El objetivo es disfrutar

Vegetarianos y veganos se están inclinando por el té frío. Desde pequeña, Cristina Gómez se acostumbró a tomar té. Actualmente es sommelier y tiene su propio emprendimiento, Tomasa Rosa. Prepara blends, organiza catas y cumpleaños y está abocada a ampliar la franja consumidora de esta infusión que tuvo su origen en China. Para contactarse, Instagram tomasarosa.te

        Cuenta una leyenda china que el emperador Shen Nung salió a caminar y se detuvo a la sombra de un árbol para descansar. Se puso a hervir agua y, sin que se diera cuenta, cayeron unas hojas de ese árbol en el recipiente. El emperador bebió y se sintió reconfortado. Así nació el gusto por tomar té.

        En Argentina, la introducción de semillas de té se inició en 1923 en Misiones y, posteriormente, en el noreste de Corrientes. En la actualidad, sólo se consume en el país el 10% de la producción, el 70% se exporta a USA y el resto a otros países. “Nosotros tenemos un té de excelente calidad, muy requerido por otros países. Es diferente al chino que se cultiva a gran altura. Aquí tiene un sabor más terroso y en la China es más floral, más herbáceo”, explicó Cristina Gómez, sommelier de té.

        La franja consumidora de esta infusión va de los 45 a los 70 años. Según la especialista “se puede incluir la franja de 25 a 45 años a través del té frío y del té informal. De esta manera se podría generar más trabajo, con un producto saludable”. En este aspecto, comentó que vegetarianos y veganos se están inclinando por el té frío ya que reemplaza a gaseosas y jugos artificiales.

Distintos momentos para el té

        “Creo que hay gente que no toma té porque no lo conoce”, afirmó Cristina y se dispuso a introducirnos en ese mundo de aromas y sabores que pueden ser infinitos.

        Aunque la mayoría toma el té caliente, aseguró que es tan versátil que también puede tomarse a temperatura ambiente o frío, “siempre que sea agradable se adapta a la temperatura que se necesite”. Para cada tipo de té también hay una temperatura ideal “para sacarle todas sus bondades. Pero según la ocasión, el té frío, que no está dentro de lo habitual, es una forma absolutamente amigable con el paladar”. Para su preparación, recomendó usar agua purificada o mineral sin sodio y la siguiente receta: para un litro, 4 cucharaditas de té en una taza con agua casi hirviendo para no matar la hebra, dejar infusionar, colar y llevar a la heladera. Ya frío, agregar jugo de limón o naranja, menta, pedazos de fruta (por ejemplo, trozos de manzana que se pueden agregar cuando todavía está caliente así también infusionan) y agua hasta llegar al litro. “Cada cosa que se le agrega, le da más sabor. No hay que exagerar”. En cuanto a las cantidades, aconsejó preparar lo que se consume en un día para que “no sobreinfusione, así se evita el amargor”.

        Otra forma diferente de consumir té es en las comidas: “En China lo usan para acompañar pescado, pollo. Un sushi con té verde es excelente. Para carnes, el té negro”.

        Otro momento para probar las bondades del té es el aperitivo: “Una medida de vodka con un poco de té verde queda muy bien”.

        Por supuesto, no puede faltar el maridaje con tortas: té de naranjas con torta de chocolate; té de limón con tarta de mousse de menta; té clásico con torta de dulce de leche; té de rooibos con masas de crema.

Leal a los sabores

        La relación de Cristina Gómez con el té se remonta a su abuela que le prestaba su juego de té para jugar. “Tomasa era el nombre de mi abuela, pero todos le decían Rosa, por eso mi emprendimiento se llama Tomasa Rosa”.

        Además de hacer catas de té, hace sus propios blends, relacionados con el gusto argentino: “El té chai tiene componentes que, entre nosotros, no son muy bien recepcionados. Pero esos mismos componentes se pueden usar sin que trasciendan sobre el té. A mí me gusta que el té se sienta y, a la vez, tenga toques, aromas, que no lo maten”.

        Esos toques se dan con el agregado de frutas o hierbas, por lo cual aclaró: si una infusión no tiene té, es una tisana. “Si uno le agrega al agua caliente sólo hojas de cedrón, entonces hace una tisana”.

        En general, los blends que tienen mayor aceptación son los frutales; para los valientes, propuso agregados de pimienta, destacando que “debe estar muy bien balanceada”.

        Una recomendación importante: observar la fecha de envasado, porque con el tiempo se van perdiendo sabores y cualidades. “Yo trabajo con pocas cantidades, así mis productos están siempre frescos. Además, viajo y traigo hierbas de cada provincia que recorro porque Tomasa Rosa tiene su personalidad, es leal a los sabores”.

        Siempre se tiene que tener cuidado con el tiempo en que el té está infusionando, por lo cual destacó la diferencia entre el té en hebras y en saquito: “El saquito es la hebra seccionada. Hay que tener cuidado porque inmediatamente se pasa, infusiona muy rápido, con que esté un minuto es suficiente”. Recomendación: el saquito se puede usar 2 o 3 veces.

        En cuanto al agregado de endulzante, dijo que “cada uno puede ponerle lo que quiera, porque el objetivo es disfrutar”. Pero si se quiere dar los primeros pasos en la cata de té, entonces se puede probar un poquito antes de agregarle endulzante.

        Y con una aromática taza de té en su mano, Cristina Gómez se acomodó en el sillón y recordó que para disfrutar, descansar o energizarse, Tomasa Rosa siempre tendrá una variedad de té.

Por Mónica Carinchi

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