Peligro nacional: Falta de médicos especialistas en terapia intensiva

Miembros de Comisión Directiva del Colegio Argentino de Terapia Intensiva (CATI), con la Dra. Carina Balasini, su Presidenta, el Dr. Alejandro Risso Vázquez, Coordinador Médico de Terapia del Sanatorio Otamendi, y Mirolli, Vocal titular, analizaron la preocupante falta de profesionales de esta especialidad.

 

Desde el Colegio Argentino de Terapia Intensiva (CATI) informan que hace años se está advirtiendo sobre la falta de especialistas en terapia intensiva. Así fue expresado por la presidenta del mismo, la Dra. Carina Balasini.

La población de los países desarrollados está envejeciendo, con aumentos de accidentes y víctimas de violencia. Esto obliga el incremento de camas de Terapia Intensiva en las grandes urbes. Pero la mayor demanda de áreas críticas y camas de terapia intensiva, no se acompañan de un aumento de médicos especialistas. Esta problemática fue advertida por la SATI (Sociedad Argentina de Terapia Intensiva) y el mismo CATI en el 2007 que según datos relevados estimaban que hacían falta 700 médicos especialistas para poder atender la demanda creciente de camas de terapia intensiva. Esta falta de especialistas, al año 2013, se estima que se triplico, por lo que actualmente hacen falta alrededor de 1500 a 2100 médicos especialistas. Otro dato muestra que actualmente hay 1200 intensivistas para las 9116 camas disponibles en las 854 UTI hospitalarias del país, que en promedio tienen 10 camas, según datos que ha informado la SATI.

Cuando analizan los factores que implican la falta de recurso humano, se identificó que la especialidad terapia intensiva tiene una inserción laboral que es netamente de guardia a excepción de los médicos con mando de coordinación o jefaturas, en general de 24 horas son las guardias; remuneraciones no adecuadas a la exigencia de la especialidad, y la constante necesidad de capacitación que requiere la atención de los pacientes.

En el último relevamiento nacional realizado en el 2012, publicado en la revista argentina de terapia intensiva, muestra que 1 médico cada 8 camas se da en el 70% de los servicios de carácter estatales (hospitales) y en el 30% restante 1 médico cada 10-12 camas; otro aspecto relevante fue que de los 40 servicios supervisados, solamente 32 tenían jefes especialista.

Los que no tienen especialistas en terapia intensiva (8 centros), tienen médicos cardiólogos, clínicos, generalistas y/o internistas. Las guardias de 24 hs. las realizan el 44% de los médicos, guardias de 12 a 24 hs. el 47% y fracciones menores de 12 hs. el 9%. Esto a nivel mundial viene cambiando por la alta exigencia de la especialidad, pero en nuestro país no se cumple.

Con respecto a la remuneración de los médicos de las unidades de terapia intensiva difiere según la región del país. Del relevamiento marzo-abril 2012, el valor más bajo fue de $800 días de semana y $1200 fin de semana o feriado, informaron de Tucumán, Salta, Jujuy y Santiago del Estero. Estos montos se vieron duplicado en Buenos Aires y en el sur del país. En San Juan por ejemplo se abona por cama y por interconsulta. Este último punto es en la actualidad el problema asociado a la falta de médicos intensivistas que pone a la especialidad ante una gran crisis a nivel nacional donde el sistema de salud no ha puesto herramientas para poder resolverla.

Si a ello se suma que la cantidad de camas no cubre las necesidades de la población – que cada vez es mayor y requiere más de atención crítica -, el resultado es un déficit importante en el que se cruzan muchas variables sin solución a corto plazo.

 

Qué es un especialista en Terapia Intensiva

Un intensivista es un especialista en Medicina Crítica y Terapia Intensiva que está formado para cuidar y ofrecer la mejor  calidad de atención a pacientes graves o críticos. Está entrenado y certificado lo que garantiza en competencias necesarias para atender enfermedades graves con riesgo de vida, que requiere el manejo de tecnología específica de alta complejidad. Los pacientes poli traumatizados por accidentes, insuficiencia respiratoria, cuidados post quirúrgicos, hemorragias cerebrales, infarto cerebral, son un breve listado de enfermedades que requieren del intensivista.

La especialidad se adquiere luego de la carrera de grado que toma 4 a 5 años de entrenamiento y formación en residencias médicas en asociación a cursos de especialistas que ofrece la SATI y/o varias universidades del país. La prolongada formación, mayor a 10 años recién permite al médico prestar servicios en forma independiente y competente.

Esto hace que los médicos jóvenes no tomen como camino la especialidad ya que las condiciones laborales son malas, tanto en el sistema público como privado, asociado a la mala remuneración que perciben los médicos en ambos sistemas. En el último análisis realizado por el Ministerio de Salud de la Nación, se refleja que del 100% de cargos de residencia ofrecidos en terapia intensiva, en la Argentina solamente se han cubierto solamente el 42% de vacantes ofrecidas para la formación de médicos especialistas (www.msal.gov.ar/residencias/), en contraposición de lo que ocurre con anestesiología que se cubren el 100% de las vacantes o el de anatomía patológica.

Según el CATI, la deficiencia de médicos especialistas que viene aumentando en estos años están dado fundamentalmente por residencias y cargos de terapia intensiva sin cubrir; el 40% de los especialistas no proyecta terminar su carrera como intensivista y se trasladan a otra especialidad más amigable; envejecimiento de los profesionales que permanecen en actividad; aumento de las vacantes cubiertas por mujeres en edad fértil que se alejan de sus hogares por encima de cualquier especialidad. El 40% son mujeres con 2 guardias semanales que implican 100 días por año fuera de sus hogares. El 42% de los especialistas necesitan más de 2 guardias semanales por las condiciones adversas de pago que tiene la especialidad. Esto obviamente se ve más acentuado fuera de CABA, por ejemplo en los hospitales de la Provincia de Buenos Aires.

La merma de intensivistas disminuye la calidad de atención de pacientes graves internados, con el inexorable aumento de la mortalidad hospitalaria. Afirma el Dr. Risso Vázquez que “esto no solo se ve en terapias intensivas de adultos, sino también en las terapias neonatales y pediátricas”. Sin dudas, está “crisis” se acentuará más por lo que se observa en hospitales de Buenos Aires, Córdoba, Chaco y San Juan, que son algunos de los que mayor déficit de intensivistas presenta, según expresa Vázquez.

Por otro lado, el CATI busca cambiar el paradigma actual del médico intensivista, proponiendo lo siguiente:

Dejar el sistema de guardias de 24 horas porque es inhumano. Las decisiones que se toman luego de 12 horas de guardia, con el sueño, el cansancio, pueden ser muchas veces erróneas y un error en cuidados intensivos puede costarle la vida al paciente.

Declararla en todo el país actividad insalubre porque ya existe en varias provincias, se trabaja 24 hs. con alto grado de estrés con pacientes infectados con gérmenes multi resistentes, el nivel de ruido es altísimo (sonido de los respiradores, alarmas, etc.), exposición a rayos X, etc.

La insalubridad que se aplique a los médicos intensivistas como sucede con otros actores de la Unidad de Terapia Intensiva.

Tener salarios acorde a la especialidad como otras que dependen de terapia intensiva, incrementando los haberes mensuales para que se correspondan con las exigencias de la especialidad.

Jubilaciones anticipadas por tarea riesgosa para que los profesionales no pasen a otras especialidades.

Estas dificultades no son exclusivas de la Argentina, pues se repiten en todo el mundo, con consecuencias sobre la población que son y serán cada día más deletéreos.

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