Dulzura que alimenta

, Medio Ambiente

Productores cañeros de Misiones se agrupan para producir más y mejor. Formando una red de productores, los cañeros consiguen comercializar azúcar rubia y derivados, sin intermediación. Realizan un trabajo artesanal y además logran que los jóvenes permanezcan en el campo.

 

En el centro de Misiones se encuentran los pueblos de Aristóbulo del Valle, San Pedro, El Soberbio. Allí, más de 100 familias cultivan caña de azúcar y luego la procesan artesanalmente. Estas familias decidieron juntarse y hacer una Red de Productores Cañeros. Mario Machado, representante de una cooperativa de El Soberbio, explicó la razón: “Sabíamos que si un grupo salía solo al mercado, tardaríamos 10 o 15 años para producir en gran escala y mantener sin interrupción la cadena de comercialización. Entonces nos juntamos para formar esta cadena más rápidamente. Hace 6 años que tenemos la red y ya estamos logrando la continuidad”.

La Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación acompaña este proceso, “nos están aportando mucho”, dijo Mario, “yo, ahora, estoy haciendo un curso de comercialización para que nosotros salgamos a vender directamente nuestros productos”. Pues la idea de la red de productores es “no tener intermediarios que ganan plata a la espalda del productor”.

 

Trabajar en la chacra

La caña de azúcar es una vara, igual que el bambú; puede llegar a los 3 metros. Para lograr nuevos brotes, la misma caña se corta en pedacitos y se planta, “en los surcos, les damos buena distancia para que tengan luz y espacio para crecer, porque no salen totalmente derechas”, indicó Mario.

Una vez cortada a mano, la caña se pasa por un trapiche, donde trabajan dos personas: una en un extremo colocando las cañas y otra en el opuesto, sacando el bagazo, que se coloca en un carro para ser llevado otra vez al rozado, es decir que se utiliza como abono orgánico, pero “tarda mucho tiempo en descomponerse, por lo cual una parte se usa para leña”.

El jugo que larga la caña sale por debajo del trapiche y pasa directamente a unos tachos de 200 litros donde se hierve. De allí salen entre 35 y 40 kilos de azúcar. “Se utiliza un fuego potente y, cuando está llegando a su punto, hay que bajarlo para que el azúcar no se queme”. El resultado es un azúcar rubia y, si el fuego no se baja, se tendrá azúcar negra, pero Mario indicó: “En nuestra cooperativa no la dejamos quemar, ya tenemos el punto para bajar el fuego”, aunque aclaró que los colores no modifican el sabor.

“Tenemos gran cuidado en la limpieza de los cultivos, no usamos ningún agrotóxico. El producto final está libre de químicos, ya que el proceso es totalmente artesanal. No se usa nada para que dé el punto exacto del azúcar. A veces tenemos dificultades por el cambio de luna o porque hay mucha lluvia o mucho sol, entonces se hecha a perder la elaboración y se tira todo porque no ponemos ningún producto para acelerar el proceso. Si la caña está a punto, el producto sale”.

Además de tener especial dedicación en los productos que elaboran (azúcar rubia, melaza de caña, melado batido, mermeladas), también cuidan el bosque: “Usamos el bagazo para economizar leña. En nuestra zona todavía hay abundancia, pero igual plantamos eucaliptos y paraíso para no tumbar más monte”.

Cultivar la caña y luego procesarla, requiere de muchos brazos, por ello las cooperativas dan trabajo a muchas familias que, de otra manera, se verían obligadas a abandonar su lugar de origen. Conocedor de esta lógica, Mario Machado aseguró: “Nuestros chicos trabajan en las granjas y así se evita que se vayan a las grandes ciudades, donde están en contacto con grandes peligros como las drogas”. Pero, además, la vida urbana enfrenta con otras situaciones conflictivas: “Cuando se sale de la chacra se debe saber que, si se encuentra un producto natural, se debe valorar y ayudar comprándolo, porque está viniendo de una familia muy humilde, que está elaborando su producto para no salir a robar ni mendigar. Trabaja con una pequeña renta, pero conservando una tradición y también la salud, porque en el azúcar blanca se utilizan componentes muy perjudiciales para la salud. No se sabe el origen de los productos industrializados, en cambio nosotros podemos contar el proceso del azúcar rubia que elaboramos y además los invitamos a visitar nuestras chacras”.

Mientras que alrededor de los productores de azúcar blanca todo huele mal, los productores de la Red Cañera de Misiones ponen responsabilidad en su trabajo, cuidan el medio-ambiente y la salud de los consumidores. Usted elige.

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