Agitaron las aguas y el corazón

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Les ganaron a las chilenas y a las brasileras

Después de recorrer los 1800 metros de Laguna Chica, en Chile, Catalina Segura, Oriana Ruiz, Lucila y Miranda Damario consiguieron para Argentina la medalla de oro en cuádruple par femenino.

 

Rodeadas de un bellísimo paisaje de montañas y bosques de pinos y en un lago de aguas transparentes, las integrantes del cuádruple par femenino que representó a Argentina en el Campeonato Sudamericano Juvenil de Remo 2010, lograron coronarse campeonas. Son Catalina Segura, Oriana Ruiz, Lucila y Miranda Damario, las tres últimas tigrenses y corredoras del Club Teutonia.

Después de 36 horas de viaje en micro, en compañía de toda la selección argentina, llegaron a Concepción (Chile) con 5 días de anticipación, pero aún así lo único que conocieron, fueron “las 3 cuadras del hotel al club”, porque el entrenador – Pablo Susini – fue muy estricto: “Desayunábamos, remábamos, comíamos, siesta, otra vez a remar, comer y a dormir”, contó Lucila Damario y sus compañeras asintieron.

Las chicas reman juntas desde febrero y en todo este tiempo lograron encontrar “el punto en que las cuatro nos acoplamos”, dijo Miranda.

El entrenamiento fue duro: levantarse muy temprano, correr, hacer gimnasia, remar; Catalina Segura  – que vive en Luján – debía viajar todos los días a Tigre. Por supuesto, además, las cuatro estudian. Cuando les anunciaron que se iban a Chile, surgió la ansiedad, “pasó tan rápido el tiempo que, cuando nos dimos cuenta, faltaban 3 horas para partir”, recordó Oriana.

En Chile se encontraron con la selección del país anfitrión y Brasil, Ecuador, Perú, Paraguay, Venezuela y Guatemala como país invitado. A ellas les tocó medirse con Chile y Brasil y cuando vieron a las brasileras se quedaron impactadas porque “eran gigantes, medían un metro 80, pero nuestro entrenador nos decía que nuestro bote iba bien”, comentó Miranda, que tiene 17 años y es bastante más alta que las chicas de su edad. Por otro lado, el año pasado el cuádruple femenino lo ganó Chile; así que nuestras compatriotas “la tenían que remar”.

Hasta el país trasandino llegaron las familias de las cuatro jóvenes para respaldarlas incondicionalmente y también los mails de otra grande del remo nacional, Laura Ábalos, “fue una sorpresa porque nos mandó un mail cuando estábamos en Chile, nos contó su experiencia en la selección. Eso nos motivó mucho”, explicó Miranda.

Y así, con todo este incentivo, las argentinas pusieron unos 6 minutos para recorrer los 1800 metros que las convirtieron en campeonas.

A pesar del entrenamiento de meses, Luciana confesó que “ya en los primeros metros, las piernas no nos daban más y todavía nos faltaba más de la mitad de la regata”. Y cuando ya el corazón parecía que se le iba a salir por la boca, apareció otro estímulo: “Yo estaba detrás de todo, no daba más, pero al ver que la remera de mi compañera decía Argentina, eso me dio la fuerza para seguir”.

Siguieron y vencieron y fueron vitoreadas por todo los presentes y sus jóvenes corazones tuvieron un estremecimiento más: “Escuchar el Himno cuando a uno le entregan la medalla es muy emocionante”, remarcó Oriana y la felicidad apareció en el rostro de todas.

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