El 13 de julio, en el Ateneo Esteban Echeverría, la vecina sanfernandina Alicia Garrido presentó su primer libro, Sin pretensiones. “Me da un poquito de vergüenza decir que soy escritora”, dijo Alicia, pero los jurados que la han premiado en los Torneos Bonaerenses y todos aquellos que han leído sus poesías y relatos no dudan en llamarla escritora.
El día de la presentación del libro la acompañaron muchas caras amigas. “Me mandaban una energía tan positiva que me hicieron sentir muy bien. No me puse para nada nerviosa”, confesó.
Un espíritu ágil
Desde su niñez, Alicia fue una lectora incansable. “De pequeña, en mi casa, a las 10 se apagaba la luz y a dormir. Y yo, pícara, me conseguí una velita para seguir leyendo, hasta que me descubrieron”.
El gusto por la escritura llegó mucho después, “fue un encuentro casual”, comentó. “Después de un gran tropezón que sufrí en mi vida, traté de sobrellevar eso para ayudar también a todos los que estaban a mi alrededor. Un día pasó frente a mi casa una chica con su padre mayor, nos pusimos a conversar y me dijo que su padre, como terapia, estaba haciendo el secundario. Me interesó porque era con computación y como mi hijo había dejado una computadora, me pareció que eso era como un llamado”.
Fue así que Alicia pudo saldar esa cuenta pendiente, porque todos los años que trabajó en un banco le pagaron menos que a sus compañeros, pues no tenía el secundario. Se anotó, entonces, en la escuela número 8 para hacer el secundario de adultos y, allí, su profesora de lengua, Patricia, la alentó muchísimo para que escribiera. Finalizados esos años de gran compañerismo, siguió los consejos de su profesora: “Me anoté en El Ombú en un taller literario. Tuve profesoras magníficas, entre ellas Marta Geraca”.
Alicia recordó que comenzó escribiendo relatos, hasta que un día la instaron a escribir poesía y le empezó “a tomar el gustito”, tanto que una de sus primeras poesías recibió en 2006 el primer premio de los Torneos Bonaerenses.
La poesía Viejo Canal San Fernando abre el primer libro de Alicia Garrido; es una pintura de un tiempo y lugar que a los antiguos pobladores de la zona los contacta con un pasado que está entre la historia y la leyenda. “El Canal era una zona con muy mala fama y muy buena gente. Yo miraba a las ‘chicas’ de igual a igual, entonces terminaba haciéndose una corriente de simpatía. Si estaban solas, me saludaban; pero, si estaban acompañadas, no me conocían”.
Una característica de esta escritora es su búsqueda por trasmitir mensajes de esperanza, pues considera que al leer “uno tiene que salir con el espíritu más ágil”. Ejemplo de esto es su relato Respeto ante todo, basado en un hecho real. “Yo estaba con los dolores artrósicos típicos de la edad, mirando un volante que estaba en el suelo. Se acercó un estudiante, lo levantó y me lo dio. Me dije que eso no podía dejarlo pasar, que tenía que ponerlo en un relato. Lástima que no sé el nombre del chico”.
El jovencito que se acercó a Alicia fue el ángel de un día que se transformó en un personaje que, junto a otros, deleitarán a los lectores una y otra vez.
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