¿Cuáles serían los beneficios de la Boleta Única?

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Debate

Luego de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 14 de agosto, el arco opositor al Gobierno Nacional instaló en la arena política la necesidad de implementar la Boleta Única para evitar irregularidades como el robo de boletas. Cómo se analiza esta herramienta dentro del Sistema Electoral argentino y cuáles son las opiniones a favor y en contra de la Boleta Única. Un debate abierto.

 

Distintos candidatos opositores en las últimas semanas se han pronunciado a favor de implementar la Boleta Única para transparentar y simplificar el acto eleccionario. Aunque existe un componente de oportunismo político dado el contexto en el que se plantea, esta demanda surgiría a partir de la constatación de una práctica habitual en las elecciones que es el robo de boletas, con la consecuente carga que esto implica para los partidos políticos que tienen que contar con un fiscal en cada mesa. Si bien resulta imprudente e improcedente plantear que este tipo de lista se utilice para las próximas elecciones del 23 de octubre, la instalación de la Boleta Única en el Sistema Electoral argentino para futuras elecciones no deja de ser un tema interesante para debatir. Las recientes elecciones de Santa Fe y Córdoba en las que se aplicó este tipo de lista por primera vez en nuestro país constituyen experiencias de las cuales se pueden sacar enseñanzas.

El tipo de lista es una de las herramientas que componen lo que llamamos el “Sistema electoral”. “Los sistemas electorales determinan las reglas según las cuales los electores pueden expresar sus preferencias políticas y según las cuales es posible convertir votos en escaños parlamentarios (en caso de elecciones parlamentarias) o en cargos de gobierno (en caso de elecciones de presidente, gobernador, alcalde)”[1].

El sistema de gobierno en nuestro país es representativo. O sea que a través del voto popular se eligen los representantes, pero ¿cómo se eligen esos representantes? ¿A través de qué método? Ese es el Sistema Electoral que tiene por objetivo, como dice Nohlen, traducir el voto de los ciudadanos en escaños o cargos públicos, por lo cual no deben subestimarse los efectos del Sistema Electoral ya que es muy importante en el proceso de formación de la voluntad política y en la trasferencia de poder.

El Sistema Electoral está compuesto por un número de elementos distintos que pueden ser combinados de distintas formas. Los elementos más importantes son: la delimitación y tipo de las circunscripciones electorales (junto con las mesas de votación y círculo electoral), tipo de candidaturas, tipos de listas (cerrada y bloqueada, cerrada y no bloqueada, abierta, por ejemplo), formas de votación (voto único, preferencial, múltiple, múltiple limitado, etc.) fórmula electoral (fórmula matemática que se aplica para la distribución de los escaños) y las barreras legales de representación (límite de votos que los partidos precisan para participar en la adjudicación de cargos). Cabe aclarar que los efectos políticos de un Sistema Electoral raramente dependen de un sólo elemento sino que dependen de la combinación de varios elementos.

Siendo que estamos en un régimen democrático, se supone que este sistema debe reflejar y traducir la voluntad popular de la forma más transparente y fiel posible. Pero no existe un Sistema Electoral ideal, sino que cada país elige el Sistema Electoral que más se adapte a su sistema político, al sistema de partidos, al tipo de gobierno (parlamentario o presidencial), a la organización federal o unitaria y a la cultura política y en este conjunto de factores también hay que considerar que, en algunas circunstancias, se adoptan ciertos elementos para favorecer a determinados partidos o jurisdicciones electorales. No se puede desconocer que los partidos políticos eligen uno u otro Sistema Electoral (o uno u otro elemento del Sistema Electoral) de acuerdo a sus propios intereses, y por otro lado, pesan asimismo las consideraciones de interés nacional como la necesidad de combatir la fragmentación, otorgar mayor gobernabilidad, consolidar la democracia o brindar mayor capacidad de integración al sistema político.

O sea que hay un mix de factores que hacen a la conformación de un Sistema Electoral, y puede ser implementado bajo una forma de representación proporcional para representar lo más fielmente posible la diversidad y heterogeneidad de una sociedad, este es el caso de ciertas comunidades y minorías en países de Europa, o puede ser aplicado bajo una forma de representación de tipo mayoritario que desaliente la representación parlamentaria de las pequeñas fuerzas políticas favoreciendo a los partidos más grandes como es el Sistema Electoral en Chile, que es bipartidista. En el medio de estos dos ejemplos – que son ni buenos ni malos, sólo tienen objetivos de representación distintos – hay todo un abanico de posibilidades intermedias. Es necesario contextualizar a cada Sistema Electoral para su estudio.

Retomando el tema inicial, la discusión alrededor de la Boleta Única responde a un elemento del Sistema Electoral que es el tipo de lista. La lista actual es la llamada “lista sábana” que ha recibido históricamente fuertes críticas pero sin haberse presentado todavía un reemplazo mejor. Es cerrada en cuanto a que el listado de los candidatos es fijo y cerrado, el elector no puede elegir los candidatos que prefiera con su voto, y se aplica en un Sistema Electoral de tipo proporcional y plurinominal en el que se presentan listas de candidatos por cada partido político que son elegidos en cada circunscripción (partido, provincia, nación) en forma proporcional de acuerdo a los votos válidos emitidos.

Tomando en consideración el sistema actual, ¿cuáles serían los mayores beneficios de contar con una Boleta Única? Para desentrañar un poco la cuestión presentamos a continuación un relevamiento de opiniones a favor o en contra de la Boleta Única (BU). Las conclusiones quedan a cargo del lector.

 

Opiniones a favor

-Se evitaría la práctica de la sustracción de boletas

-Se le quitaría la carga a los partidos políticos de tener que contar con fiscales en cada mesa electoral.

-Simplificaría el acto eleccionario porque no se necesitaría la impresión de millones de boletas para cada partido político ya que en una sola papeleta se reuniría a todos los partidos con sus candidatos.

-La BU otorgaría al elector mayor libertad de opciones y, por lo tanto, más poder y tornaría al sistema más democrático.

-La Constitución Nacional prevé la formación de gobiernos en los que el Poder Ejecutivo sea de un color político y el Poder Legislativo de otro distinto por lo cual la BU no atenta contra el sistema de gobierno.

-La política ya está actualmente muy personalizada, el elector conoce más al candidato que a sus proyectos o ideas. Por otro lado, la BU obligaría a los partidos a realizar mayores esfuerzos para hacer conocer a la ciudadanía sus proyectos y candidatos para las distintas categorías. En ese sentido, los partidos serían fortalecidos.

-En las elecciones de Córdoba, el diseño de la boleta permitió simplificar la opción por la lista completa.

-El elector no suele leer el listado de candidatos que hay en la boleta en el momento de entrar al cuarto oscuro. Se informa previamente, o decide el voto en el momento conociendo sólo al candidato/s principal/es.

-Como todo elemento nuevo, la implementación de la BU requiere de una amplia campaña de difusión para que el elector se familiarice con el nuevo sistema y como siempre sucede, con la práctica el ciudadano asimila el cambio como sucedió con las PASO.

-En la BU el respeto del cupo femenino puede ser subsanado con la aplicación de una fórmula matemática (Caso de Bélgica).

 

Opiniones en contra

-Si un partido político pretende competir por cargos nacionales tiene que tener una estructura partidaria que le permita contar con fiscales en cada mesa.

-La BU afectaría la gobernabilidad porque tiende a que el elector elija a distintos partidos para las distintas categorías. Es decir, se tiende a elegir a un candidato a Gobernador de un partido y a la lista de senadores y diputados de otro partido, y ocasionaría así que un gobierno elegido no tenga respaldo legislativo.

-La lista actual favorece el arrastre de categorías, ya que el elector tiende a elegir a un candidato para el ejecutivo y a los candidatos legislativos del mismo partido y eso fortalece a los partidos.

-La BU tiende a personalizar la política por sobre los proyectos políticos y reduce el peso de los partidos políticos que ya están en un contexto de crisis.

-A través de la BU el elector no tiene conocimiento de todos los candidatos que van detrás del candidato principal (hay BU en las que se detallan a todos los candidatos)

-Se favorecen altos niveles de voto en blanco como sucedió en las categorías legislativas en las elecciones en Santa Fe por la falta de experiencia del elector.

-La BU evita el robo de boletas pero no impide que los partidos sigan precisando de fiscales en cada mesa electoral.

-La BU no permite respetar el cupo femenino en las listas.

 

[1] Nohlen Dieter, “Elecciones y sistemas electorales”, Nueva Sociedad, Caracas, 1995. Pág. 56.



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