A conciliación obligatoria

Conflicto entre el Centro de Armadores y el Sindicato Portuario de zona norte en el Puerto de Frutos. El jueves 2 y viernes 3 de febrero, desataron un conflicto en el Puerto de Frutos prohibiendo el ingreso a todo vehículo, tanto de turistas como trabajadores. El Sindicato exige la reincorporación de 16 trabajadores despedidos desde noviembre de 2011 y mejores condiciones laborales. El martes 7 se llevaría adelante en el Ministerio de Trabajo una reunión previa a la conciliación obligatoria.
Un conflicto que ya tiene 3 años entre el Centro de Armadores y el Sindicato Portuario de zona norte, desató un cierre y cese de actividades en el Puerto de Frutos el jueves 2 y viernes 3 de febrero; también unos choques a golpes con la policía bonaerense cuando un efectivo policial intentó retirarlos por la fuerza a un grupo piquetero – integrantes del Centro de Armadores – ubicados sobre calle Sarmiento.
El corte permaneció entre el jueves y viernes por la tarde luego que las dos partes se reunieran en el Ministerio de Trabajo y acordaran reunirse el martes 6 previa conciliación obligatoria.
Según Juan Carlos Ibalo, Secretario General del Sindicato Portuario Zona Norte, la movilización y corte sería “por tiempo indeterminado de los accesos y salidas de la zona operativa de los puertos de Tigre y San Fernando, en protesta a la falta de respuesta del Centro de Armadores de Barcos, ante los reclamos que realizamos por despidos de 16 trabajadores (desde noviembre de 2011) y la falta de cumplimiento de nuestro convenio colectivo”. Recordó que “los empresarios nunca se presentaron a las audiencias de conciliación en el Ministerio de Trabajo, a pesar de las denuncias que certificamos ante la cartera laboral por la existencia de trabajadores no registrados y la ausencia de elementos de seguridad para nuestros compañeros, lo que aumenta el riesgo de accidentes”.
El sindicalista, muy confiado de sus acciones, dijo contar con “el acompañamiento del secretario general de la CGT Hugo Moyano, en nuestra lucha, que continuará en las próximas negociaciones paritarias, donde reclamaremos un incremento salarial del 30% para todos nuestros trabajadores”.
Por otro lado, apostado en la entrada de Guareschi junto a una treintena de hombres, Raúl Bernasconi, miembro del Centro de Armadores de Barcos, explicó que “desde el Sindicato quieren reflotar un convenio del año 75, y el Centro de Armadores considera que las tarifas que están pidiendo para poder negociar el nuevo convenio son irrisorias, porque superan lo que pueden pagar los barqueros”.
Aseguró que “hemos querido hablar con ellos y llegar a un acuerdo y no traer problemas a un sector donde el municipio considera como turístico, pero no se pudo y se llegó a este conflicto”. Recordó que desde el año ´45, el Centro de Armadores de Barcos trabaja en el Puerto de Tigre y San Fernando “sin conflicto de este tipo. Nos vimos obligados a tomar esta medida porque ellos han tomado el puerto y nos han tapado las entradas y salidas, entonces nos vimos obligados a tomar una medida similar”. En algo se pusieron de acuerdo ambos días, el Sindicato cortó la Guareschi mientras que los Armadores la Sarmiento.
Desde ya, se espera una pronta solución aunque se podía notar que de ambos lados, nadie quiere retroceder. De todos modos, habría 30 días para acordar entre ambas partes.

Declaraciones de Sergio Massa
Sobre el conflicto opinó: “El municipio está intentando de buena fe interceder para que ambas partes se sienten a negociar; mucho más no se puede hacer ya que es una pelea entre empresarios y sindicalistas”. “Si bien hay algunos que exceden su derecho a la protesta complicándole la vida a los demás, hay otros que se abusan de las condiciones laborales y entonces cuando se negrea a un trabajador y no se cumplen las condiciones de seguridad, y se los explota por su condición, hay un punto en el que la gente dice basta”. “Hay que lograr un equilibrio, una cosa son los que trabajan a pequeña escala y otra cosa son los que hacen transporte a gran escala y tienen no uno sino veinte empleados, y que muchas veces los tratan como esclavos. Algunos se abusan de su posición económica a la hora de contratar el trabajo en la isla”.

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