Un poco de historia sobre el trabajo y adjudicación de tierras en el Delta

, Historia

El origen del día del islero. Viajeros, periodistas, escritores han observado el poblamiento de las islas del Bajo Delta. Para algunos, la presencia de europeos ya era notable en las primeras décadas del siglo 19.

El húngaro Sandor Mikler (1902-1971) llegó a nuestro país después de la primera guerra mundial y se instaló en el Delta. Allí comenzó una intensa labor periodística y de promoción de las islas. Además de fundar en agosto de 1933 el Periódico Delta, fue promotor y organizador del Primer Congreso de Productores Isleños, realizado el 31 de octubre de 1936, en el club Regatas Independencia sobre el Paraná Miní. De ese Congreso surgió el Consejo Permanente de Productores Isleños, del cual Mikler fue secretario general.

En el Periódico Delta, Sandor editó sus investigaciones realizadas en la zona; para sus crónicas históricas utilizó, entre otros, un informe de Francisco Javier Muñiz del año 1818, realizado por pedido de Juan Martín de Pueyrredón; en él, Muñiz destaca la existencia de europeos en el lugar. Por su parte, Sandor sostiene que, desde principios del siglo 19, “se ha sembrado trigo y maíz en los grandes albardones”. Según este primer periodista deltaico, los primeros álamos carolina fueron plantados por colones franceses y, además de utilizar su leña para hornos de panaderos y de ladrillos de tejas, “también fueron empleados con gran éxito en carpintería. El mejor testimonio es la casa, casi centenaria, de Bondeau en Carabelas, que todavía conserva sus puertas y ventanas de esta madera, aserrada a mano”.

Otro autor interesado en el Delta fue Magariños Cervantes (hizo el prólogo de El Tempe Argentino) quien destaca, a partir de sus recorridas por las islas, la existencia de fábricas de cordelería, licores, plantaciones experimentales de arroz y sorgo, cáñamo y tabaco.

Magariños también menciona la gran cantidad de pobladores europeos en la zona del Bajo Delta, quienes fueron los principales adjudicatarios de tierras fiscales en el lapso 1888-1934. Estos inmigrantes se asentaron fundamentalmente en los ríos Paycarabí, Paraná Miní y Carabelas. En ese período se profundizó la producción de frutas, hortalizas y mimbre, cuya gran difusión estuvo asociada a la producción frutícola, pues el mimbre se utilizó para la confección de canastos resistentes y livianos que se usaban para mandar la fruta al mercado.

La gran cantidad de inmigrantes europeos que acudieron a las islas fueron, seguramente, atraídos por la forma de apropiación de la tierra: la legislación establecía la adjudicación a aquellos que ocuparan y trabajaran la tierra, sistema semejante al adoptado por la colonización del oeste norteamericano y precisamente opuesto a la ocupación del territorio pampeano.

 

Fuente: Guido Pascual Galafassi. Colonización y Conformación Moderna de las Tierras del Delta del Paraná (1860-1940)

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