La mujer de la sonrisa eterna

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El cumpleaños 102. Nacida en Tigre y amante de Virreyes, Dérica Teixeira recibe felicitaciones y besos por aquí y por allí. En abril festejó su cumple y en mayo festejará los 92 de su hermano Kléber.

Con sus 102 años recién cumplidos, Dérica Teixeira nos recibió en su casa y nos hizo reír durante toda la entrevista.

Aunque, según ella, llegó a esta edad porque toma todos los días una copita de vino en el almuerzo y otra en la cena, es indudable que su sentido del humor es el ingrediente fundamental de su larga vida.

Durante mucho tiempo vivió en Virreyes y allí conserva grandes afectos; algunas amigas ya fueron a visitarla y otras le harán una fiesta donde, por supuesto, habrá una gran torta. “Yo soy de las tortas. Acá en la heladera, siempre hay una torta o un pedacito”, expresó Dérica, poniendo una carita redulce.

Estuvo casada, trabajó durante más de 20 años en la misma empresa y siempre se hizo un lugarcito para salir con sus amigas a tomar algo, a bailar o mirar vidrieras. Eso sí, la cocina no es su fuerte. “Cuando me casé, fuimos a vivir con mi suegra”, contó, “entonces, la que cocinaba era ella, yo comía”; pero un día, el matrimonio se fue a vivir solo, así que tuvo que aprender a cocinar. “Una tarde me dio por hacer torta frita y cuando llegó mi marido dijo ‘¿y esto?’‘, ‘lo hice yo’, ‘no lo puedo creer’. Claro, yo no sabía hacer nada”, así de honesta es nuestra entrevistada.

Actualmente cocina para su hermano Kleber, pero… “cerca hay una casa de comida que hace unas cosas riquísimas, entonces hablamos por teléfono y si nos gusta lo que están haciendo, no cocino; por lo general me gusta siempre”, y obviamente las risas estallaron porque el relato fue acompañado con una mueca de picardía. Cuando le toca cocinar, hace… “unas salchichitas”.

Dérica se levanta todos los días a las 10 de la mañana y entre las 14 y las 17, hace su siestita; a la noche comparte algo en la tele con su hermano, pero si él ve un partido, entonces ella se retira a su dormitorio donde tiene una tele en blanco y negro. “Ahora que está por empezar Tinelli, me duermo tarde. Aunque no me gusta mucho, es una cosa que me entretiene”.

Por supuesto, en la entrevista hubo brindis y, cuando llegó la hora de la foto, Dérica se fue a poner un toque de rouge, porque la coquetería jamás se pierde.

 

Foto: Derica en el jardín de su casa

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