“Todavía tengo años en esta carrera”

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Con la misma sencillez y simpatía que muestra en el programa televisivo que conduce, Érica Farías se predispuso al diálogo con Actualidad. Sus inicios, el acompañamiento familiar, la derrota con Dilfine Persoon, su enojo con la CMB. Sus actuales desafíos: la Escuela Municipal de Boxeo y el programa Sentí San Fernando.

 

Como muchas jóvenes, a los 18 años empezó con aerobic para verse bien, “para bajar los rollitos”. Para ir al gimnasio le tuvo que pedir permiso a su mamá que jamás pensó que, en ese lugar, comenzaría una nueva vida para su hija. “Mi profesor daba clases de full contac, ahí me puse por primera vez un guante y le pegué a una bolsa. Él me decía que yo tenía la mano pesada, que era una chica fuerte y eso me dio seguridad”, contó Érica Farías, la boxeadora sanfernandina que durante 4 años mantuvo el título mundial de la CMB, en la categoría ligero, con 11 peleas exitosas.

En abril de este año perdió el cinturón frente a Delfine Persoon, en Bélgica, pero, para todos nosotros, sigue siendo una campeona de la vida.

 

Por el título otra vez

“El boxeo me permitió descubrir una parte de mí que yo misma no conocía”. Fue así que comenzó a repensar algunos aspectos de su vida: “Estaba haciendo el CBC para Derecho, pero decidí tomarme un año para probar como boxeadora. Ahí empezó el conflicto con mi mamá, yo le dije que me daba vergüenza pedirle dinero para los apuntes, para viajar, porque nosotros no estábamos en una buena posición económica”.

Su decisión fue acertada, porque al poco tiempo la llamaron de la Selección Argentina, “ahí me di cuenta de que tenía condiciones”. Y, sin dudas, el orgullo de su mamá estalló.

Inició, entonces, su camino de amateur; los hombres de la familia la apoyaban (recordó que uno de sus hermanos había querido ser boxeador y su mamá no lo había dejado, “yo fui un poquito más rebelde”, dijo con una pícara sonrisa). El papá la acompañaba a todas las peleas y la mamá la seguía por la tele, porque “ella tenía miedo de que me pasara algo. Siempre me decía que me cuidara. Lo que me deja tranquila es que mi mamá murió el 10 de julio y yo salí campeona el 8 de mayo del mismo año que ella falleció. Yo pude alzar mi título del mundo frente a los ojos de mi mamá, entonces todo lo que hice valió la pena porque mi mamá me vio consagrada campeona mundial. Quedé contenta”.

El espíritu familiar la acompaña permanentemente cuando sube al ring, por eso confesó: “El 20 de abril, cuando empecé a sangrar, como era la primera vez que me cortaban, se me cruzó mi familia, entonces, cuando terminé la pelea, filmé un video y se los mandé para que ellos vieran que yo estaba bien”.

A pesar de su gran entrenamiento, su experiencia – 18 peleas invicta – y, obviamente, sus ganas de ganar, “La Pantera” estaba preparada para una derrota, pues “yendo de visitante, puede pasar”. Reconoció que la belga fue una gran rival, aunque “técnicamente era muy básica, yo estaba mejor que ella, pero me atropelló tanto y yo lamentablemente me pegué un poco a su juego, aunque sabía que no tenía que prestarme a la pelea cuerpo a cuerpo porque iba a estar complicada”.

Dado que sabía de la fortaleza de su rival, la pelea fue armada tácticamente, pero surgió el imprevisto: “Ella ensució mucho la pelea, cometió infracciones que no le cobraron y cualquier cosa que yo hacía, me la cobraban. Me bajaron 2 puntos. Además, no hubo jueces ni referís neutrales, eran todos de Europa”. Por este motivo, está dolida con la CMB – entidad para la cual ha peleado hasta ahora. Pero un gesto podría componer la relación: “Me gustaría que me llamen y me digan ‘Farías, tiene otra oportunidad con la rival con la que perdió su título’. Sería una de las cosas más lindas que me puedan pasar porque yo quiero esa chance”.

Si esta oportunidad no se da, Érica ya se está preparando para otra: es probable que en agosto pelee, en Tigre, contra Tily Maderna, actual campeona de la OMB. “No pienso retirarme, voy a ir en busca del título mundial nuevamente”, sentenció.

 

Ganarle a la vida

“El boxeo es una disciplina popular que da muchas oportunidades. Algunos campeones supieron aprovecharlas, otros, no. Pasa por uno el camino que se elige, porque el ambiente puede marear un poquito”, sostuvo Érica, a quien se le fueron abriendo espacios profesionales que la hacen sentir feliz y agradecida.

Hace dos años comenzó con la Escuela Municipal de Boxeo. “Tengo un vínculo muy especial con los chicos. Ellos me ven como una amiga, me cuentan si tuvieron una prueba, me llevan el boletín, algunos me llevan cosas para comer y yo les digo ‘chicos, me van a hacer subir de categoría’”.

Le toca, también, entrenar a las jóvenes: “Cuando las veo en el guanteo, recuerdo mis inicios. Ellas buscan mi aprobación. Yo trato de transmitirles confianza”.

Por supuesto, la escuela trabaja para la inclusión social: “Tratamos de sacar a los chicos de la calle. Siempre decimos que no queremos campeones del mundo, sino campeones de la vida. Esperamos que puedan sentirse bien con ellos mismos, que se sientan útiles. No sólo hablamos de alejarlos de la droga y el alcohol, también de la violencia, que está en la calle y también en las casas”.

Se podría decir que el boxeo es un deporte violento – “Es un deporte de contacto, con reglas y un réferi que cuida y un doctor que va a parar la pelea si hay una herida importante. Hay una protección que es el réferi y el boxeador que usa su defensa. Hay un reglamento que se debe cumplir”.

 

Un nuevo desafío

Actualmente Érica se enfrenta a otro desafío: conducir el programa televisivo Sentí San Fernando. “Me lo propuso el Municipio como representante de San Fernando. Para mí es una gran felicidad poder hablar del lugar donde me crié y estoy construyendo mi vida, porque yo jamás salí de San Fernando”.

El programa tiene como finalidad presentar las obras municipales y “los lugares emblemáticos de la ciudad que quizás la gente ignora”.

Para cada ocasión, se prepara buscando información ya que, aseguró, “no soy un ente que se para y habla”. Uno de sus propósitos es utilizar un lenguaje entendible a toda la gente. “Me gusta mucho la comunicación. Estuve estudiando periodismo deportivo, me gustaría relatar peleas de box”.

Además de su vida de boxeadora, la escuela municipal y el programa de TV, Érica Farías también habló de su vida más íntima: “Tuve la idea de tener un hijo un tiempo atrás, pero la derrota me hizo bajar a tierra. Todavía tengo años en esta carrera, quiero conseguir más cosas, por ejemplo mi propia casa. Entonces falta, no hay apuro en ser madre”.

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