Un nuevo factor de estrés para los árboles

La Tillandsia recurvata se está transformando en una plaga. Se la conoce popularmente como clavel del aire chico. Es una especie nativa de los bosques del norte argentino que llegó a las zonas urbanas. Colonizan fundamentalmente especies exóticas. Se debe hacer la extracción manual apenas aparece.

        Si se camina con atención por la avenida Italia, en Tigre centro, se puede observar que muchos crespones (arbolitos chinos que florecen en enero) están invadidos por Tillandsia recurvata, es decir clavel del aire chico. La recurvata se viene desplazando desde las áreas boscosas del norte – donde convive armoniosamente con otras especies – a zonas urbanas donde se convierte en un factor (uno más) de estrés para nuestros árboles, tan maltratados. “Afectan mucho las especies exóticas, por ejemplo, crespón y coníferas en general”, comentó la ingeniera agrónoma Ángela Villademoros, especialista en árboles.

        La Tillandsia recurvata es una planta epífita, o sea que necesita un soporte, entre otras cosas, para llegar a la luz, por eso se encuentra en ramas y también en cables aéreos. Si bien no son parásitas, se están convirtiendo en una plaga, ya que se instalan en ramas con poco follaje y comienzan a prosperar descontroladamente.

        La ingeniera Villademoros recordó que, en 1994, en un congreso sobre arbolado en Concepción del Uruguay, un ingeniero agrónomo presentó una ponencia en la cual informaba que la recurvata tiene secreciones en sus raíces que producen un envejecimiento prematuro de los tejidos donde se apoyan. Por esto, cuando hay una gran densidad, la rama empieza a morir.

        Las podas innecesarias, que impiden que los árboles fabriquen la energía que necesitan para vivir y dañan muchísimas ramas, dejándolas moribundas, generan una situación propicia para que se instale cualquier especie que terminará dañando el árbol, aunque naturalmente no sean dañinas.

        Para que la Tillandsia recurvata no se transforme en plaga, se debe iniciar su extracción manual cuando recién aparece. Cuando ya hay mucha densidad, al arrancarlas quedan plántulas muy pequeñas y cuando les da la luz, vuelven a crecer y se produce nuevamente la colonización de la rama. En relación al control de plagas, Villademoros aconsejó: “Nunca se debe tender a la erradicación de ninguna especie. Se debe hacer el manejo para bajar la población y así disminuir su impacto negativo y evitar que se siga dispersando y colonizando más árboles”.

        Preservar la biodiversidad es esencial para el equilibrio natural, por esto es conveniente plantar distintos tipos de árboles en las calles y espacios verdes, además de buscar que sean autóctonos del lugar. “Para una vereda se puede elegir una especie y para la siguiente se puede elegir otra. Hay que tratar de que haya diversidad”, recomendó nuestra entrevistada, Ángela Villademoros, especialista en árboles.

Por Mónica Carinchi

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