Un juicio de película

Un nuevo aniversario del inicio del juicio a las juntas militares de la última dictadura. Fue el 22 de abril de 1985. A las 15 horas, todos los actores comenzaron a ingresar en la sala de audiencias; en las calles, 70.000 personas apoyaban el inicio de un hecho trascendental. Aunque el juicio era público y había periodistas de todo el mundo, no se televisó ni se pasó por radio.

        En este 2023 que se celebran los 40 años del retorno a la democracia, después de una dictadura que tiñó de rojo el país entero, es conveniente acordarnos que el 22 de abril de 1985 se inició el juicio a las juntas militares, rememorado en la película argentina postulada para el Oscar,
juicio a las juntas militares .

        Antes de este acontecimiento histórico a nivel mundial, debemos recordar que, ya habilitada la vida política e iniciándose la campaña presidencial, los militares hicieron dos intentos para evitar ser enjuiciados: a) en abril de 1983 emitieron el Documento Final donde sostuvieron que todo lo actuado había sido legal dado que habían actuado bajo el decreto presidencial de 1975 que decía “aniquilar el accionar subversivo”, reconociendo a las cúpulas militares como responsables de todo lo actuado y, además, sosteniendo que lo volverían a hacer; b) en septiembre del mismo año, promulgaron la ley de pacificación nacional, que en realidad, era una autoamnistía.

        Durante su campaña presidencial, Raúl Alfonsín anticipó que anularía la ley de pacificación nacional y que era necesario el juzgamiento de los responsables de la represión. Ganadas las elecciones, retomó el tema en su discurso de asunción el 10 de diciembre de 1983 y dos días después, el Congreso Nacional efectivamente derogó dicha ley y Alfonsín firmó dos decretos: el 157/83 que determinó el juicio de los altos mandos de Montoneros y ERP y el 158/83 que estableció el juicio a las 3 primeras juntas militares que sería realizado por los mismos militares. Para esto, el Congreso Nacional modificó el Código Militar, estableciendo que, si el juicio se dilataba, entonces intervendría el fuero civil.

        Mientras las acciones civiles de la CONADEP fueron sacando a la luz 7 años de represión, horror y tortura, los militares que juzgaron a las juntas militares ratificaron lo actuado y dilataron el proceso, por esto la Cámara Federal Penal de Capital Federal tomó la causa y el 22 de abril de 1985 inició el juicio oral y público a las 3 primeras juntas militares, es decir que quedó excluida la junta encabezada por Reynaldo Bignone.

        Un día antes, por cadena nacional, el presidente Raúl Alfonsín anunció que se iniciaría “una nueva etapa en un juicio sin antecedentes en el mundo”, además de denunciar “la actividad disolvente de quienes pronostican el caos y la anarquía, presagian estallidos sociales y en definitiva se convierten en pregoneros de la disgregación nacional”.

        El 22 de abril fue un día gris, frío y húmedo, pero eso no impidió que 70.000 personas convocadas por los organismos de derechos humanos, acompañaran el inicio del proceso judicial con un gran cartel que decía “Juicio a todos los culpables”.

        De uno en fondo, ocuparon el banquillo de los acusados videla, massera, agosti, viola, lambruschini, graffigna, lami dozo, anaya, galtieri. A la izquierda de ellos, los fiscales: Julio César Strassera y Luis Moreno Ocampo. Frente a los acusados, los miembros del tribunal: Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma, Andrés J. D’Alessio y León Carlos Arslanian, quien abrió la audiencia.

        Para presenciar el inicio del juicio se hicieron presentes Adolfo Pérez Esquivel, premio Nóbel de la Paz, y Hebe de Bonafini, presidenta de Madres de Plaza de Mayo.

        Si bien en la sala de audiencias hubo público, el juicio no se pasó ni por T.V. ni por radio de manera completa, sólo un compacto sin sonido de 3 minutos producido por la televisión pública. Hubo periodistas extranjeros y nacionales, quizás el más conocido fue Pablo Llonto, que trabajaba para Clarín y recibió órdenes precisas de Morales Solá sobre lo que no debía decir; en 2015 publicó El juicio que no se vio. A partir de mayo del 85, la editorial Perfil comenzó a editar El diario del juicio, una de las publicaciones más significativas de aquel acontecimiento jurídico-político-histórico.

        La película Argentina, 1985 permitió reinstalar en la memoria de todos los argentinos y argentinas un juicio que no tiene antecedentes en el mundo ya que en él se implementaron dos mecanismos fundamentales de la justicia transicional: la creación de una comisión de la verdad (CONADEP) y mecanismos de justicia sobre los perpetradores de los crímenes de Estado. “No hay ningún país que haya juzgado a perpetradores a través de jueces del mismo país y, mucho menos, con la legislación del propio país”, declaró Dante Vega, fiscal general a cargo de la Unidad Especial Delitos de Lesa Humanidad.

        A 38 años del comienzo del juicio a las juntas militares, Memoria, Verdad y Justicia.

Por Mónica Carinchi

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