Prevención y detección precoz, las claves para luchar contra el cáncer de cuello de útero

Controles ginecológicos. Desde hace un año, la Dra. Marité Mastromónaco realiza una campaña de prevención ginecológica en su consultorio de Don Torcuato (Central 426, local 18). Con aranceles accesibles, las pacientes se realizan controles de rutina, consultan sobre métodos anticonceptivos o acceden a otras especialidades. Para mayor información Facebook/Marite Mastromónaco

 

Para recordar una vez más a las mujeres que los controles ginecológicos salvan vidas, el 26 de marzo se celebró el Día Mundial de Lucha contra el Cáncer de Cuello de Útero.

Con gran perseverancia, también la Dra. Marité Mastromónaco apuesta a los controles sistemáticos para erradicar esta enfermedad. En su consultorio de Don Torcuato ha iniciado una campaña de prevención, por la cual, en un año, se han atendido más de 1000 pacientes.

Su historia familiar le demostró que prevenir es la clave. “Cuando yo tenía 18 años, mi mamá tuvo cáncer de cuello de útero. No iba a hacerse el PAP y yo un día le dije ‘acá tenés tu turno’, fue y le encontraron el cáncer. Gracias a que se detectó tempranamente, se operó. De esto pasaron 20 años y mi mamá sigue con nosotros. Por eso siempre les digo a las mujeres que se hagan un tiempito una vez al año”. Y a aquellas que ponen excusas, les dice: “Si vos no estás sana, ¿quién va a cuidar a tus hijos? Estando la mamá bien, los hijos también están bien”.

 

La consulta es esencial

Para que no queden dudas sobre los controles ginecológicos, la Dra. Mastromónaco explicó: “Los controles se hacen siempre. Hasta los 14 años, los hace el pediatra. Después hay ginecología infantojuvenil. Luego sigue la ginecóloga. El PAP y la colpo se hacen una vez iniciada la actividad sexual; después de la primera relación sexual, se espera un año y se hace”.

El control ginecológico incluye revisación de mamas, PAP y colpo. “A la mujer mayor de 40, se le agrega mamografía, ecografía, es decir los métodos complementarios según la edad de la paciente”.

Marité aconseja una autorrevisación de las mamas, unos días después del ciclo menstrual. “Con las manos se detecta lo que es mayor a un centímetro, entonces, si la mujer se encuentra algo, enseguida debe ir a la ginecóloga”.

La displasia mamaria es muy frecuente, en todas las edades. “Es benigna, se controla, no deriva en cáncer”. Pero atención! Porque el cáncer de mamas es muy frecuente entre las mujeres argentinas, “incluso en jóvenes, he tenido pacientes de un poco más de 20 años con lesiones muy chiquitas, pero eran cáncer”. Las causas pueden ser múltiples, “desde lo hereditario hasta métodos anticonceptivos, la alimentación (chatarra) y lo ambiental”.

La colposcopía es la observación del cuello del útero. “Si vemos imágenes que nos parecen raras, tomamos una muestra y la biopsiamos para saber si hay que hacer tratamiento”.

Algo bastante frecuente es el Virus del Papiloma Humano (HPV), virus de transmisión sexual. “Puede provocar lesiones de alto y bajo grado, las dos se curan, por eso es importante hacer el control. Se hacen topicaciones o cirugías, muy sencillas”. Pero si esta patología no se controla, “puede evolucionar hacia un cáncer de cuello de útero”. El virus se encuentra en las células, tanto de las mujeres como de los hombres. “Muchas veces lo transmite el hombre, pero no tiene manifestaciones. Por eso, cuando la mujer tiene HPV hay que mandar al marido a la consulta con el urólogo, porque quizás no tenga lesiones a simple vista”. Y reiteró: “Es un virus muy frecuente, si se diagnostica, se cura”.

Como dato a tener en cuenta para las mujeres menopáusicas (un año entero sin sangrar), Marité indicó que “si aparece una manchita de sangre, hay que consultar. Puede ser un trastorno hormonal o una lesión previa a un cáncer de útero”.

La insistencia en los controles anuales se debe a que “cuando el cáncer ya está instalado, es difícil la curación, mientras que la detección precoz es importantísima, porque la gente se cura”.

Para que todas las mujeres puedan atenderse, Marité realiza el PAP y la colpo por $150. “Tratamos de abaratar los costos y facilitar todos los trámites, por eso si se tienen que hacer otros estudios, tenemos recetarios de muchas obras sociales y prepagas”.

A los bajos costos hay que sumar la calidez y amabilidad de la Dra. Mastromónaco que nos aclaró: “Yo soy así en todas partes, no sólo en mi consultorio trato bien a los pacientes, también los trato bien en el hospital o en una salita”. Por esto muchas madres llevan a sus hijas para su primera charla sobre sexualidad.

“La gente consulta muchísimo sobre métodos anticonceptivos. Para cada mujer hay un método. No hay que ir a la farmacia y comprarse una caja de anticonceptivos, hay que consultar con la ginecóloga. Si una paciente fuma, no puede tomar anticonceptivos; también hay que controlar la presión y otras cosas más”.

Marité recordó que existen leyes nacionales por las cuales se entregan anticonceptivos y preservativos y se colocan DIU, de manera gratuita.

Ya sea para prevenir enfermedades o para conversar sobre planificación familiar, la Dra. Marité Mastromónaco atiende en su consultorio de Don Torcuato.

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