Circuitos de Memoria

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Tigre también vivió la historia trágica del terrorismo de Estado. La Comisión de Derechos Humanos Pancho Soares organizó recorridos educativos por sitios de memoria. Profesores de Historia armaron los recorridos. La actividad está dirigida a estudiantes secundarios, pero pueden incluirse todas las personas interesadas en el tema. Aún falta señalizar muchos sitios.

        Hace casi 3 años, militantes de distintas organizaciones políticas y sociales del Distrito de Tigre se agruparon para conformar la Comisión de Derechos Humanos Pancho Soares. “Una de las causas de esta Comisión fue que, con el triunfo de la Alianza Cambiemos en las elecciones de 2015, percibimos que el tema de derechos humanos iba a sufrir un retroceso, en relación al avance que había tenido en el período anterior. No nos equivocamos”, manifestó Marcelo Magne, profesor de Historia y escritor.

        La Comisión se reúne en la parroquia Nuestra Señora de Carupá, ya que allí vivió y trabajó el cura obrero Pancho Soares, asesinado – en ese mismo lugar – por la AAA en febrero de 1976.

        Entre sus actividades fundamentales se encuentra la recuperación de la memoria, no sólo de este cura villero, sino también de todos los militantes del distrito que fueron víctimas del terrorismo de Estado. Por este motivo, armaron el proyecto Circuitos de Memoria.

        “Nuestra idea es que las nuevas generaciones sepan que existen lugares de importancia significativa en relación a la reciente historia trágica de nuestro país. Las actividades están orientadas a centros educativos y a todas aquellas personas que estén interesadas en el tema”, informó Marcelo, quien realizó el relevamiento de los sitios de memoria junto a otros docentes.

Un recorrido: Tigre centro

        Si bien todas las formas recordatorias – baldosas, placas, monolitos – son importantes, la narración de los hechos deja una huella mucho más eficaz. “Muchas veces la historia está negada, ocultada, tergiversada”, por eso es necesario contarla y, si es posible, hacerlo frente a los lugares donde ocurrieron los hechos, mucho mejor. Como experiencia piloto, a fines de agosto se realizó un recorrido con estudiantes secundarios de la Media 6 de Don Torcuato. Acompañados por dos profesores y Marcelo Magne, recorrieron sitios por Tigre Centro.

        “Empezamos por Plaza Canal donde está el reloj de sol y el mural de la memoria que recuerda a trabajadores y militantes de toda zona norte, víctimas del terrorismo de Estado”. El segundo punto fue la entrada de Astarsa y la plaza sobre Av. Italia donde hay columnas que recuerdan a militantes. La parada siguiente: Técnica 5, “donde hay una baldosa que recuerda a Mario Domingo Zidda, estudiante del turno noche que presidió el Centro de Estudiantes y el 30 de mayo de 1974 fue secuestrado por la AAA en Talar y al otro día apareció asesinado en Pilar”. Desde allí se llega a la comisaría 1° de Tigre, que “funcionó como centro de detención clandestino”. La actividad finalizó en la parroquia Nuestra Señora de Carupá: “Allí hay muchas pertenencias del padre Pancho, por ejemplo su catre, su máquina de escribir. En el patio de este predio lo asesinaron, así que es un verdadero espacio de memoria, que aún no está señalizado. También ahí observamos una escultura de Cristo Obrero, realizada por Pablo Marmo que hizo los murales de Eva Perón que están en la Av. 9 de Julio”.

Todavía falta señalizar

        Marcelo Magne destacó que en todas las localidades hay puntos para visitar; algunos ya están señalizados y otros aún no.

        “En Talar, a dos cuadras de la Media 1, hay un local cerrado que fue del PST, donde militaban muchos trabajadores de la zona. El 29 de mayo de 1974 cayó una banda de la AAA y se llevó a 3 hombres y 3 mujeres, a las que dejó en libertad a pocas cuadras de allí. Este local, en las persianas, todavía tiene los impactos de bala”. El lugar no está señalizado y se corre el riesgo de que las marcas de la historia desaparezcan.

        También en Rincón, cerca de la Media 7, hay un sitio para señalizar: “Allí fueron asesinados Manolo Belloni y Diego Frondizi”.

        Para que la historia trágica no se repita, la Comisión de Derechos Humanos Pancho Soares propone estos recorridos libres y gratuitos, coordinados por voluntarios.

Por Mónica Carinchi

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