Una torta de 50 kilos para el festejo

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Centro de Jubilados “2 de Abril”: 28 años

Tienen su sede propia en Sarmiento 461. Una vez  al mes hacen unas ravioladas; todos los sábados organizan bailes para mayores de 45 años con orquesta en vivo y mes por medio, una peña. Ofrecen yoga, pedicuría, folclore, masajes, turismo. El 18 de abril festejan los 28 años.

Hace 28 años nacía el Centro de Jubilados “2 de Abril”; entre sus fundadores estuvieron Raúl Domenech, Dora Duarte, Mari Croveto. En sus inicios, el Club Solís les abrió sus puertas, pero el deseo de la casa propia los movilizó tanto que en 1990 compraron un terreno en Sarmiento casi esquina Italia y en 1992 inauguraron, por fin, la sede propia, “se compró el terreno pelado, la Municipalidad ayudó con la limpieza y a rellenar, muchos comerciantes de Tigre también colaboraron, hicimos todo a pulmón”, expresó Domingo Carletti, presidente del Centro.

Tanto esfuerzo tuvo su premio, ya que año tras año se reúnen a festejar un nuevo aniversario; este año será el 18 de abril, “en realidad cumplimos el 2 de abril, pero lo festejamos el 18, ya encargué la torta de 50 kilos”, dijo Domingo y Elsa Lecumberri, secretaria del Centro, agregó que el 6 ya empiezan a vender las tarjetas para el almuerzo.

El padrino del Centro fue “Ubieto, venía seguido a comer”, comentó Irma Martinoti – 2° vocal -, “y trabajaba de mozo, era tan sencillo que un día estaba comiendo parado en el fondo y yo le dije que le iba a poner un mantel, entonces él me dijo ‘déjese de manteles, estoy podrido de manteles’”.

Tienen un salón con capacidad para 400 personas, “cuando lo inauguramos, pusimos 550 personas, con las mesas en diagonal, no había mucho lugar para bailar”, recordó Domingo. Justamente, uno de los clásicos del “2 de Abril” son los bailes que hacen todos los sábados a partir de las 21.30 hs. con disc jockey y orquesta en vivo, “todos los sábados una distinta”, acotó el presidente.

A los bailes van socios y también invitados, todos mayores de 45 años y la casa se reserva el derecho de admisión, “nosotras – Irma y Elsa – somos las que vendemos las entradas, a veces tenemos que rechazar gente por la vestimenta, ropita cortita y escotecito”, dijo Elsa y contó: “el otro día una señora se fue a cambiar y cuando volvió preguntó ‘¿ahora está bien?’”. Entre risas, las anécdotas se sucedieron: “una vez vino un señor con una menor y le dijimos que la chica no podía pasar, se fue y al rato vino con una señora”.

En el lugar reina la camaradería, por eso un domingo al mes realizan un almuerzo; cuando hay ensalada, es Irma la que lava la lechuga, “hoja por hoja, con Norma, tres cajones de lechuga”. También es ella la que hace el tuco para los ravioles y después “nos ponemos el delantal y nos vamos a servir”. Las ravioladas del Centro son famosas: “primero salimos todos con las fuentes, después otra fuente más para el que quiere repetir, después el cuarto de pollo y después el helado”, describió Irma. La solidaridad también está presente: luego de cada comida, lo que queda lo llevan al Hogar Santa Rosa.

Otro evento importante son las peñas que realizan mes por medio, el último domingo del mes. Además de bailes y almuerzos, el Centro brinda otros servicios (para los socios son gratuitos): yoga, folclore, pedicuría, masajes; a partir del viernes 9 de abril, de 4 a 7 de la tarde, tendrán “un médico que hace acupuntura y tratamientos para rejuvenecimiento, con aranceles reducidos”, explicó Elsa. No sólo los socios pueden hacer uso de estos servicios, los jubilados con carnet de PAMI, también, pagando un arancel a los profesores.

El sector de turismo trabaja a full, “hace poco fuimos a Huerta Grande – Córdoba -, comíamos tanto que después de cenar teníamos que salir a caminar”; tienen una promoción a Mar del Plata de 4 días y 3 noches con pensión completa por $300.-, “también pueden ir invitados, pagan $10 más”, añadió Norma, quien prometió para el resto del año más promociones porque “todos quedamos muy satisfechos con las salidas”.

En una charla tan amena, surgió una pregunta: ¿se forman parejas? La respuesta fue a coro: “sí!” y volvieron a surgir las anécdotas: “muchos vienen y dicen ‘quiero hacer socio a mi pareja’ y después, chau, se separan, por eso yo les pregunto si están seguros”, contó, entre risas, Elsa. Y así, con el buen humor de los años vividos con plenitud, los encontrará el 18 de abril, levantando todos juntos una copa. Feliz aniversario!

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