Centro Argentino de Buceo y Emergencias Acuáticas

Una nueva institución que inicia sus actividades en Tigre. Es única en su tipo en América por sus programas de capacitación para bomberos, policías, personal de sanidad y defensa civil. Su presidente es Edgardo Burguéz, instructor de buceo con larga trayectoria en el medio.

Desde el mes de mayo de 2010, el partido de Tigre tiene una nueva asociación civil: Centro Argentino de Buceo y Emergencias Acuáticas (CABEA), único en Argentina y “también en América por todos los programas de capacitación que ofrece”.

Edgardo Burguéz, su presidente, es instructor de buceo de la Federación Argentina de Actividades Subacuáticas y de la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas. “Capacito a bomberos, policías, personal de prefectura y a todo aquel que brinde un servicio a la comunidad, de manera gratuita. Lo hice durante mucho tiempo en Berazategui, pero como Tigre es mi ciudad, hace 15 años comencé aquí”. Inició su actividad en el Club Canottieri y posteriormente también dio clases en los polideportivos del Municipio.

Esta capacitación para bomberos y personal de seguridad en general permitió desterrar una desagradable práctica: sacar a los ahogados con gancho, “con el consiguiente traumatismo para los familiares. Ahora se cambió a una búsqueda más humana”, explicó Edgardo.

“Los pioneros en esta especialidad fueron los bomberos de Pacheco, luego los de Benavídez. En todo este tiempo habré capacitado a unas 300 personas y se han recibido entre 30 y 40. Es decir que el Municipio cuenta con un cuerpo especializado de buceadores. A la primera buzo bombero – Isabel Martínez – la capacité yo. Actualmente en Pacheco hay una buceadora cadete. Mi intención para este año es formar una brigada de mujeres buceadoras ya que la presencia de personal femenino es muy importante en las inundaciones”.

Burguéz, además de capacitar a personal de este distrito, también perfeccionó a bomberos de Baradero, Maschwitz, San Isidro, San Fernando y, a partir de la creación de CABEA, aseguró: “estamos en condiciones de capacitar no sólo al personal de Tigre, sino también al de toda la República y también de países limítrofes porque tenemos el personal especializado y todos los medios naturales”.

Aquellos que se inician en el buceo, primeramente son evaluados en sus conocimientos de natación y luego comienzan con las clases específicas. Todo el entrenamiento se realiza en el Club Pacheco y cuando los buceadores están listos salen a aguas naturales, “puede ser el mar o una laguna, porque se necesitan aguas con cierta visibilidad”. Para el personal de seguridad, la práctica es en el barrio privado Santa Clara, “que nos ha prestado hasta ahora mucha colaboración”.

Además de dar clases de buceo, CABEA también da charlas de accidentología acuática y primeros auxilios y está en condiciones de evaluar espejos de agua, “en un municipio donde hay tantos barrios privados, es aconsejable que sus moradores conozcan sus espejos de agua. Hay que saber qué hay en una laguna: objetos hundidos, algas, sedimentos, cuál es su profundidad. Saber cómo evitar accidentes y en caso de que los haya, cómo proceder. Cada laguna es un mundo acuático particular y un buceador tiene un equipo con comandos que le permite volar en ese mundo. Yo les digo a los habitantes de los barrios privados que tienen un mundo aéreo muy hermoso y que también deben conocer el mundo acuático de sus lagos. Por ejemplo, Santa Clara, en su lago tiene una excavadora hundida, un bosque sumergido, peces. Es muy interesante ese lago. De los otros no sabemos nada. Estamos a disposición para dar charlas y hacer exploraciones”.

Burquéz, un buzo con los mayores reconocimientos nacionales e internacionales, destacó que “los buzos argentinos están muy bien considerados a nivel internacional porque los buzos del hemisferio norte bucean en aguas con visibilidad y cálidas, nosotros, en cambio, buceamos en aguas con muy bajas temperaturas, por eso tenemos que capacitarnos más. Por otro lado, cuando las aguas no tienen visibilidad, ya tenemos otra especialidad y este es el caso de todos los que hacen rescates en la zona del Delta”.

CABEA también propone cursos para buzos con aptitud limitada, “ya hemos dado clases a chicos con discapacidades, en escuelas de la Capital Federal. Esperamos poder hacerlo también aquí”.

De la mano de CABEA, desplazarse por el mundo subacuático, ya sea para disfrutarlo como para brindar ayuda, es una posibilidad que se le puede disputar a los peces. Glup!

“Hay mucha gente que le tiene miedo al agua por una mala experiencia, sin embargo toda persona puede desplazarse por el agua porque todo ser humano tiene un salvavidas natural: los pulmones. Recuerdo a una señora que acompañaba a sus hijas a todas las clases y cuando se recibieron, también salía de viaje con ellas y se quedaba en la costa con el termo mirando, mientras las hijas se divertían. Un día dijo ‘no puede ser’, primero aprendió a nadar, después a bucear, se recibió de buzo y ahora sale de viaje con las hijas y ella también se sumerge”. Edgardo Burguéz asegura que “todo es cuestión de probar”.