show: detuvo su bote y comenzó a insultar y hacer gestos obscenos. Se ganó el repudio  no sólo de los manifestantes, sino también de quienes estaban alrededor del monumento al remero que lo abucharon y rieron cuando él mismo dio vuelta su bote. Obviamente, en ese momento intervino la Prefectura para ayudarlo, así como los manifestantes más cercanos. Pero el señor se negó a agarrar los 3 salvavidas que le tiraron, rechazó la ayuda de los prefectos que se tiraron al agua y llegó solito haciendo la plancha hasta la estacada, donde nuevamente se dio el gusto de decirle a un prefecto, que le ofrecía su ayuda, “si te necesito, te llamo”. El intento por descalificar la pacífica protesta y el show posterior que armó el viejo remero le resultó un bumeran porque todos los espectadores coincidieron en que llegó hasta allí sólo a provocar. Los prefectos se lo llevaron y el señor tenía aún fuerzas para seguir insultando. Es evidente que practicar remo asegura muy buenos pulmones.

El accionar de la Prefectura garantizó la protesta pacífica, tanto en el agua como en tierra.

Concluido el corte, las lanchas se dirigieron hasta las rampas de la estación fluvial, donde, junto con los otros manifestantes que repartían volantes y explicaban razones a turistas nacionales y extranjeros, corearon la consigna “isleños unidos jamás serán vencidos”, recibiendo el aplauso del público que también está harto de tarifazos.

Posteriormente, los cánticos se concentraron frente al puesto de la Interisleña, principal proveedor del servicio de lanchas.

Luego, en asamblea, los isleños expresaron que muchos de ellos habían recibido llamados la noche anterior informándoles que el boleto había sido rebajado a $17, “el objetivo fue que no hiciéramos en el día de hoy el corte, pero aquí estamos, esto es histórico”, dijeron por altoparlante.

Los manifestantes no sólo reclaman que el valor del boleto se retrotraiga al precio anterior, sino que se mejoren las condiciones del servicio. “Nadie puede pagar estos precios, ni nosotros, ni nuestros familiares cuando nos vienen a visitar ni los turistas”.

Seguiremos informando.

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