La memoria hace futuro

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La EEM Nº 8 de Pacheco fue reconocida por la Comisión Provincial de la Memoria. En el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se descubrió una placa con un dibujo del Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, por la prolongada y destacada participación de la institución educativa en el Programa Jóvenes y Memoria.

        La EES Nº 8 de Pacheco se encuentra en una zona con muy pocos vecinos ya que está pegada al campus de la UTN y a playones de colectivos y trenes, por lo cual, fuera del horario de entrada y salida, es común no encontrarse con otros caminantes. Sin embargo, el miércoles 23 de marzo ese paisaje solitario se transformó: varias personas iban hacia la escuela cerca de las 10 de la mañana. El motivo: el reconocimiento de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM) a docentes y estudiantes por la participación en el Programa Jóvenes y Memoria, desde hace más de 10 años.

        El marco de esta actividad fue la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, por lo tanto, los docentes del turno mañana y los estudiantes compartieron la actividad con los invitados especiales: docentes y directivos jubilados, alumnos egresados, funcionarias municipales, concejales, familiares de detenidos-desaparecidos y la representante de la CPM, Macarena Ordenavía.

        Antes del inicio del acto formal, hablamos con la referente del Programa Jóvenes y Memoria, quien destacó que la escuela Nº 8 fue pionera en el Partido de Tigre, de ahí el reconocimiento. “Durante muchos años hicimos encuentros regionales en este colegio. Nos peleábamos por venir acá porque nos recibían con un show musical”, recordó con entusiasmo Macarena Ordenavía. Y esto se reiteró, pues un ex alumno abrió y cerró el acto con temas musicales alusivos a la ocasión.

        El Programa Jóvenes y Memoria lleva 20 años de existencia. Si bien en un principio se trataban temas relacionados con la última dictadura militar, en los últimos tiempos los temas fueron variando: “El programa es de los jóvenes, por eso se fueron incorporando temas como la desigualdad o la diversidad. Pero siempre les pedimos que hagan hincapié sobre qué se le debe requerir al Estado en esas problemáticas que presentan”.

        Abordó, asimismo, un tema fundamental: el efecto de las actividades en los estudiantes. “Nosotros no hacemos ningún tipo de seguimiento, pero conocemos un montón de historias que les pasan a los pibes después. Muchos quieren seguir participando en el programa como voluntarios. El voluntariado tiene más de 10 años y sin ellos tampoco se podría hacer el programa. Incluso muchos volvieron como docentes y son coordinadores de equipo”.

        Con todos los estudiantes ya en el patio, los invitados se acomodaron para empezar el acto formal.

La escuela da pelea

        Como en todo acto escolar, un profesor leyó el discurso que recordó la fecha y, en este caso, el hecho especialmente convocante: la placa con un dibujo de Adolfo Pérez Esquivel, otorgada por la CPM a la escuela, por su prolongada y destacada participación en el Programa Jóvenes y Memoria. Alfredo Cáceres, profesor de historia, inició y cerró su discurso con una frase que ya es parte del pueblo argentino: Nunca Más.

        La profesora jubilada Virginia Baldo y el profesor Marcelo Magne, también jubilado, que participaron con gran dedicación en este programa, se dirigieron a los presentes.

        “Agradezco vivir en un país donde la educación es una preocupación. Si bien abandonada muchas veces, es una institución que todavía da pelea”, dijo la profesora. En tanto Marcelo Magne alentó a los estudiantes a seguir investigando sobre las violaciones de derechos humanos ocurridas en el partido de Tigre, porque “los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos lo merecen”.

        Entre los invitados a decir algunas palabras estuvo el ex alumno Braian Hass, que fue saludado con mucho afecto por sus antiguos profesores. Mirando especialmente a los estudiantes, Braian exclamó: “Esperamos que ustedes no den ni un paso atrás por los compromisos y por las victorias que hemos tenido como país”.

        El momento de más emoción llegó cuando se descubrió la placa, colocada en un lugar de mucho tránsito con el objetivo de que todos la vean.

        Cuando el acto oficial concluyó, se volvieron a armar grupos. Parecía que nadie quería irse. Con una sonrisa radiante, Braian Hass contó que está próximo a recibirse de profesor de Historia. “Virginia Baldo, María Adela, fueron referentes para mí y por ellas me interesé por la docencia porque sentí que hay un camino para transitar en materia de construcción social”. Braian recordó las obras de teatro que hizo con sus compañeros a partir de testimonios de familiares: “Fueron obras que conmocionaron a muchas personas y hasta el día de hoy, cuando las hacemos, nos emocionamos. A mí lo que más me emocionó de esa época fue construir un pequeño grupo que buscaba transformar la realidad de la escuela”.

        La conversación continuó en una confitería con los dos profesores que fueron pilares de este Programa durante muchos años: Virginia Baldo y Marcelo Magne. Detallaron los distintos trabajos que presentaron en los encuentros en Chapadmalal y se detuvieron especialmente en una jornada en el edificio Libertad, sede de la Armada Argentina. En esa oportunidad presentaron un trabajo sobre Ford donde hubo un centro clandestino de detención. “Allí estaban los profesores de la escuela de la Armada y los cadetes, todos uniformados. En una tarima estaba el Almirante y otros oficiales. Además de nosotros, había ido otra escuela del interior de la provincia. En una discusión sobre los trabajos presentados por los estudiantes, aparecieron los prejuicios de los docentes de los cadetes, que cuestionaron lo mostrado. Nuestros alumnos defendieron el trabajo con argumentos contundentes, sobre todo Belén, que dijo que había existido un centro clandestino de detención en una fábrica. Toda la discusión se sostuvo en el marco del respeto, tal es así que el Almirante nos invitó a nosotros dos a tomar café. Luego, cuando fuimos a Chapadmalal, nos enteramos que la Armada había presentado un trabajo sobre Malvinas”.

        La jornada terminó con la convicción de que hacer memoria genera futuro.

Por Mónica Carinchi

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