Astilleros Regnicoli: tres generaciones en casi 90 años de trayectoria

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Historia del Partido de Tigre – Parte LXXVI

Con la construcción y venta de alrededor de 10.000 embarcaciones de todo tipo, los astilleros Regnicoli han transitado por distintas etapas siguiendo los vaivenes propios del país y sumando nuevos avances tecnológicos. Desde carteles Shell en todo el mundo hasta encarar desarrollos especiales de alta tecnología en materiales plásticos.

 

        La marca Regnícoli, identificada directamente con la industria náutica, es y ha sido sinónimo de calidad y diseño. Incluso hubo una época en la que Regnicoli y Pagliettini competían popularmente en el mercado, al estilo de Ford y Chevrolet.

        A lo largo de su historia, el astillero ha contado con la presencia de distintas generaciones que en cada período llevaron adelante la dirección de la empresa. Los pioneros fueron los hermanos Gino y Emilio Regnicoli que fundaron el astillero en 1924, en terrenos propios sobre la margen izquierda del Río Luján, a la altura del canal San Fernando. Allí, los conocimientos en carpintería naval y el perfeccionamiento de los motores se sumaron para dar inicio a la producción de embarcaciones con nuevos modelos, y el apellido Regnícoli se convirtió en un ícono de los pilotos y apasionados de la motonáutica.

        La segunda generación, la de los primos Jorge y Horacio, corresponde a la revolución del plástico. Desde 1959 se comienza a trabajar con plástico reforzado con fibra de vidrio en el proceso industrial del astillero. Surgen así modelos de Jorge Regnicoli que fueron premiados, como el Dorado y el Albacora. En 1979, y debido a un incendio que destruyó el viejo astillero, se construyeron nuevas instalaciones sobre la margen derecha del Río Luján, frente al anterior.

        La tercera generación de Regnicoli, conformada por Andrea, Hernán, Roberto y Ernesto le dio un nuevo impulso de crecimiento aunando la experiencia de sus antecesores con los nuevos conocimientos tecnológicos, como la fabricación de piezas en PRFV (Plástico Reforzado con Fibra de Vidrio) mediante el sistema de inyección RTM (Resina Transfer Moulding) (1).

 

Desde carteles Shell hasta desarrollos de alta tecnología

        Como datos relevantes para destacar de la empresa, se puede mencionar que los carteles de las estaciones Shell de todo el mundo fueron fabricados en el astillero, con un sistema de inyección de avanzada. Por otro lado, un 20 % de los productos de la planta ubicada frente al río Luján se exportan, particularmente cruceros y lanchas de porte mayor, a Chile, Holanda, Francia y España, y ocupan el tercer lugar en cuanto a valor exportado por un astillero en el país. Asimismo se lleva adelante una estrategia en la construcción de embarcaciones de trabajo (patrulleras para Prefectura, lanchas para prácticos) y también, más allá de la náutica, se destacan desarrollos especiales de alta tecnología en materiales plásticos.

        Además del diseño pensado para navegar bien en nuestra zona, el prestigio, la calidad y la historia son el sello de una empresa que ya ha dejado su impronta en la industria náutica deportiva y que continúa innovando.

 

Fuente:

Publicación de la Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones (Cacel) “Astillero Regnicoli. 81 Años de diseño, trabajo y éxito”.

 

(1) Modelo por transferencia de resina

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