Turismo social: Los trabajadores tienen derecho a disfrutar del mar y de las sierras

Por decreto 1440, el 23 de enero de 1945 se establecieron las vacaciones pagas para todos y todas las trabajadoras en la Argentina. Posteriormente se organizó el turismo social, con la posibilidad de concurrir a centros vacacionales como los de Chapadmalal y Embalse. Actualmente, los Municipios gestionan el turismo social como una forma de desarrollo local. El Partido de Tapalqué es un ejemplo en este sentido.

        A mediados del siglo 19, las agrupaciones de obreros comenzaron a exigir 8 horas de trabajo, lo que permitiría tener 8 horas para dormir y 8 horas de ocio. Después de muchas muertes, las 8 horas de trabajo se fueron extendiendo a todos los rubros laborales. En cuanto al disfrute del tiempo de ocio, el relacionado con las vacaciones sólo fue posible a partir de otro logro de los trabajadores: las vacaciones pagas.

        Sin embargo, en muchos casos, carencias económicas impedían el acceso a prácticas turísticas, por esto surgió el turismo social. Primero en los países socialistas y luego, finalizada la 2° guerra mundial, en el resto de Europa, los trabajadores accedieron a viajes subsidiados y a complejos turísticos construidos por el Estado.

        En América Latina, fue Argentina el primer país en desarrollar políticas públicas en este sentido a partir del primer gobierno peronista. Ya estando a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión, Perón decía: “El mar y la montaña deben ser accesibles a todos los hombres, ricos o pobres, porque la salud no reconoce distintos grados de necesidad. El obrero, sin un desembolso que pueda perjudicarlo para el resto del año, debe poder pasarse 15 o 20 días anuales en las playas o en las sierras”. Y el 23 de enero de 1945, por decreto 1440, se establecieron las vacaciones pagas para todos los trabajadores y trabajadoras.

        Surgió así el concepto de turismo como derecho y se desarrolló, en consecuencia, el turismo social, entendiéndose que “se debía posibilitar el acceso de la población trabajadora a los lugares de turismo y esto se materializó con la construcción de hoteles y colonias de vacaciones y franquicias en los medios de transporte”, señaló el Lic. Mauro Beltrami, investigador y docente de turismo.

Buenos Aires es más que mar

        Los complejos turísticos de Chapadmalal, provincia de Buenos Aires, y Embalse, provincia de Córdoba, fueron construidos durante el primer peronismo y actualmente son administrados por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.

        Para informarse para reservar se debe ingresar a la aplicación www.argentina.gob.ar, turismo social. Las estadías son de 6 noches y la tarifa incluye pensión completa.

        En cuanto a la provincia de Buenos Aires, “si bien no tiene complejos turísticos propios, articula con Nación para algunas plazas en Chapadmalal”, precisó Beltrami.

        A principios de enero, el gobernador Axel Kicillof presentó el programa Mar para Todas, una política pública destinada a mujeres víctimas de violencia de género que podrán disfrutar de una semana en Chapadmalal. Para informarse por este programa, las interesadas deben consultar en los Municipios correspondientes.

        Existen otras actividades de turismo social como viajes a la isla Martín García o recorridos por la ciudad de La Plata que, dada la situación pandémica, han sido restringidos.

        Cada municipio bonaerense tiene su programa de turismo social. En este aspecto se destaca Tapalqué, un Municipio en el centro de la provincia de Buenos Aires, a 270 kilómetros de la Capital Federal.

        Si bien tiene actividades que se pueden realizar todo el año, “la temporada estival es la que más se disfruta porque tenemos el balneario municipal, 10 kilómetros de costanera totalmente arbolada, un natatorio municipal, muchas actividades en contacto con la naturaleza”, dijo Lala Baciocco, directora de turismo de Tapalqué.

        Pensando el desarrollo local, en Tapalqué se potenció el turismo social y comunitario que rescata el patrimonio natural y cultural.

        Con tarifas muy accesibles ($375 por persona por noche), la colonia de vacaciones Eva Perón, que está en el predio del balneario municipal, tiene capacidad para 50 personas. El edificio está compuesto por 2 dormis grandes y 2 chicos, baños, vestuarios, duchas, un comedor amplio con TV y conectividad, una cocina totalmente equipada, parrilla techada, sector de parque y fogón. Para reservas, ya sea de contingentes como familiares, es necesario comunicarse con la oficina de turismo (2281-59-4553).

        La colonia de vacaciones es visitada por contingentes deportivos, religiosos, sociales, de 3° edad.

        Para los que gustan acampar, también tienen un lugar específico en el balneario municipal, equipado con hornos de barro, juegos recreativos, un natatorio cubierto y climatizado para disfrutar todo el año.

        “Realizamos visitas guiadas al Museo Municipal y a espacios productivos. Tenemos el circuito ambiental que incluye casas bioclimáticas, la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos, composteras en distintos espacios de la ciudad”. La directora de turismo aclaró que organizan talleres con temáticas específicas a pedido de los contingentes. “El tema ambiental es uno de nuestros puntos fuertes. Hacemos desde pluggins hasta talleres de reciclado, compostaje, siempre con talleristas locales”.

        Otro clásico de Tapalqué son las fiestas populares los fines de semana de diciembre a febrero: “Tenemos la fiesta de navidad, de fin de año, de las tradiciones, del agua, de las colectividades, la tropical y la fiesta de la torta negra”.

        Obviamente, la torta negra remite a la conocida factura, pero en este caso con tamaño de pizza. Este año está programada para el segundo fin de semana de febrero. Todas las fiestas populares tienen shows artísticos y actividades para toda la familia y, desde luego, son con entrada libre y gratuita.

        Para disfrutar de un fin de semana al aire libre, en un lugar con una de las pulperías más antiguas de la provincia de Buenos Aires, muchos espacios de esparcimiento y tranquilidad, Tapalqué es imperdible.

Por Mónica Carinchi

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