El apartheid, un sistema represivo de segregación racial

, Política

Desaparición física de Nelson Mandela

        El régimen del apartheid (“separación” en afrikaans, que es una variante sudafricana del holandés) fue un sistema jurídico de segregación racial que rigió en Sudáfrica, entre 1948 y principios de los años 90, en el contexto de la guerra fría.

        Aunque la discriminación racial había estado presente en Sudáfrica desde los inicios de la colonización europea, de holandeses y británicos, en el siglo XVII, fue a partir de la victoria del Partido Nacional en 1948, que se establece formalmente el régimen del apartheid.

        En un país multirracial, en el que convivían blancos, asiáticos, mestizos, bantúes y negros, el apartheid se implementó a través de un conjunto de leyes e instituciones con el objetivo de garantizar el control y la superioridad de los blancos en todas áreas de gobierno y de la sociedad, sobre el resto de los grupos étnicos, restringiendo drásticamente sus derechos sociales y políticos. No se les permitía votar, no podían desplazarse de un lugar a otro del país, los negros tenían una escala salarial diferenciada y desfavorable, entre otras. Las leyes además establecían una segregación espacial. Había lugares en donde los no blancos no podían entrar o permanecer y eran marginados a lugares secundarios en playas, autobuses, hospitales, escuelas y hasta en los bancos de los parques públicos. También se crearon enclaves reservados sólo para la población negra.

        Se hacía una clasificación racial de acuerdo a la apariencia, a la aceptación social o a la descendencia. Se buscaba evitar al máximo el contacto interracial, siendo una de las primeras medidas la Ley de Prohibición de Matrimonios Mixtos (1949) que impedía que un blanco se casara con un no blanco.

        Este nuevo sistema generó oposiciones y resistencias. El Congreso Nacional Africano (CNA), que ya venía luchando contra el racismo desde los años 40, junto con el Congreso Panafricano (un desprendimiento del CNA) y el Partido Comunista fueron proscriptos. En esta situación, el CNA decide adoptar acciones de sabotaje y la guerra de guerrillas, aspectos que no suelen mencionarse. “(…) luego de la matanza de Sharpeville, en 1960, el Congreso Nacional Africano (CNA) y su líder, precisamente Mandela, adoptan la vía armada y el sabotaje a empresas y proyectos de importancia económica, pero sin atentar contra vidas humanas. Mandela recorrió diversos países de África en busca de ayuda económica y militar para sostener esta nueva táctica de lucha” (1).

        Nelson Mandela fue un gran estratega y político que supo apelar a las estrategias que se preveían más eficientes de acuerdo al contexto. En 1962, Mandela es detenido y condenado a cadena perpetua, permaneciendo en prisión en condiciones muy duras, durante largos 27 años.

        En la década de 1970, la resistencia al apartheid se intensificó. Una de las formas que adoptó fue a través de las huelgas y de las movilizaciones de estudiantes dirigidos por Steve Biko. Este estudiante de medicina, por medio del Movimiento de Conciencia Negro, abogaba por la liberación de los negros, el orgullo de la raza y la oposición no violenta. Biko fue detenido en 1977 y sometido a intensas torturas que le provocaron la muerte a los tres días. Este trágico desenlace desató una ola de violencia en todo el país.

        Asimismo en 1974, el gobierno establece la obligación del uso del idioma afrikaans en todas las escuelas, provocando una fuerte reacción social ya que aquella lengua era considerada un símbolo de la opresión. El 30 de abril de 1976 las escuelas de Soweto (suburbio de población negra, en Johannesburgo) se declararon en rebeldía. El 16 de junio de 1976 los estudiantes organizaron una marcha que terminó en una tragedia, ya que 566 niños murieron a consecuencia de los disparos de la policía, los cuales habían respondido con balas a las piedras que lanzaban los manifestantes.

        Desde la década del 60, Sudáfrica comenzó a sufrir sanciones de la comunidad internacional como su exclusión de la Commonwealth y de los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, en 1977 fue condenada al embargo de armas y material militar y en 1985, el Consejo de Seguridad de la ONU alentó a sus miembros a implementar sanciones económicas contra Sudáfrica. Sin embargo, detrás de estas medidas había una gran hipocresía porque EE.UU. y Europa ejercían un apoyo encubierto al régimen del apartheid como una forma de impedir el avance del comunismo.

        Hubo que esperar hasta el final de la guerra fría a principios de los 90, para que el apartheid comenzara a derrumbarse. En 1990, asume la presidencia Frederik De Klerk, quien se compromete a iniciar un proceso de derogación de las leyes discriminatorias y levanta la prohibición de los partidos políticos, entre ellos, del CNA. También libera a Nelson Mandela, luego de una fuerte presión internacional. En 1991 se termina de desmantelar el entramado jurídico del apartheid.

        El gobierno avanza en negociaciones con todos los partidos políticos para establecer una nueva constitución, siendo Mandela uno de los principales interlocutores. Finalmente se convoca a elecciones entre el 27 y el 29 de abril de 1994. Nelson Mandela es elegido presidente de Sudáfrica y se transforma en el primer mandatario negro en la historia del país. Se abre así una etapa de integración social de la nación. Mandela y De Klerk compartieron el premio Nobel de la Paz en 1993.


(1
) Página 12 – “Mandela y Fidel”, Atilio Borón, 7/12/2013.

 

La Carta de la Libertad

        Fue una declaración de principios elaborada por la Alianza de Congresos Sudafricanos, formada por el CNA y sus aliados; el Congreso Indio Sudafricano, el Congreso Sudafricano de los demócratas y el Congreso del Pueblo de Color. La Carta fue adoptada oficialmente el 26 de junio de 1955, en el Congreso del Pueblo llevado adelante en Kliptown, Sudáfrica, y se constituyó en el programa principal en la causa contra el apartheid.

        Fragmentos: “Nosotros, el Pueblo de Sudáfrica, declaramos para que todo nuestro país y el mundo sepan: Que Sudáfrica pertenece a todos los que habitamos en ella, negros y blancos, y que ningún gobierno puede reclamar autoridad con justicia, a menos que esté basado en la voluntad de todo el pueblo; Que una forma de gobierno basada en la injusticia y la desigualdad ha robado a nuestro pueblo su derecho a la tierra, la libertad y la paz; Que nuestro país nunca será próspero o libre hasta que nuestro pueblo viva en fraternidad, gozando de iguales derechos y oportunidades; Que solamente un estado democrático, basado en la voluntad de todo el pueblo, puede asegurar a todos su derecho, sin distinción de color, raza, sexo o creencia”.

        “En consecuencia, nosotros, el pueblo de Sudáfrica, negros y blancos juntos iguales, gente del país y hermanos, adoptamos esta Carta de la Libertad. Y nos comprometemos a luchar juntos, no escatimando ni fuerza ni coraje, hasta que se hayan ganado los cambios democráticos aquí precisados”.

        “¡El Pueblo gobernará! Cada hombre y mujer tendrá derecho a votar y a postularse como candidato a todos los cuerpos que hagan leyes; Todos podrán participar en la administración del país; Los derechos de todos serán iguales, sin importar la raza, color o sexo; Los órganos democráticos de auto-gobierno substituirán a todos los cuerpos, concejos y autoridades de gobierno de la minoría”.

        Otras proclamas: “¡Todos los grupos nacionales tendrán iguales derechos! ¡El Pueblo compartirá la abundancia del País! ¡La tierra será compartida entre los que la trabajen! ¡Todos serán iguales ante la ley! ¡Todos gozarán de iguales derechos humanos! ¡Habrá trabajo y seguridad! ¡Las puertas del aprendizaje y de la cultura se abrirán! ¡Habrá casas, seguridad y confort! Habrá paz y amistad! Por estos derechos lucharemos, lado a lado, a través de nuestras vidas, hasta que hayamos ganado nuestra libertad”.

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