El deporte del tercer tiempo

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Con 30 años de trayectoria, el TRC cubre todas las categorías, desde infantiles hasta adultos. Su presidente resaltó que todos pueden practicar este deporte, que, fundamentalmente, se desarrolla en un clima de camaradería. Para informes info@trc.org.ar o rugbyinfantil@trc.org.ar

 

En el Partido de Tigre, hace ya 30 años, los amantes del rugby tienen su espacio para jugar y hacer amistades. “Con Pedro Chillo a la cabeza, acompañado por el Gordo Goya, se hizo de la nada lo que hoy tenemos. Durante los primeros 5 años se trabajó muchísimo, empezamos con un humilde quincho y hoy tenemos un club bien equipado”, señaló Omar Guntaue, presidente del Tigre Rugby Club (TRC).

Fue el intendente Ubieto quien les dio en comodato 5 hectáreas sobre Benito Lynch y “el año pasado, que cumplimos los 30 años, la Municipalidad renovó el comodato por 20 años más”.

El TRC tiene todas las categorías: infantiles (5 a 14 años); juveniles (15 a 19 años); superior (de 19 años en adelante): también “los más grandes seguimos jugando en veteranos”, dijo Sergio San Román, coordinador de infantiles. A esto hay que agregar que el equipo de quad rugby entrena en el club.

 

El rugby y la amistad

“La generación de los 40 está devolviendo al club lo que éste les dio, están ayudando en lo que mejor sabe hacer cada uno. Ya dejaron de jugar y ahora se suman para entrenar. Vemos excelentes perspectivas porque están muy comprometidos con el club, por eso los más viejos podemos dar un paso al costado, porque esta generación trae ganas, ideas y compromiso”, resaltó su presidente.

Justamente un integrante de esa generación es Sergio, que expresó su agradecimiento a todos los padres que “colaboran muchísimo” y a los entrenadores que se han incorporado últimamente. “Acá hay mucha pasión, porque no se podría hacer de otra manera”, comentó.

Y como esa pasión se ve en la cancha, en lo que aparenta ser un deporte violento, Sergio aclaró: “La primera pregunta que nos hacen las mamás es si el nene se puede lastimar. La respuesta es que pueden tener lesiones como en cualquier deporte, pero hay técnicas y una preparación adecuada para que nadie se lastime. El rugby es un deporte de contacto, que parece violento, pero, si así fuese, de un fin de semana a otro nos quedaríamos sin jugadores”.

A Pedro Guntaue le interesó resaltar que “el rugby es un estilo de vida, que se construye con responsabilidad, respeto, compromiso. Y el juego mismo los desarrolla, porque en este deporte entran 15 jugadores a la cancha y todos tienen la misma importancia, porque se trabaja realmente en equipo”. Por su parte, Sergio confirmó: “Transmitimos valores que estamos convencidos que sirven para la vida”.

Por supuesto, uno de esos valores es la amistad: “La estructura reglamentaria del rugby tiene aspectos que no están escritos: el honor, la solidaridad y el tercer tiempo que significa que, después de estar dentro de un campo de juego, dos equipos circunstancialmente adversarios, después comparten algo todos juntos”, explicó el presidente. Este famoso tercer tiempo es estimulado desde todos los niveles institucionales: “Nosotros formamos parte de la Unión de Rugby de Buenos Aires, dos veces al año realizan un encuentro con todos los clubes, más de 80. Ahí puede haber 7000 chicos, en distintas sedes, y es fundamental el tercer tiempo, porque el rugby es un deporte de amigos, porque lo que se busca es demostrar que se puede jugar con otro equipo, nunca contra, y después juntarse a compartir un momento de amistad”, expresó el coordinador.

Otro espacio para establecer relaciones son “las giras, el año pasado fuimos a Concepción del Uruguay, convivimos 3 días en un regimiento y fue muy lindo. Intentamos que sea una actividad deportiva-cultural y que conozcan a otras personas”, aclaró Sergio, que en las giras se divierte tanto como sus alumnos.

La población del TRC es muy variada, “se juntan todos los sectores, de barrios privados y de barrios populares”. Además, para aquellos niños que no puedan pagar la cuota, “que es muy accesible”, el club tiene becas. Asimismo, cuentan con un micro que “va recogiendo chicos de distintas zonas, los lleva al club y los devuelve a sus casas”.

Con la incorporación de varios entrenadores para los infantiles, ahora también buscan que ingresen más niños porque “queremos encarar un crecimiento importante”, enfatizó el apasionado coordinador. Es decir que el TRC tiene sus puertas abiertas para los niños y también para los adultos que quieran intentar un full back y como no es un club machista, hay un sector dedicado al jockey femenino y para ellas será la próxima nota.

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