Historia del Partido de Tigre – Parte LXIII

Como ya hemos mencionado en números anteriores, el arte de la navegación fluvial y todo lo asociado a ella es constitutivo de nuestra historia local. En este sentido iniciaremos un recorrido por la historia de las construcciones navales tanto las destinadas para la “marina del placer” como para otros fines. El Astillero de Don Felipe Coppes fue uno de los establecimientos que desde principios del siglo XX impulsó la industria en Tigre construyendo lanchas de carrera, de crucero y de transporte de pasajeros, chatas y otros ya sea para navegación deportiva, trabajos varios y a pedido de organismos públicos.

En los comienzos del siglo XX, la Boca del Riachuelo y Tigre eran los dos polos ribereños con mayor desarrollo de la industria de astilleros. En Tigre, había numerosos talleres de carpintería y de construcciones mecánicas de las cuales el 70% del trabajo estaba destinado para la navegación deportiva. También había comercios que tenían a la venta artículos navales especiales para esta rama de la navegación “que a los ojos de los aficionados desempeñan el mismo papel que las jugueterías para los niños”.

Don Felipe Coppes fue uno de los tantos industriales que se formó sobre la base del desarrollo de la marina del placer. Don Coppes se inició en la industria naval en los primeros años del siglo, en el viejo astillero de Orengo & Vismara en el que fue sumando experiencia hasta convertirse en capataz del mismo en 1906. Dos años más tarde, Coppes logra comprar el astillero y en 1921 lo traslada a un lugar inmediato al puente que cruza el río Tigre.

En el nuevo sitio, además de instalar la sección taller mecánico, Coppes introduce otros servicios novedosos como un fondeadero en el que las embarcaciones podían amarrar sobre el río Tigre y con vigilancia nocturna, y brinda una serie de servicios como la venta de combustible de la Cia. Anglo Mexican y aceite lubricante Castroil y aprovisionamiento en general.

El Astillero Coppes se especializaba en embarcaciones a motor, de placer y para el trabajo y muchas de ellas fueron encargadas por aficionados, por diversas empresas de transporte marítimo y por pedidos del gobierno como el Ministerio de Obras Públicas (M.O.P.) y el Ministerio de la Marina.

Al frente de estos talleres como capataz carpintero estaba Don Antonio Pagani, maestro de reputados conocimientos, bajo cuya dirección se hacían todas las obras.

Algunas de las embarcaciones construidas en este astillero fueron: “Villa Bilbao”, chata de 25 ton de 1912; “Armonía”, lancha de carrera de 10,5 metros de eslora; Lancha Nº 8 para la Gendarmería de las Islas; “Marianne”, lancha de crucero de 12 metros de eslora, alargada en 1918 en los mismos talleres; “Enigma”, chata de 15 ton de 1916, Lancha Nº 5 de la Gendarmería de Islas; “Piave”, lancha de carrera de 10 metros de eslora con motor de 150 HP, en 1920; “Leonor”, lancha de crucero de 12 metros de eslora, año 1920; Lancha de tipo carrera para el M.O.P. Estudios del Riachuelo, de 9 metros de eslora; Lancha de transporte de pasajeros para el frigorífico Amour y una larga serie de otras, de paseo, de carga y carrera.

Fuente: “Neptunia”, Órgano informativo de Sports Náuticos, Año VII (1926), Buenos Aires.