Tigrenses solidarias. Un grupo de jóvenes apadrinan las escuelas Nº 782 de Pampa Solís, a 40 km. de Tres Isletas, y la N° 529 de Colonia Vélez Sarsfield, ambas del Chaco. Toda donación es bienvenida para la utilidad de estos pequeños de dos escuelas rurales. Para contactarse pueden escribir a silviachillo@yahoo.com.ar

Con la intención de demostrar sus agradecimientos a Dios “por tener trabajo, una cama calentita, un plato de comida siempre”, un grupo de tigrenses decidieron depositar sus energías en acciones que trajeran como consecuencia, un enorme placer.

Fue así como se acercaron a la Asociación de Padrinos de Escuelas Rurales (APAER) para asumir el compromiso de apadrinar a la escuela Nº 782 de Pampa Solís, a 40 km. de Tres Isletas, provincia del Chaco. “Comenzábamos tímidamente a ejercitarnos como dadoras de todo tipo de necesidades: ropa, útiles, libros, computadoras, alimentos pero por sobre todo, amor”, manifiestan, “esos niños con su maestro, requerían un nexo entre tanta gente solidaria”, agregaron.

Héctor Liva, además de su maestro, es quien dirige la escuela. Recorre 40 km. que hay desde su casa para trabajar en una comunidad que carece de muchas cosas: sus pobladores viven en casas de adobe, con pisos de tierra, con letrinas como baños, no poseen agua potable, sólo pozos a cielo abierto, con veranos de cincuenta grados a la sombra e inviernos fríos y sin protecciones en las ventanas ni sistemas de calefacción más allá de los braseros. Sólo algunos, los más privilegiados, tienen energía eléctrica, por lo tanto, los niños conocen el mundo de la mano de “Don Liva”, a quien saludan a diario dándole la mano y diciéndole “Buen día, Señor” porque allí, “El Maestro” es quien ejerce la hermosa tarea de instruir, educar, enseñar desde la higiene personal hasta lo conveniente para el cultivo en la zona.

Estas historias atraparon la solidaridad de más vecinos de Tigre y tal es así, que se incorporó en la agenda de trabajo, el padrinazgo de otra escuela, la N° 529 de Colonia Vélez Sarsfield, también del Chaco, con 23 niños que necesitaban de todo y con una escuelita muy deteriorada. Sus dos maestras pidieron ayuda a nuestra provincia: Buenos Aires. “Así sumamos este nuevo desafío y comenzamos a trabajar para acercarles lo necesario. ‘Los chicos no se animan a cantar’ decía la carta de la señorita porque no tenían ni siquiera un grabador para pasarles música”.

Las vacaciones de invierno fueron los días oportunos para emprender el viaje al Chaco y enviar todo lo reunido, gracias a una empresa de transporte “que nos cobra muy barato”, dijeron las voluntarias. “Las escuelitas necesitaban cocina nueva, y gracias a la generosidad de Nora, la dueña de electrodomésticos Maxi, ambas escuelas recibieron cocinas nuevas además de financiarnos parte de la compra de los juguetes”, agradecieron.

“En vacaciones de invierno llegamos hasta ellos, cargadas de juguetes y golosinas. Los caminos de tierra y la lluvia no nos impidieron llegar hasta las casas de muchos de los chicos para conocer cómo vivían. Tuvimos la suerte de conocer y compartir con gente llena de pobreza y dignidad, que nos recibieron en sus casas con mates, tortas fritas y una gran sonrisa. Lo poco que tienen lo ofrecen en gratitud por lo que reciben”, reconocieron las voluntarias. “La felicidad que se siente viendo a los chicos cantando a gritos con el equipo de música que les enviamos, o leer en sus cartitas que gracias al televisor y la video ya no salían al patio en las frías mañanas de invierno y se quedaban a mirar los dibujitos, es difícil de describir con palabras”.

Por lo pronto, este grupo volvió con el compromiso renovado de seguir cumpliendo con la hermosa tarea de apadrinarlos, con el conocimiento de que hay muchas otras escuelas esperando padrinos.

La página de la APAER es www.apaer.org.ar, con domicilio en Conesa 2141 (PB “A»), Ciudad de Bs. As. Sus teléfonos son: 4788-5423 / 4788-3009. En cuanto al grupo de voluntarias tigrenses, podés contactarte a través del mail: silviachillo@yahoo.com.ar.