Las cuatro dimensiones del cambio en la salud

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Aprender a comer para no hacer dieta nunca más. Ruth Hilú es directora del Centro de Enseñanza y Tratamiento Obesológico Nutricional y autora de un libro sobre el tema que presentará el 1° de noviembre en el Jockey Club de Buenos Aires.

 

¿Quién no ha hecho en su vida una dieta para adelgazar? ¿Quién no se ha mirado al espejo, prometiéndose empezar el lunes el gimnasio? ¿Quién no tuvo que agrandar, de un verano a otro, esos pantaloncitos que le habían hecho una figura divina?

Enseñar a comer para mejorar la calidad de vida es la especialidad de Ruth Hilú, que desde hace 28 años se dedica al mejoramiento de la salud, primero trabajando con el doctor Cormillot y hace 8 años dirigiendo CETON, “en el Centro de Enseñanza y Tratamiento Obesológico Nutricional trabajamos en prevención, por eso enseñamos a comer, no a hacer dieta”, explica su directora.

Hace ya algunas décadas, la obesidad es un problema frecuente y, en la actualidad, “también en los niños porque están todo el día con la computadora y comen chatarra ya que las madres trabajan muchas horas. Pero, cuando el chico viene al consultorio con ganas de adelgazar, lo logra y no vuelve a engordar. Tengo muchos pacientes de 14 a 18 años que vienen una vez por mes a controlarse porque aprendieron a comer”.

Ruth asegura que no hay comidas prohibidas, pues “podemos comer de todo, pero no podemos comernos todo”. Es decir que la clave está en la palabra exceso: “El gordo siempre come en exceso, no puede controlarse, dice que va a comer una medialuna y se come seis. Ese exceso es el que trabajo yo para hacer un cambio desde la mente”.

El cambio, entonces, no implica mortificarse con la comida, sino “hacer una transformación interna. No se trata sólo de bajar kilos, sino de operar un cambio personal, por eso mi propuesta es centrarse en uno mismo, ya que, cuanto más se sepa de uno y del entorno, mayores son las posibilidades de recuperación”.

 

Las cuatro dimensiones

El 1° de noviembre, Ruth presentará su libro Las cuatro dimensiones del cambio en la salud, en el Jockey Club (Cerrito 1464, Capital Federal).

El título surgió a partir de relacionar el proceso de la obesidad con las 4 estaciones del año: el espejo va dando dimensiones distintas y cuando uno ya no puede ocultarse debajo de la ropa, regresa con desesperación a la dieta. Pero Ruth explica: “El objetivo de este libro es comprender que las cuatro estaciones pueden ser una, como un primer verano en que nos sentíamos bien. No es necesario perder la línea para tener después que recuperarla, sino que podemos mantenerla siempre para sentirnos bellos y plenos, tanto por dentro como por fuera”.

Si bien Ruth no da recetas, aclara que la clave de un buen funcionamiento corporal es “actividad física, agua, seis comidas diarias y la regularización de la alimentación”.

Quienes quieran ampliar el tema, ya sea a través de la lectura o hablando con Ruth, pueden concurrir a la presentación del libro o enviar un mail a ruthilu26@gmail.com

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