Los vecinos de San Fernando apuestan al compromiso comunitario. En la edición 2011 del Presupuesto Participativo, crecen los proyectos y también las instancias de formación e intercambio ciudadano.

Construir ciudadanía es uno de los retos de la democracia. Lo ha sido siempre; pero, mientras a principios del siglo 20 se formaba ciudadanos a través de prácticas disciplinarias que preparaban para obedecer; en la actualidad, la vida social reclama ciudadanos participativos, capaces de organizarse para ejercer influencia directa sobre la toma de decisiones políticas.

Una de las herramientas para esto es el presupuesto participativo, que los sanfernandinos vienen transitando desde 2008. “Estamos en un país que está creciendo y los vecinos de este Municipio también quieren crecer, por eso participan desde 2008 en el presupuesto participativo y hacen, cada vez, mejores propuestas”, sostuvo Virginia Sáenz, Coordinadora del Programa de Presupuesto Participativo.

Como elaborar un proyecto no es sencillo, los vecinos reciben apoyo técnico. Este año, además, se han agregado jornadas de capacitación: “En el 2011 incorporamos especialistas de la UBA, de la cátedra de comunicación comunitaria. Organizamos 3 encuentros para trabajar sobre planificación, liderazgo y comunicación, ya que los vecinos tienen que difundir y convocar para que voten sus propuestas”.

Participar exige atravesar los límites del hogar y del propio barrio, debatir, conocer a otros. “Este herramienta sirve como forma de organización de los vecinos, que se entrenan en la participación, no sólo en relación al Municipio, sino también con otros sectores de la sociedad. Hay personas que se han conocido elaborando un proyecto y luego se constituyeron como asociación civil. Esto es un logro importante, del Programa y también de la gestión porque apuesta a que los vecinos se organicen, es decir que no dependan de lo que el Municipio proponga, sino que también ellos hagan sus propuestas”.

Dado el año electoral, Virginia remarcó que “el Intendente Amieiro sigue apostando al presupuesto participativo y, además, a incluir otras herramientas de participación. No escuché a otros candidatos hablar de propuestas de este estilo. Es algo innovador, no todos los municipios se animan a hacerlo”.

Palabra de vecino

Durante septiembre, el Programa de Presupuesto Participativo realizó la segunda instancia de capacitación, donde los participantes reflexionaron sobre liderazgo y participación ciudadana.

“A estos encuentros concurren los vecinos de todas las zonas, lo que les permite conocerse y saber qué pasa en otros lugares”, dijo Virginia.

Después de una dinámica grupal, los vecinos compartieron sus experiencias y se entusiasmaron al relacionar líder con puntero, una palabra “ensuciada”, pero realzaron la participación y la existencia de líderes, “si la gente no participa, tenemos que seguir adelante y hacer más”, dijo un joven.

Carlos – un riojano que vive en San Fernando hace 46 años – aclaró que, al principio, participó del presupuesto participativo “sólo opinando, pero ahora presentamos un proyecto, queremos hacer un salón para jubilados en el barrio San Ginés”. En relación a la jornada, declaró: “Las actividades son buenas porque hacen pensar de otra manera porque uno es muy individualista y acá hay que compartir”.

Por su parte, Mónica Müller – que viene participando y ganando desde 2008 – destacó: “Las actividades son buenísimas. Año a año vemos la evolución, nos damos cuenta por los proyecto que van creciendo; el primer año habremos sido 15, este  año, somos 35. Yo vengo de San Isidro, hace 6 años que vivo en San Fernando y la posibilidad de hacer tareas barriales y comunitarias que me dio este municipio, no me la dio San Isidro”. Este año, junto con sus compañeras, presentó un proyecto para ampliar el SUM de El Obrador, el centro cultural comunitario que gestaron en el 2008 gracias al presupuesto participativo.

También Marta Romero, de Villa Jardín, dijo sentirse cómoda, “uno acá conoce a otras personas, dialoga, puede expresar sus necesidades”. Del mismo barrio, Carlos Soria expresó: “Nosotros somos de Virreyes Oeste, un sector que estaba olvidado, pero en estos últimos 10 años, lo que era un basural, se convirtió en un barrio con veredas, cloacas, gas, líneas de colectivo, un colegio. Antes nadie quería pasar por Virreyes Oeste porque había trabajadores pero no tenían acceso a nada, en cambio, hoy tienen casas y acceso al estudio y gracias a nuestra presidenta, la posibilidad de tener una netbook y ahora vemos a los chicos con la computadora en la plaza y no fumando porro como en otros tiempos. Nosotros queremos un futuro mejor para nuestros chicos y con estas cosas nos sentimos integrados”.

Evidentemente, las herramientas de participación ciudadana posibilitan la creación del tejido social y, además, como se escuchó en la reunión “quienes participan, se van transformando”.