Calidad y buen precio
Una carnicería que vende carne de exportación. Sobre la ruta 27, a metros del centro comercial Nordelta. Abierta de lunes a sábado de 8 a 13 y de 17 a 21, también los domingos de 9 a 15 hs. Hacen envíos a domicilio, preparan pedidos envasados al vacío y aceptan todas las tarjetas de crédito. 5649-4299.Si hiciéramos una encuesta en búsqueda del argentino más famoso, seguramente surgirían unas cuantas respuestas: Borges, Perón, Maradona, Piazzola, Evita, Favaloro, Gardel. Cada respuesta dependerá de pasiones personales, estudios, posición social; pero, seguramente, todos los encuestados coincidirían en un gran clásico nacional: el asadito del domingo. Sin embargo, en los tiempos que corren, antes del encuentro con los amigos, uno se pregunta dónde comprar porque o se achica el asado o duele la billetera. Esto también le pasó a Marcelo Pierella, un nuevo vecino de Tigre que, de carne, sabe mucho y “a la hora de hacer un buen asado, no conseguía el equilibrio entre precio y calidad”.
Marcelo es productor ganadero de la zona de Navarro y desde hace 2 años le vende a “un matarife que faena en Bancalari y como siempre me ponderaba el buen estado de mi hacienda, entonces me decidí y me largué con este proyecto”.
El proyecto es un coqueto local de venta de carne, quesos y vinos sobre la ruta 27, a pocos metros del centro comercial Nordelta. “Me llevó bastante tiempo porque tuve que buscar el local, armar toda la rueda comercial, poner todo el negocio a nuevo y encima, cuando ya estaba terminado, empezó la ampliación de la ruta 27 y estuvo 6 meses inhabilitado el acceso. Finalmente abrimos el 10 de febrero”.
Cuando uno se enfrenta al local, aún sin entrar, se advierte que “ésta no es una carnicería más”, como dice su dueño, que además cuenta: “como yo no soy carnicero, quería algo que me hiciera decir ‘qué lindo este lugar’, y esa es la respuesta que estoy obteniendo”. Efectivamente, el buen gusto, la limpieza, la ausencia de olor, hacen que “la gente que compra, vuelva”.
Ya hablando del producto estrella, Marcelo explica que “la calidad de mi hacienda es de exportación, esta firma que faena en Bancalari, la exporta a Francia y Canadá”. Así es, la hacienda de Pampanor se cría con el método feed lot los primeros 60 días y luego “a pastura natural, así la carne sale con otro color, otra terneza, otro sabor. La gente se da cuenta de que esta carne no es tan acuosa, de que tiene otra firmeza y eso es producto del engorde en el campo”. Con determinación, Marcelo agrega: “yo no revendo carne. Uno de los pilares fundamentales de este negocio es que yo sé lo que estoy vendiendo; la mejor propaganda es publicitar lo que crié, lo que engordé y aquí está el producto terminado”.
Calidad y precio
En heladeras perfectamente limpias, se pueden encontrar todos los cortes de carne vacuna, hamburguesas caseras “supernaturales” y además “toda la gama de chorizos, variedad de morcillas, salchichitas. Lechones y cordero, de Navarro, también criados a campo; chivitos de Córdoba, pollos de campo y también los tradicionales”. Para los amantes del cerdo, “elaboramos un carré de cerdo relleno con ciruela y panceta ahumada”.
Para que nadie crea que, por estar rodeada de barrios privados, los precios son “nordelta”, Marcelo afirma: “a mí no me interesa apuntar a un segmento exclusivo. Acá hay precios carnicería y esto lo demuestra la clientela que tenemos en el barrio. Ellos fueron nuestros primeros clientes, nos fueron haciendo publicidad de boca en boca. Incluso nos comentaron que necesitaban una carnicería por acá”.
Como siempre están aquellos que gustan hacer la compra mensual, Marcelo pensó para ellos un servicio adicional, sin costo. “El cliente puede hacer el pedido para el freezer, nosotros le envasamos todo al vacío, rotulado con el nombre del corte, el peso, la fecha. Así, cuando lo saca, sabe qué tiene. Se me ocurrió por mi propia necesidad, porque a veces uno tiene una bolsita con un nudo y se pregunta qué es”.
Marcelo recalca que en su carnicería no hay nada congelado, por lo tanto quien quiera algo para el freezer, lo pide y se lo envasan en el momento. Una buena propuesta para el ama de casa – también para los hombres que viven solos – ya que pueden hacer el pedido por teléfono y luego pasar a retirar todo listo. Además, para ir picando mientras se hace la carne, se pueden comprar quesos vacunos, de oveja y de cabra y salames quinteros de Córdoba. Y para que la cena esté completa: vinos de las bodegas Catena Zapata y Rutini. A buen entendedor,…
Eliminar intermediarios
La cabaña Pampanor tiene una larga historia en Navarro, “tanto la familia de mi padre como de mi madre estuvieron siempre relacionados con el campo. El fuerte siempre fue el ganado, con buenas madres, buena genética, con toros propios”.
Como se sabe, el trabajo rural tiene altibajos y “hace un año y medio, el novillo estaba 3.65 el kilo y a mí me costaba 6 pesos engordar un kilo por día la vaquillona. Entonces me dije que había que buscar una alternativa; tenía que vender al consumidor final, eliminando intermediarios y así surgió esta idea”.
Ahora las cosas en el campo han cambiado y también la vida de Marcelo porque “antes vendía la vaquillona y me olvidaba, ahora tuve que aprender de cortes, meterme en el frigorífico, ver la faena”. A todo esto, hay que agregar que Marcelo atiende su negocio personalmente, “aquí me van a encontrar siempre. Voy una o dos veces por semana al campo, pero después estoy acá”.
La dedicación al trabajo se ve recompensada por los comentarios de los clientes: “una señora le decía al carnicero que es la primera vez que un carnicero la atiende con guantes. Estos son los pequeños detalles que mucha gente valora y yo creo que las grandes cosas se hacen de pequeños detalles”.
La experiencia en el tema, la solidez en su formación (es Lic. en Administración de Empresas) y los consejos de su padre que le decía “cuando todo el mundo se achica, vos te tenés que agrandar”, no sólo permitieron que Marcelo inaugurara Pampanor – Carnes Argentinas, sino también que anticipe: “un amigo me decía que esto tiene el formato de franquicia. Y sí, ojalá pueda abrir una por año. Entonces ya no les vendería a los exportadores, haría toda la producción para mi consumo. Quizás ese sea el futuro”.
“Me tomo mi tiempo para explicarle a la gente esto”, dice Marcelo al explicar qué es el sistema feed lot. “Es un sistema de crianza super-rápido que se hace a corral, los animales están encerrados, no caminan porque están todos amontonados y comen las 24 horas del día alimento balanceado. Es el mismo sistema que se usa con los pollos. El animal no gasta calorías en correr, caminar, pasear y está continuamente encerrado comiendo, comiendo, comiendo. Con este sistema, los tiempos de engorde se achican a la mitad, entonces representa otra rentabilidad. Pero incide en la calidad, porque el tradicional asado argentino es otra cosa. Hay gente que dice ‘a mí la carne feed lot me parece cerdo porque es más blanca, más acuosa’. Lo que yo vendo es otra cosa”. Hay que agregar que aquellos productores que tienen cuota Hilton no pueden exportar hacienda feed lot.
La cuota Hilton es un cupo de exportación de carne vacuna sin hueso de alta calidad que la Unión Europea otorga anualmente a países productores de carne vacuna. Esto implica carne de animales de edad comprendida entre los 22 y 24 meses, alimentados exclusivamente a pastura. Qué tontos, no?
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