“La mejor inclusión es tener trabajo”

Entrevista al Lic. Federico Ugo, titular de la Unidad Ejecutora del Programa “Ingreso Social con Trabajo” del Municipio de Tigre

En el marco del Programa “Ingreso Social con Trabajo” que impulsa el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el Municipio de Tigre junto con la participación de las organizaciones sociales ha conformado 32 cooperativas de trabajo, a las cuales pronto se sumarán 33 más. Integrada por 60 personas cada una, las cooperativas se dedicarán a tareas de saneamiento, construcción de veredas y refacción de instituciones comunitarias. En un proceso continúo de capacitación en oficios y en el funcionamiento de las cooperativas, alrededor de 2000 personas ya están trabajando desde noviembre en todas las localidades del distrito y se espera lograr la inserción de 2000 personas más en un total de 65 cooperativas. Por otro lado, tratándose de un programa de inclusión, más allá de la generación de trabajo, se intervendrá en cuestiones vinculadas a la salud, la educación, la vivienda y las adicciones, y se espera que las cooperativas sean agentes comunitarios en sus barrios. Un gran desafío de gestión, organización comunitaria y de recuperación de la cultura del trabajo en los sectores excluidos.

¿Cuáles son los objetivos del Programa “Ingreso Social con Trabajo”, más conocido como “Argentina Trabaja”? – “Por un lado, se busca generar mano de obra en los sectores populares más excluidos: jóvenes sin oficios, mujeres jefas de familia, hombres grandes que por la edad se quedan afuera del mercado laboral; y el otro objetivo, que el trabajo que se genere sea para desarrollar pequeñas obras públicas en los barrios donde viven. Pero el programa además tiene un montón de implicancias para pensarlo en una forma integral, es un programa de inclusión, no desde la asistencia sino desde incluir a partir de la concepción política que la mejor inclusión es tener trabajo. Trabajamos con un sector que estructuralmente siempre fue excluido y, a partir de que comienza a incluirse, aparecen una serie de demandas que el Estado tiene que cubrir: cuestiones de salud, educación, demanda habitacional, cuestiones del barrio, y a eso hay que sumarle el desafío de organizarlos a través de cooperativas”.

¿Cómo se lleva adelante la organización de los trabajadores en las cooperativas? – “Los vecinos, que están dentro del programa, no son empleados municipales sino que tienen la obligación y el desafío de organizarse comunitariamente, de conformarse como cooperativa, y armar una cooperativa y hacer que funcione no es una tarea que lleve dos días, sino que es un proceso. Lleva a un aprendizaje, implica articular con el Estado y otra cosa que nos parece importante es que se vuelve a reafirmar la acción interventora del Estado, en el buen sentido: intervenir para mejorar la calidad de vida de la gente, en los sectores que no estaban incluidos”.

Financiamiento, organizaciones sociales que participan y capacitación

¿Cómo se financia el programa porque parte viene de la Nación, el Municipio hace otro aporte? – “El financiamiento, en un 75% a 80% viene de la Nación para asegurar el funcionamiento del programa durante un año. Estamos hablando de los materiales para la realización de las obras y equipamiento inicial para las cooperativas: herramientas, máquinas, ropa de trabajo, el pago de mano de obra, y los gastos operativos que lleva hacer funcionar una cooperativa con el objetivo de que en un año hayamos logrado consolidar grupos de trabajo y organización popular para que el día de mañana, equipada, con oficios y con conocimiento del funcionamiento cooperativo, pueda salir a buscarse el trabajo por sí misma”.

O sea, que durante un año recibirán la ayuda del Estado – “Hoy, hay una fuerte dependencia del Estado, es el que impulsa el programa y para conformar una cooperativa, si uno lo arranca de cero y de acuerdo a los sectores sociales con los que estamos trabajando, es necesario un fuerte tutelaje del Estado municipal, que es el nexo, y del Estado nacional para ir logrando ese proceso de aprendizaje donde los 60 socios entiendan el funcionamiento y los valores cooperativistas”.

¿Qué organizaciones sociales han participado en la formación de las cooperativas? – “Hemos iniciado el trabajo con los movimientos: la Federación de Tierra y Vivienda, Andresito, Octubres, el Movimiento Evita, Marcha Grande y después se ha ampliado (participaron 34 organizaciones). En Tigre, armamos una primera etapa de 32 cooperativas de 60 personas cada una. Estamos hablando de casi 2000 vecinos, y en esta última parte del año, estamos conformando 33 cooperativas más, que van a estar en funcionamiento el año que viene. Estamos hablando de 2000 vecinos más, y esto nos permitió abrir mucho más el abanico de demandas. Sabemos que no llegamos a todos los vecinos cuando en Tigre podemos tener 40 mil vecinos sin trabajo, entre desocupados y subocupados”.

¿La elección de la gente fue a través de las organizaciones? – “Empezamos a poner en contacto al Municipio con un montón de organizaciones grandes, chicas, a nivel local, nacional y se ha podido anotar gente que pertenece desde una sociedad de fomento hasta gente de la Corriente Clasista y Combativa. No se hace distinción por género o edad”.

Tratándose de sectores desocupados o subocupados, ¿cómo se desarrolla la capacitación en oficios? – “Con el Ministerio de Trabajo que aporta su experiencia en formación profesional, y en conjunto con la UOCRA, que es el sindicato más ligado al rubro. El primer mes se hizo una capacitación con la UOCRA para todas las cooperativas, intervino el INAES con todo el tema de la organización interna e intervinieron áreas sociales sobre temas de salud y cuestiones sociales. Además, dentro de las 8 horas diarias de cumplimiento de trabajo se contemplan dos horas para la capacitación en oficios, o para estudiar, ya sea en alfabetización o terminalidad educativa”.

Obras públicas a realizar y llegada a los barrios y localidades

¿Cuál es el ingreso de los trabajadores? – “Los trabajadores reciben un ingreso mensual de 1200 pesos, aparte se les cubre el monotributo social, la obra social, el ingreso universal por hijo, y algo importante para señalar es que cobran con una tarjeta de débito y así se rompe la cadena de todos los intermediarios”.

¿Cómo se deciden y cuáles serán las obras que se van a realizar? – “Hemos hecho un trabajo en conjunto, en el que las organizaciones y las delegaciones municipales han propuesto obras, pero siempre nos enmarcamos en tres o cuatro líneas para ayudarnos a ordenar el trabajo, porque estamos hablando de 2000 trabajadores que el año que viene serán 4000. Cada cooperativa se dividirá en cuatro cuadrillas, así que serán 300 cuadrillas de trabajo simultáneas en toda la extensión geográfica. Una de esas líneas son veredas en los barrios; la otra, es el saneamiento de zanjas, arroyos, y basurales, y la otra, es la de refacción de instituciones en las que se empezará por obras chicas: pintar una escuela, arreglar un merendero, techar una sociedad de fomento, arreglarle la humedad a una salita”.

¿A qué barrios o localidades están llegando o se pretende llegar con las cooperativas? – “Estamos llegando con estas 32 cooperativas a todas las localidades. Nos ha quedado afuera un poquito Dique Luján, que en la segunda etapa la estamos incorporando con más presencia, armamos una cooperativa en la Isla (una en la primera etapa, y otra en la segunda) y por ejemplo, en Benavídez, armamos 13 cooperativas llegando a todos los barrios. Permanentemente nos llegan demandas que las vamos sistematizando para incluirlas en la medida que vayamos generando nuevos módulos de trabajo. Los primeros módulos armados son de 6 meses, y en la segunda etapa del programa tenemos todo por planificar”.

“Es el desafío de volver a generar construcción comunitaria”

Se ha formado un equipo de trabajo en el Municipio para llevar adelante la gestión del programa – “El Intendente eligió formar una unidad ejecutora que tome de manera integral el programa. Tenemos un área técnica, un área administrativa, un área de control operativo del trabajo y un área contable. El programa además rompe algunos esquemas, porque el Estado no estaba preparado para la estructura de este programa, porque no sólo es generar trabajo, es aprender a organizarse comunitariamente, es hacer un Estado flexible que tiene que ayudar a conformar las cooperativas. Se rompen esquemas pero también permite crear, y está bueno que el Estado se anime a hacer esas cosas”.

Se trata de un gran desafío de trabajo con objetivos ambiciosos – “Sí, lo que nos permite este programa es ir construyendo confianza en los hechos y se construye en un proceso. No es solamente el desafío de que la cooperativa tenga los valores cooperativos, es el desafío de volver a generar construcción comunitaria, que es una de las cosas que la mala política rompió. Creemos que es una política distributiva del gobierno, donde recursos que antes iban para otro lado ahora se vuelcan para la generación de trabajo de sectores que estaban excluidos, y que apunta a unificar a esa clase trabajadora ya que cuando esa clase trabajadora estuvo unificada ha permitido el mejoramiento general del pueblo”.

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