¿Educación o populismo?

Luego de 33 años de carrera impecable, 21 como directora más simultáneamente, 15 como profesora, decidí jubilarme porque el “sistema” hacía imposible mi permanente cuestionamiento entre lo ético y lo indecente.

Durante los 15 años que estuve en escuelas secundarias jamás le vi la cara a un inspector. Sólo venían a verificar la matrícula. Luego de jubilarme como directora continué en la SB N° 37 (corresponde a mi ex escuela primaria) donde fui directora de EGB hasta que apareció la SB a cuyo frente se encuentra una ex maestra de mi ex escuela.

Más allá de sus continuas inasistencias (lo mismo hace en la otra SB) siempre estaba yo a cargo de la escuela. En su momento los alumnos consideraron que yo era muy exigente y me denunciaron directamente a la directora. Sin hablar conmigo llamó a su inspectora (Actual Inspectora Distrital) y un día se presentó la señora a presenciar mi clase. Algo insólito e inaudito. Era el día de la famosa lección que tenían que dar los alumnos y que no habían estudiado.

Ante la situación cambié el temario y retomé temas ya dados. La señora pidió carpetas, todas corregidas, y el libro de temas. Terminada la hora se retiró sin decir una palabra. Pasaron los días y como no vi ni me notifiqué del informe dejado por la señora, un día que estaba “a cargo” como de costumbre, vi el libro de inspección sobre la mesa. Comencé a leer y creo que en ese momento odié la política educativa a la que nos han llevado desde el año 1992.

Nunca en toda mi carrera docente se me hizo un informe tan lapidario al punto tal que la directora jamás me lo dio para notificarme. En ese momento sentí “acoso laboral”. Teniendo un hijo muy enfermo (luego falleció) decidí pedir licencia por psiquiatría y luego renunciar ya que no estaba dispuesta a tolerar la falta de respeto, el acomodo, el atropello y demás adjetivos que se puedan poner en la situación que se vive hoy en las escuelas.

Estábamos en manos de inoperantes, improvisadores y tapa bollos de cualquier manera. Será la mayor inversión en educación en la provincia, pero ¿los resultados? Catastróficos. Gracias a Dios mis nietos van a escuela privada donde no falta el agua, el personal está todos los días y la exigencia y el esfuerzo tienen su premio.

Ana María Pazos

DNI 3.280.224

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