Unión Tigrense: 90 años de vida

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Una de las instituciones que contribuyó al entramado social del Partido de Tigre

Una institución que reúne familias tradicionales de la zona y también a los nuevos vecinos. Festejarán con una fiesta y un torneo de ping pong, deporte clásico de este club. Para informes: Estrada y Picasso.

El 20 de junio de 1920, un grupo de entusiastas vecinos del pueblo de Las Conchas decidió fundar el Club Atlético Unión Tigrense. Dicen que esa noche se encendió una vela.

El primer presidente fue Pablo Marantelli, quien presidía las reuniones de comisión directiva en un salón del restaurante Las Palmas, propiedad de la familia Scotto que “está estrechamente unida al origen de esta institución”, señaló Diego Schumovich, tesorero del club, que junto a Luis Theaux (presidente), Raúl Tancredi (vicepresidente) y Oscar Scotto (secretario), conforman la actual comisión directiva.

Cuando ya el Unión Tigrense estaba por cumplir la mayoría de edad, se instaló en su actual sede (Estrada y Picasso), propiedad, por entonces, de Eduardo Hogg.

En este año en que la patria festeja el bicentenario, el CAUT cumple sus 90 años y “en junio se hará un acto conmemorativo porque justo es el mes del mundial, así que la fiesta la haremos en agosto o septiembre. Además vamos a hacer un torneo de ping pong y el que gane se llevará la copa conmemorativa de los 90 años”, explicó Diego.

Quizás algún lector se pregunte por qué un torneo de ping pong. La respuesta es sencilla: este fue uno de los deportes en que se destacó el club y que “actualmente ha resurgido. Fue la gente del barrio la que nos reclamó que volviéramos a tener tenis de mesa. Al principio se reunía un grupo de unas 6 personas, después fue creciendo y eso hizo que tuviéramos que comprar la segunda mesa. Ahora son unos 14 y como es una actividad libre, al que quiera sumarse, seguro que le hacen un lugar”.

Para los adultos también tienen clases de gimnasia lunes y jueves de 19.30 a 20.30 y después “una hora de fútbol”, comentó Diego, agregando – entre risas – que el grupo es de hombres “porque así se fue formando”.

El club cuenta con 3 canchas de fútbol (una de cemento, una de tierra y otra de césped natural), que alquilan de lunes a viernes a partir de las 17 horas y sábados y domingos desde las 15. Además alquilan salones para fiestas, con estacionamiento propio: el salón Sarlanga, con capacidad para 90 personas sentadas, y el salón Scotto para 200 personas.

Los más pequeños, en el mes de abril, comenzaron a disfrutar de una escuelita de fútbol a cargo de Fernando Chiorazo. También las mujeres tienen su actividad, ya que “los fines de semana vienen muchas familias y las mujeres practican vóley, en una cancha medio caserita”.

Institución y comunidad

Como todos los clubes, Unión Tigrense tuvo su época de esplendor: gran cantidad de socios – el 28 de julio de 1942, Luis Parodi recibió su carnet de socio activo Nº 1000 -; fiestas inolvidables, como la famosa “Luz Negra” o los bailes de carnaval al ritmo de las mejores orquestas típicas; primeros puestos en básquet y bochas. Pero, en las últimas décadas del siglo XX, “a medida que el pueblo se transformaba en ciudad y la gente iba cambiando de costumbres, el club sufrió una merma de socios”.

Aún así, sobrevivieron los vecinos que creen en las instituciones, entre ellos Diego Schumovich, que sostuvo: “una institución permite un crecimiento organizado, tanto de las personas como de una comunidad. Porque al entrar, uno debe respetar normas, poner mucha voluntad desinteresada y eso hace crecer. Las instituciones han hecho un entramado social, armónico, tan grande en el Partido de Tigre, que hoy es uno de los pocos lugares de la provincia de Buenos Aires que tiene una Asociación de Clubes. Este Club, junto con el Vito Dumas, ayudó a la conformación de muchas familias y acompañó el crecimiento del barrio, por eso ahora esperamos que el barrio acompañe el resurgimiento del club. Y eso está pasando, estamos recuperando masa societaria. La gente ve al club cuidado y cuando uno le ve la cara a alguien, sabe qué transmite el alma, por eso la gente que pasa por aquí debe pensar que el alma de este club está sana”.

Pareciera ser que las costumbres individualistas y superficiales que arrasaron al país durante la década del 90, están comenzando a retroceder. Por eso, todos aquellos que quieran volver a encender la vela, saben que el Unión Tigrense los está esperando.

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