De suntuario a sofisticado

Cien años de producción de té en nuestro país. El fundador de Gyokuro Círculo Argentino de Té, Horacio Bustos, presentó su libro El té gourmet en Argentina, un recorrido histórico además del relevamiento de prácticas de consumo actuales. El libro se consigue en los circuitos del té gourmet o solicitándolo a info@horaciosommelier.com

Hace 100 años, un sacerdote ucraniano llevó semillas de té a Misiones, donde su hermano -Wladimiro Hnatiuk- las plantó, en 1923, en la localidad de Tres Capones. Es decir que este año se cumple el centenario de la producción de té en nuestro país, lo que fue especialmente celebrado en la Expo Té Argentina que se realizó a fines de mayo en Misiones. Allí, Horacio Bustos, sommelier internacional de té, presentó su libro El té gourmet en Argentina. “El objetivo principal del libro tiene que ver con los cambios en todo lo que es la cultura gourmet del té, entendiendo gourmet como una sofisticación del consumo”, explicó el especialista de la bebida que más se consume en el mundo después del agua.

La planta del té es la Camellia sinensis, originaria del sur de China y el sudeste asiático, distribuida por el resto del mundo a través de portugueses, holandeses e ingleses que colonizaron esa zona de Oriente.

Del total de té producido en nuestro país, Misiones tiene el 95% ya que su tierra colorada es ideal para este cultivo. El otro productor es Corrientes. El 92% de lo producido se exporta, el resto se consume dentro del país.

Excelente calidad

Horacio Bustos detalló las 4 etapas que atravesó este cultivo en Argentina. “Al principio fue un bien suntuario. Como había que importarlo, al Estado le resultaba muy caro, por lo cual inició el proceso de sustitución de importaciones. Luego se produjo el crecimiento de las exportaciones. En una tercera etapa, con la intervención del Inta y el Inti, se realizó un mejoramiento de la productividad. Y en los últimos 20 años se ha puesto el foco en la calidad”.

La intervención de los organismos del Estado -Inta, Inti- dio como resultado una excelente calidad de té. “No debemos comparar nuestro té con el de India o China. El nuestro es un producto diferente por el suelo, por el clima, por la forma en que se procesa. Por no ser uno de los países milenarios, aquí hay muy buena calidad”, aseguró el experto.

Consumo y producción se interrelacionan constantemente. “Nosotros dictamos cursos de sommelier y maestro de té. No sólo se cata té, se aprende también la forma de tomarlo. Uno puede tener tetera y cuencos, pero si no sabe preparar el té, se queda en la mitad del camino”, comentó Horacio Bustos, en cuya escuela -Gyokuro Círculo Argentino de Té- se realiza la ceremonia china y taiwanesa. Para conocer la ceremonia japonesa, Horacio recomendó concurrir al Jardín Japonés o a la casa de té Furaibo.

Si bien habitualmente el té se marida con pastelería, el entrevistado recordó que en Oriente se consume pescado con té verde y carnes rojas con té negro, por lo cual alentó a probar esta combinación, así como a cambiar la taza de café después de la comida por una relajante taza de té. Y para quien quiera conocer los caminos de la sofisticación de esta milenaria bebida, la lectura de El té gourmet en Argentina es obligatoria.

Por Mónica Carinchi

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