Estudiantes de La Plata se aprovechó del paupérrimo presente de Tigre y de la mano de Juan Sebastián Verón y Mauro Boselli, lo venció esta noche por 3 a 1, en el estadio de Quilmes.
Boselli, a los 4 del primero y a los 15 del segundo, y Germán Ré a los 8 del complemento, anotaron los goles para la victoria del elenco platense. En tanto, Cristian Cellay, en contra de su propia valla, marcó el descuento parcial para Tigre a los 12 minutos del segundo tiempo.
Con la victoria Estudiantes revirtió dos derrotas seguidas que acumuló y ahora se encuentra a tres unidades de los líderes Banfield y Newell’s, aunque con dos partidos más.
Mientras que Tigre no logró mantener el envión luego de regresar al triunfo la última fecha y se hunde en el último puesto de la tabla.
Estudiantes dominó las acciones desde el comienzo del encuentro, gracias a la jerarquía y la inteligencia de Verón para administrar el juego. También fue determinante la presencia de Boselli, quien gracias a su espíritu goleador, marcó los tantos claves para darles tranquilidad sus compañeros.
Por su parte, Tigre es una sombra de aquel equipo que peleó el Apertura 2008 junto a Boca y San Lorenzo; más allá de contar con la misma base, las lesiones y un irregular andar futbolístico le jugaron en contra.
El sector más afectado fue la defensa y en este encuentro se vio el gran desajuste en la última línea, que nunca encontró la manera de controlar los avances platenses.
En el primer tiempo, Estudiantes marcó las diferencias de entrada y marcó su superioridad en la red gracias a una gran definición de Boselli.
Sobre los 4 minutos, el goleador recibió libre sobre la izquierda del área, enganchó hacia adentro desparramando a Garat y definió con un remate bajo, al primer palo, ante la estéril salida de Daniel Islas.
El gol evidenció el poder ofensivo del local y la claridad para manejar el balón y los tiempos, mientras que del otro lado Tigre no hacía pie en el fondo y sufría con cada avance platense.
La falta de puntería en los últimos metros y algo de mala suerte le impidió al local llevarse una diferencia mayor. Primero, Islas le tapó el gol a Salgueiro y minutos después, el uruguayo tuvo otra chance, pero esta vez Castaño alcanzó a impedir lo que era el segundo.
A los 38, llegó la más clara, tras enviar un córner que despejó la defensa, Verón tomó la pelota sobre la derecha del área, enganchó ante la salida del defensor y sacó un potente remate de zurda que impactó en el palo derecho de Islas.
En el complemento, Estudiantes volvió a golpear en el arranque gracias a una precisa jugada elaborada de pelota parada con Verón, por supuesto, como artífice. Así, a los 8 minutos, de tiro libre, Verón habilitó a Carrusca, este desbordó por la izquierda y lanzó un centro bajo que Ré se encargó de enviar al fondo del arco. Cuatro minutos después, Tigre se encontró con un regalo del cielo, cuando Cellay, en contra de su propia valla, anotó el descuento inesperado para todos por el pobre desempeño de la visita.
A los 12, Castaño lanzó un centro frontal intrascendente al corazón del área y Cellay, cuando no había ninguna dificultad alrededor, equivocó el despeje y convirtió el descuento de Tigre. Sin embargo, el sorpresivo favor no ayudó y los desajustes defensivos del «Matador» eran incorregibles y así Estudiantes rápidamente marcó el tercero para devolver tranquilidad al local.
Tres minutos después del descuento, a los 15, Verón ejecutó con calidad quirúrgica un tiro libre desde la derecha que Boselli, anticipándose a todos en el borde del área chica, conectó con un cabezazo implacable para vencer a Islas.
A los 29, Luna tuvo el descuento cuando Díaz se equivocó y el delantero de Tigre aprovechó y, mano a mano con Albil, definió y la pelota dio en el palo y se fue.
Con el funcionamiento de esta noche, Alejandro Sabella seguramente se fue tranquilo, pensando en el gran objetivo del «Pincha»: el Mundial de Clubes.
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