Una mujer fue asesinada de varias cuchilladas en la localidad de Rincón de Milberg, y por el femicidio fue detenido su esposo, con quien la víctima tenía tres hijos de entre uno y cinco años.

En el transcurso de la tarde del viernes 2 de diciembre, Natalia Débora Gillo (31) llegó acompañada por su esposo Cristian Arana (32) a la guardia de un centro asistencial local, en grave estado, a causa de varias heridas de arma blanca, por lo que los médicos que la atendieron decidieron derivarla al hospital de Pacheco.

La mujer fue trasladada de inmediato en una ambulancia hacia Pacheco, pero en el viaje dejó de responder a las tareas de reanimación que los médicos le realizaban y pocos minutos después murió.

Efectivos de la seccional local y del Centro de Operaciones Tigre (COT) que habían sido alertado por los médicos sobre la situación de la mujer, detuvieron al marido, quien tiene un comercio de carnicería, frutas y verduras de nombre “J&M”, ubicado en Tuyutí 741, esquina Ameghino, Rincón de Milberg.

Arana declaró en ese momento que las heridas sufridas por su esposa habían ocurrido en forma accidental, no obstante los investigadores lo dejaron apresado en espera de mayores precisiones de la pesquisa.

De acuerdo al informe policial el detenido no tenía denuncias por violencia de género ni en la fiscalía ni en la Comisaría de la Mujer ni en ninguna dependencia municipal de Tigre.

Según indicaron vecinos de la pareja, ese mediodía desde la vivienda que ambos ocupaban, ubicada en el fondo del comercio, se escucharon gritos de una fuerte discusión entre la víctima y su esposo quien, minutos después, salió corriendo a la calle y pidió ayuda para llevar a su mujer herida hasta el hospital.

Una mujer de nombre Trinidad, vecina de la víctima, comentó que el hombre “era muy agresivo con ella”, que “la maltrataba delante de toda la gente” y que ese mediodía ella escuchó “los gritos” de la mujer y después vio al hombre que “salió con ella en los brazos pidiendo ayuda” y diciendo que su esposa “se había cortado”.

La vecina agregó que “un vecino se vino con el auto” para llevarla al hospital mientras el esposo la llevaba “a la rastra en los brazos”. “Yo la vi cuando se le daban vuelta los ojos a ella”, relató Trinidad compungida por la situación.

La vecina agregó que la mujer “atendía la verdulería”, donde vivían desde hace un año, y que “muchas veces la ayudaba su hermana” en el local. También señaló que meses atrás la mujer intentó abandonar a su marido por violento, pero que no lo hizo “por los chicos”.