Torcuatense por la Paz

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La experiencia de Hugo Montiel en Haití

Hugo Carlos Montiel es Infante de Marina hace 35 años, desde su partida de Ricardo Gutiérrez – barrio de su infancia – para sumarse a las filas de la Armada Argentina. Hoy es suboficial principal y, como corolario de su carrera militar, se encuentra en Misión de Paz en Haití. Cerca de su retiro, contó la experiencia como Casco Azul de las Naciones Unidas e integrante del contingente argentino “Haití XIII” que se encuentra en la isla desde diciembre del año pasado y se estima regresará este mes de junio.

 

Argentina contribuye al mantenimiento de la paz y seguridad en la República de Haití con la formación de un Batallón Conjunto Argentino de unos 500 hombres de Ejército, Fuerza Aérea y Armada.

Los militares argentinos son parte de los 7.100 efectivos de diferentes nacionalidades de la MINUSTAH, la Misión de Estabilización en Haití. El grupo tiene la función de apoyar el proceso de transición política, organizar la policía nacional y desmovilizar grupos armados desde 1994.

En particular, el suboficial Montiel es el encargado de Información y Prensa del Batallón Conjunto Argentino. Aunque su especialidad sea la Artillería, una serie de cursos y la buena gestión en su destino anterior, posibilitaron su comisión a la isla de Haití.

Montiel fue encargado de la División de Ley de Armas de la Dirección de Armas y Electrónica Naval (DIAE), brindando asesoramiento personalizado a usuarios de armas.

También, su gran experiencia en otras misiones de Paz lo llevó hacia Haití: “estuve en Chipre en 1996 cumpliendo con la función de Policía Militar y durante el 2000 y 2001 en la Compañía Charlie, de Infantería de Marina. Hoy me encuentro destacado en la Isla de Haití, corolario de mi carrera militar”, destacó.

 

Conocer el mundo

Montiel cree que toda experiencia ha sido la mejor a lo largo de su carrera: “hoy que estoy a escasos meses de mi retiro siento orgullo por tantas vivencias; cada día de trabajo fue cúmulo de buenas anécdotas”, enfatizó.

Y en el ocaso de su carrera, aquel primer sentimiento que motivó su ingreso a la Armada Argentina queda satisfecho. “La gran motivación fue querer conocer al mundo e ingresé a la Infantería de Marina un 31 de enero de 1977 con un cúmulo de ilusiones a cuesta”, confesó.

Hugo Carlos Montiel nació el 4 de mayo de 1957 en el barrio de Flores y creció en Ricardo Gutiérrez, Don Torcuato, Partido de Tigre. A los 20 años supo cuál era su vocación: ser Infante de Marina. “Vengo de una familia con conocimientos de esta filosofía de vida, dado que mi padre estuvo incorporado a la Prefectura Naval Argentina durante 30 años”, contó el torcuatense.

“Toda actividad es apasionante y más aún en momentos de mayor tensión en una misión como la de Haití, sabiendo que cumpliremos con éxito y con un inconmensurable arrojo, la tarea encomendada”, dijo con orgullo.

Para Montiel: “la Armada Argentina es abnegación, altruismo, nobleza, generosidad, entrega y sacrificio; y servir a la Patria, ser magnánimo con ella”, expresó.

Sus padres aún viven en el barrio de su infancia y la familia se completa con dos hermanos menores y sus seis hijos. Aún siente la intensidad – como cuando era un niño de barrio – cuando observa la salida del sol en invierno. Y el recuerdo nítido de su mamá: “cuando nos despertaba junto a mi hermano con toda la casa inundada de olor a tostadas; luego de colocarnos los guardapolvos blancos nos llevaba al colegio”.

Si bien ya no posee expectativas en su carrera porque hoy está llegando a su fin, este Infante de Marina no duda en expresar su agradecimiento, “voy a estar eternamente agradecido por el regalo que Dios y nuestra virgen Stella Maris me brindaron este tiempo: haberme permitido tener el privilegio de saludar a mi bandera todos los días de estos 35 años, vivir intensamente mi vocación y el orgullo de vestir este glorioso uniforme enmascarado”, concluyó.

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