Prevenir en salud

Actividades lúdicas para el desarrollo neuronal. En el taller de Estimulación Cognitiva, la psicopedagoga Carolina Fernández Reigosa trabaja desde la prevención. Está dirigido a personas adultas sin límite de edad. Funciona en El Talar y en Tigre centro. Para mayor información comunicarse por Instagram @carofernandezreigosa

Cada vez vivimos más y lo que debemos lograr es, además, vivir mejor. Para esto no sólo es necesario cuidar nuestro cuerpo, debemos también cuidar nuestro sistema neuronal, cuya gran plasticidad reacciona a estímulos que marcan caminos para que las capacidades cognitivas se mantengan e, incluso, mejoren. ¿Quién no hace en su casa crucigramas o intenta resolver un sudoku? Pero si estos ejercicios intelectuales se realizan en compañía y guiados por una profesional creativa y muy vital, el resultado está acreditado.

“Mi principal objetivo es que el Taller de Estimulación Cognitiva sea útil para incrementar la memoria, la atención, la percepción, el lenguaje y todas las funciones de la inteligencia”, precisó la psicopedagoga Carolina Fernández Reigosa, quien ya lleva varios años en el desarrollo de este taller, por lo cual tiene una carpeta de actividades bien gordita y con aros grandes para seguir incorporando hojas.

La estimulación cognitiva es un conjunto de ejercicios y actividades destinadas a mejorar y/o mantener las capacidades mentales a lo largo del tiempo.

Mirar con ojos nuevos

Estar abierto a nuevas experiencias es un dato clave, por lo cual Carolina recomienda ver “una película de esos directores que nunca vemos y después comentarla con el grupo”. No es necesario que a uno le guste, hasta puede irritarlo, lo importante es aceptar lo nuevo y después compartir las emociones. “Se mejora o avanza experimentando cosas nuevas, cediendo a lo diferente”, expresó Carolina que siempre sorprende a las talleristas. Por otro lado, fortalecer las relaciones sociales y descubrir nuevos potenciales cognitivos es un camino de bienestar que también se ejercita en el taller.

Además de trabajar con el lenguaje y ejercicios aritméticos, aprovecha características del lugar. “Realizar alguna actividad física sin sacrificio es muy recomendable. Aquí tenemos jardín y lo usamos, pero a veces el frío o la falta de espacio nos obliga a permanecer en el interior. Sin embargo, eso no limita las posibilidades de juego”, explicó. Mantener un ritmo de vida activo tanto en lo físico como en lo intelectual es la recomendación para una vida plenamente sana.

Si bien originalmente el taller fue armado para adultos mayores, fueron incluyéndose “personas que son adultas, pero no se pueden pensar como mayores, entonces hay una franja etaria que va de los 52 a los 84 años”. Sin dudas, la heterogeneidad enriquece las actividades.

En la actualidad la psicopedagoga Carolina Fernández Reigosa coordina dos talleres, uno en El Talar y otro en Tigre centro, del cual dijo: “Las participantes son muy exigentes. Me desafían, poniendo en tela de juicio, por ejemplo, alguna consigna que no fue muy clara”. Cada taller es un pequeño mundo donde todos se enriquecen, incluyendo, por supuesto, a la coordinadora quien finalizó la entrevista diciendo: “Yo voy aprendiendo e interviniendo según la demanda del grupo”.

Por Mónica Carinchi

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