“Nueve pesos y cinco centavos. Nada más”

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Historia del Partido de Tigre – Parte LXXXIX. Hace poco más de un siglo, a la hora de visitar el Delta, era común adquirir boletos combinados que podían incluir los pasajes de tren, de lancha y la entrada a un recreo con almuerzo incluido – o almuerzo a bordo de las embarcaciones. Las excursiones de día completo por las Islas del Delta tenían salidas desde el Canal de San Fernando y Tigre.

 

Una nota publicada en el diario La Nación con fecha del 8 de noviembre de 1887 decía: “El popular Calzetta ha inaugurado un servicio especial para conducir a su isla a los que deseen gozar de los atractivos de ella. En las estaciones del ferrocarril del Norte, se pueden obtener los boletos. El boleto desde Buenos Aires ida y vuelta con almuerzo en la isla cuesta $3 solamente”. El aviso continuaba promocionando el lugar: “…el público ha de comprender el empeño desplegado para complacerlo, por el propietario del más pintoresco sitio de campo al alcance de todos, en las cercanías de la ciudad”.

La llegada del ferrocarril a Tigre el 1 de enero de 1865 fue un factor determinante para el impulso del desarrollo del turismo en el Delta, comunicando a los pagos de Tigre y San Fernando con la Ciudad de Buenos Aires en un poco más de una hora.

El recreo “Nuevo Toro” de Francisco Leverone es otro ejemplo de venta de boletos combinados que se podían comprar en la Agencia de “Turismo Tigre”, ubicada en Florida Nº 163 (Galería Guemes). Se podían adquirir todos los días al precio de $5 para mayores y $2,90 para menores. Los boletos combinados incluían lancha ida y vuelta y el almuerzo en el recreo. En 1910, el dólar estaba $2,37 moneda nacional (1).

La empresa Navegación Isleña inicia la realización de “viajes de recreo” el 15 de octubre de 1911. Se vendían pasajes en la Estación de Retiro que incluían el viaje de ida y vuelta en el tren, el paseo en una embarcación entre el Canal de San Fernando y Paraná Miní con el almuerzo en alguno de los numerosos recreos en las Islas o con el almuerzo a bordo durante la navegación. También se podían adquirir los boletos combinados en la sede de la compañía “José Luciano & Cia”, en Colón 822, San Fernando.

En un afiche publicitario de 1911 titulado: “Todos los domingos hasta nuevo aviso”, Navegación Isleña ofrecía “los cómodos vapores Segundo, Principio y Sarmiento que saldrán del Canal de San Fernando a las 7.45 a.m. y a las 8.45, hora de llegada del primer y segundo tren de Retiro (Este) y recorrerán los Arroyos Tres Bocas, Capitán, Boca Pay Carabí, Estudiante, Caracoles, Chaná y Miní hasta Méndez, el primero y el segundo hasta Chaná Miní, regresando para llegar al Canal a las 6 p.m. más o menos. Viaje ida y vuelta, incluso almuerzo y vino $5”.

Además de los vapores mencionados, también otros buques hacían “viajes de recreo” como el “Bernardino Rivadavia” que tenía capacidad para 200 comensales que podían comer en un solo turno, el “Nicolás Ambrosoni” que podía albergar hasta 250 pasajeros y el “Ciudad de San Fernando” hasta 350. Era habitual que distintas instituciones culturales, educativas, clubes deportivos, colectividades extranjeras y grandes empresas contrataran servicios de recreación por un día completo por las Islas. También se realizan excursiones nocturnas.

 

Fuentes:

– Torriell, Edel, “Historias Tigrenses”, Municipalidad de Tigre, Buenos Aires, 2001.

– Luciano, Darío, “Navegación Isleña 1900-1967”, Instituto de Estudios Históricos de San Fernando de Buena Vista, Buenos Aires, 1999.

 

(1) Torriell, Edel, “Historias Tigrenses”, Municipalidad de Tigre, Buenos Aires, 2001. Pág. 85.

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